Con motivo de la celebración del 42° Concurso literario de la Asociación de Escritores del Interior “Dr. Alberto Manini Ríos”, recordamos sus comienzos a raíz de la sección “Buzón del Interior” de La Mañana.
En el suplemento semanal llamado “Edición del interior” dirigido por Alberto Manini Ríos, La Mañana contaba con la sección Buzón del Interior, que nació con el objetivo de “acercar a la gran familia creadora que reside en el Interior de la República. Sea en la comunicación literaria o artística, sea en el diálogo periodístico”, como la definía su responsable Marco Zóboli.
Una idea latente
Desde la redacción entendían que había una necesidad latente de ser escuchada la potencialidad artística y literaria de muchos habitantes del interior del país: “antes y aparte del ejercicio literario, lo cual contiene mucho de don natural, de vibración creadora, existe un estado de inquietud, necesidad de comunicación literaria. Esta es la etapa a la que deseamos acercarnos y que tan magníficamente nos viene llegando de tantos lectores de todo el país, que, como ellos dicen, “se atreven a garabatear algo” para “Buzón del Interior”. Salen de su silencio, quizá, estimulados por el hecho de que alguien los escuche”.
“Creemos cumplir mejor los fines de esta sección, que alberga las inquietudes artísticas de todo el país, apuntando, antes que a la exaltación de valores, a la exaltación del espíritu, primer valor condicionante de todos los otros infinitamente puede atesorar el hombre… y que tan comúnmente suele relegar”, agregaba Zóboli.
Más allá de lo estrictamente literario
Desde La Mañana vieron como el primer concurso literario de Buzón del Interior resultaba un éxito de convocatoria sin precedente, por lo que se encontraron ante la necesidad de ampliar los plazos de entrega de poemas y relatos provenientes de todas partes del país.
Explicaban entonces el verdadero sentido de la realización de dicho concurso: “No se trata de un concurso estrictamente literario. Estamos promoviendo las inquietudes literarias de todo el país y entre ellas, se dan valores sólidos, se dan obras con oficio y experiencia, y también se dan, en la mayor parte de los casos, aficionados netos, autores que nos confiesan que sólo desean orientarse, relacionarse, hacer experiencia, estar en esta sana aspiración y ejercicio de las letras. Esto es lo fundamental del concurso”.
“Bien sabemos que el valor de un poema, como el de todo trabajo literario, está primeramente y desde luego, en su contenido y su forma. Pero ahondando en la producción, existe el valor de una inquietud, de un noble ejercicio, de una sensibilidad. Cuando estimulamos a alguien que escribe, no estamos juzgando fundamentalmente sino lo segundo. Nuestra sección no es de crítica literaria. Nosotros deseamos promover una inclinación. Preferimos textos defectuosos en nobles espíritus, que perfecciones formales desposeídas de la sana práctica humana. Lo que no indica que no haya muy buenos valores en lo que hemos recibido”.
“Centenares de cartas nos siguen llegando; gran fecundidad de algunos poetas; una gran familia de la sensibilidad que jueves a jueves vemos crecer; y este es el fin principal que todos anhelamos. Saber que la palabra escrita es un mensaje que perdura, una comunicación valedera. Sentir todos ustedes, que viven en el Interior, que el Uruguay no se agota en Montevideo. En ese esfuerzo estamos y como verán pronto, con más espacios para albergar a todos”.
La primera de muchas premiaciones
El acto de entrega de premios del concurso se realizó en el Club Social Residentes de Treinta y Tres de Montevideo. Los creadores que participaron, indicaban, se volcaron casi totalmente a la poesía. “Nuestro ánimo fundamental, es realizar entre todos esta experiencia, cuyo mayor valor es el acercamiento de todos los que estamos identificados en las letras, en la necesidad de comunicarnos y expresar nuestras emociones e inquietudes. Nuestro mayor interés es estar en la inspiración del Interior, brindar un apoyo fraterno y alguna vez poder reunirnos en cualquier lugar del país y convivir el común anhelo de trascender en el más alto lenguaje que es el de la sensibilidad”.
El jurado del primer certamen literario de Buzón del Interior estuvo integrado por el Académico Prof. Alberto Rusconi, la poetisa Nelly de Perino y el poeta Prof. Rubinstein Moreira; y Marco Zóboli, encargado de la sección Buzón del Interior.
“Nuestro mayor interés es estar en la inspiración del Interior, brindar un apoyo fraterno y alguna vez poder reunirnos en cualquier lugar del país y convivir el común anhelo de trascender en el más alto lenguaje que es el de la sensibilidad”
“Más allá de los forzosos límites de un concurso -premiados y menciones- que ha culminado, Buzón del Interior reveló el logro de los propósitos que se trazara: acercar a la gran familia creadora que reside en el Interior de la República. Sea en la comunicación literaria o artística, sea en el diálogo periodístico, o en estas fraternas reuniones del Club de Residentes de Treinta y Tres. Concretamos así, una significativa etapa en nuestras aspiraciones de trabajar con todos los escritores del país, cada vez más cerca en el camino de la amistad, las letras y los nobles ideales humanos”.
“Por nuestro trabajo conocemos toda la República, rincón por rincón y somos además, del Interior y apoyamos el Interior en cada oportunidad que se presenta en el diario. Lo hacemos con un sentimiento del cual nos catamos, tanto cuanto ignoramos toda negación espiritual que se traduzcan en vanidades, resentimientos, desubicación y pequeñez mental. Pensamos siempre lo mejor y esperamos siempre lo mejor, de cuantos nos rodean”.
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