El sitio ha recibido el apodo de “Partenón de los naufragios”, según los historiadores a cargo, quedan muchos secretos pendientes bajo las aguas de ese lugar paradisíaco donde se condensan la historia y la naturaleza.
Los atractivos históricos y turísticos de Grecia además de sus edificios clásicos, la belleza de sus islas y la navegación entre ellas, apuesta por un nuevo camino, esta vez por debajo del mar.
Se trata de uno de los pocos museos existentes en el mundo bajo las aguas, con el agregado de la carga mitológica e histórica que supone el devenir de antiguas civilizaciones.
Ante las dificultades económicas y la falta de visitantes ocasionado por la pandemia de Coronavirus, el gobierno decidió inaugurar un museo submarino donde descubrir con ojos propios algunos restos de antiguas civilizaciones bajo las cristalinas aguas del Mar Egeo.
El sitio elegido para el nuevo museo se ubica dentro del Parque Nacional Marino de Alonissos y Espóradas del Norte. Se trata del Parque Nacional más extenso del mundo con una superficie de 2.260 kilómetros cuadrados. Fue creado como tal en el año 1992 y fue el primero de su tipo en el país. Actualmente es la mayor área marina protegida en Europa.
Además de la zona marítima, el parque incluye la isla de Alonnisos, seis islas más pequeñas (Peristera, Kyra Panagia, Gioura, Psathoura, Piperi y Skantzoura), así como 22 islotes deshabitados y floraciones rocosas. Se encuentra ubicado en la región de las islas Espóradas del Norte, en el norte del mar Egeo y desde el punto de vista administrativo pertenece a la prefectura de Magnesia.
Las islas, de roca caliza, presentan laderas elevadas que se extienden hacia el mar y una serie interesante de cuevas que son una parte importante del hábitat de la foca monje del Mediterráneo.
Con anterioridad a la apertura del museo submarino se realizó un detenido estudio del lugar y se detallaron los posibles recorridos para que los visitantes no causen -o no puedan causar- estragos en el sitio. El mismo estuvo a cargo de un grupo de arqueólogos e investigadores, que tomaron las precauciones más extremas, preocupados porque en afán recreativo los buzos no se lleven souvenirs ni realicen saqueos clandestinos, lo que seguramente podría dañar las antigüedades sepultadas.
“El naufragio mejor conservado de la historia”
El museo plantea la posibilidad de ver restos de naufragios y barcos hundidos, recubiertos de algas por el paso del tiempo. El más antiguo data, según los estudios realizados, del año 425 antes de Cristo y se aprecia como una embarcación impresionante. Y de gran valor histórico puesto que son pocas las existentes dentro del período que podemos llamar clásico, hacia los siglos V y IV previos a nuestra era.
Pero no se trata solo del casco sino del cargamento: unas cuatro mil ánforas, algo nunca visto con anterioridad. Después de siete años de excavaciones submarinas se pudo identificar que las mercaderías procedían de las ciudades de Mende y Peparethus.
Además de las ánforas la nave venía cargada de cuencos, tazas, platos y vajillas muy bien trabajadas, lo que presupone que fueran destinados al uso de familias pudientes. La causa y la antigüedad del naufragio se las suponen a raíz de la Guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta.
El director del Ephorate of Underwater Antiquities de Grecia, Pari Kalamara, señaló que podría ser considerado uno de los naufragios mejor conservados de la historia: “La carga de ánforas ha mantenido su consistencia y permanece en su lugar, en capas, como se cargó en la bodega, lo que indica la forma del buque. Ésta es una experiencia significativamente única para los buceadores-visitantes que visualizan una embarcación de la era clásica”.
Todos estos conceptos y las posibilidades de que aparezcan nuevos pecios y otros restos de civilización le han valido al sitio el apodo de “Partenón de los naufragios”. Según los historiadores a cargo, quedan muchos secretos pendientes bajo las aguas de ese lugar paradisíaco donde se condensan la historia y la naturaleza.
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