El 17 de noviembre de 1819 el “General en Jefe Don José Artigas” envía al Cabildo de la Villa Ntra. Sra. de Guadalupe (Canelones) un “Oficio” del “Cuartel General del Ejército en Operaciones” desde el norte del litoral de la Provincia Oriental, entre los ríos Arapey y Cuareim, y sobre el Uruguay. En el mismo, Artigas comunica su plan de invasión del territorio de las Misiones, al norte del Río Cuareim, atacando posiciones en el centro-sur del territorio misionero (actual estado de Río Grande do Sul de Brasil) con el fin de tomar posiciones estratégicas en la región del arroyo Santa María, sobre la actual ciudad de Santa María. La idea era hacerse fuerte en la región y obligar a las fuerzas portuguesas de los comandantes brigadier Correa y teniente general Curado de desviar sus ejércitos hacia el norte y permitir a los orientales en el sur un alivio de la presión de los portugueses.
Artigas tenía información que jefes orientales y cabildantes de Montevideo estaban negociando con los Cabildos de la Campaña y con los Jefes de la Milicias con el fin de convencerlos a negociar con el “Barón de la Laguna”, teniente general Carlos Federico Lecór, para aceptar la dominación de los portugueses y la soberanía del Rey de Portugal, Juan VI, a cambio del indulto para todos los patriotas y de respetar sus bienes, como también la posibilidad de incorporar algunos jefes militares al gobierno colonial lusitano como milicianos al servicio del Rey de Portugal en territorio oriental.
El Cabildo de Guadalupe –al cual iba dirigido el Oficio– era el más importante de la Provincia por su situación estratégica, y el más poblado en esa época en la región centro-sur. Tenía un cuerpo de milicias muy importante con amplia experiencia de combate contra los portugueses desde 1816, que había estado al mando del coronel Manuel Francisco Artigas y era la unidad operativa que quedaba del “Cuerpo de Milicias del Departamento de Canelones”. Las milicias de la Villa Guadalupe al mando del comandante Felipe Duarte querían seguir con la guerra apoyando al “General en Jefe Don José Artigas” en la región de la Cuenca del Santa Lucía y en los “Arroyos Canelón”.
Finalmente, el 30 de diciembre de 1819, la “comisión pacificadora integrada por el Alcalde de Primer Voto Juan José Durán (Cabildo de Montevideo) y los Regidores del Cabildo de Montevideo, Lorenzo Justiniano Pérez y Francisco Joaquín Muñoz, en la Sala de Acuerdos del Cabildo de Villa Guadalupe y el P. Gomensoro (Cura Párroco)… aceptaron la incorporación del territorio de este Departamento, …a la soberanía de Su Majestad Fidelísima el Rey de Portugal Don Juan VI, representado por el Ilmo. y Excmo. Señor Capitán General de la Provincia (Lecór) con la condición de que se aceptaran determinadas condiciones que finalmente Lecór aceptó por no querer seguir con la guerra que era muy costosa para las arcas reales, al mantener ejércitos en operaciones permanentes traídos desde Portugal y Brasil. Lecór, pese a tener una enorme superioridad militar, quería culminar cuanto antes la guerra contra Artigas y lograr la incorporación de la Provincia Oriental formalmente cuanto antes al Reino de Portugal. Él tenía ambiciones políticas muy concretas en las que aspiraba a transformarse en una especie de “gran señor” de la Provincia, con la idea de ser en el futuro un Ducado dentro del Reino Lusitano. Él pretendía ser el titular del Ducado, con una asamblea del estilo cortesano con el Cabildo de Montevideo su gran aliado, a cambio de grandes favores administrativos-económicos y de privilegios sociales honoríficos con títulos de nobleza, para gran parte del patriciado montevideano que eran sus aliados firmes, la mayoría miembros del Cabildo. Artigas sabía muy bien de las ideas políticas aristocráticas y monárquicas de muchos miembros del Cabildo de Montevideo. Sus ideas republicanas, democráticas y federales estaban presentes en los Pueblos de la Campaña Oriental, que mantuvieron la lucha desigual y heroica contra los portugueses durante cuatro años.
Artigas, pese a estar a la distancia, sabía quiénes eran los comandantes más fieles a la causa patriótica de la Villa Guadalupe, los entonces comandantes Felipe Duarte, José de la Santísima Trinidad Llupes –que fue quien entró en la vanguardia del Ejército Artiguista en 1815 en Montevideo–, el valeroso entonces capitán Simón del Pino, todos hombres de su confianza. Pese a haber aceptado por la fuerza de las circunstancias el acuerdo del 30 de diciembre de 1819 acordado por el Cabildo de Villa Guadalupe con la Comisión Negociadora del Cabildo de Montevideo de llegar a la paz con el Barón de la Laguna —el capitán general de la provincia (impuesto por la fuera militar) y representante de “Su Agusta Majestad el Rey Don Juan VI del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve”—, donde se reconocía la incorporación del territorio del Departamento de Canelones a la Provincia llamada después Cisplatina, del Reino Unido, el Cabildo de Villa Guadalupe hizo reconocer su autonomía y fueros en temas locales municipales, justicia y seguridad, como el derecho de propiedad de los vecinos .También quedaban indultados todos los jefes militares de la Villa mencionados y reconocidos sus fueros y grados militares, pasando a ser de la reserva de Milicias.
Los jefes militares mencionados y el baqueano Cheveste de la Villa Guadalupe serán figuras referentes como los tenientes coroneles Felipe Duarte y José Llupes, que apoyarán a la Cruzada Libertadora de 1825 y algunos muy importantes serán miembros de la misma como entonces comandante Simón del Pino y el baqueano Andrés Avelino Cheveste; también la figura de Joaquín Suárez, que era un distinguido miembro del Cabildo de la Villa de Ntra. Sra. de Guadalupe y será figura clave del futuro Gobierno de la Provincia Oriental.
Queda claro que el Cabildo de Villa Guadalupe y sus comandantes de milicias firmaron un acuerdo con la esperanza de que en el futuro volverían a soplar los vientos por la libertad de la Patria, como ocurrirá con la heroica “Cruzada Libertadora de 1825”, donde el departamento de Canelones tendrá ocho de los miembros de los “33 Orientales”.
*Profesor y Magister en Historia
Fuentes:
Archivo Artigas del Archivo General de la Nación. Montevideo.
Archivo Histórico Departamental de Canelones. Junta Departamental de Canelones.
Anaya, Carlos. Apuntaciones Históricas de la Revolución Oriental 1811-1851, Publicadas y anotadas por María Julia Ardao. 1954., Montevideo.
Carbajal, Carlos. La Penetración Luso-Brasileña en el Uruguay. 1948.Montevideo.
Libro del Bicentanario de Canelones.1782-1982. 1982. Intendencia de Canelones.
Torena, Daniel. Historia de la Jefatura de Policía de Canelones. 2020. Canelones.
Zina, Romeo. El Ejército Artiguista.1955. Montevideo.
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