El escritor Rubén Loza Aguerrebere ha sido nombrado miembro del Consejo de Honor de la Cátedra Vargas Llosa. Una muestra más del aprecio que recibe en el exterior el quehacer fecundo y silencioso de este autor uruguayo.
Quizá muchos recordamos cuando en el mes de octubre de 2011, con un acto que
tuvo lugar en Madrid, en el Palacio de La Zarzuela, presidido por Su Alteza
Real el Príncipe de Asturias, hoy Rey de España, Felipe VI, se celebró la
creación de la Cátedra Vargas Llosa. Los propósitos que animaron la creación de
dicha Cátedra, que surgió como iniciativa de la Fundación Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes, junto a varias universidades españolas e instituciones
culturales europeas y americanas, fueron, además de la divulgación de la obra
de Mario Vargas Llosa, el apoyo a la creación literaria iberoamericana y al
estudio de la literatura contemporánea.
Según expresión del propio Vargas Llosa, el minuano Rubén Loza Aguerrebere, quien es su amigo personal desde hace décadas, es un escritor “muy uruguayo”, condición ésta con la que sin duda alude a su modestia y a la poca estridencia que rodea su incansable labor creativa. También no cabe duda de que “lo uruguayo” está presente en la atmósfera, los personales, y el paisaje en que se desarrollan la mayoría de sus cuentos y novelas, si bien éstos, como ocurre con las grandes obras de la literatura, contienen verdades universales que trascienden su circunstancia.
Junto a su prolífera tarea de narrador, que dio como fruto hasta el momento, siete novelas y más de una docena de libros de cuentos, Loza Aguerrebere ejerció el periodismo desde su adolescencia, cuando escribía para diarios de su Minas natal, y posteriormente como crítico literario en el semanario Marcha, en el diario El País de Montevideo, en el madrileño ABC y en numerosas revistas literarias.
La obra de Loza, que también comprende ensayos y libros en que se recopilan memorables entrevistas, ha logrado galardones dentro de fronteras, tales como, entre otros, el Premio Nacional de Periodismo del Uruguay “José Enrique Rodó”, el Premio Manuel Oribe de Letras 2015 y los otorgados por el Ministerio de Educación y Cultura y la Intendencia de Montevideo.
Pero el reconocimiento internacional ha sido en su carrera creciente y sostenido, ya que ha sido laureado con el Premio Borges en Argentina y la Medalla de las Artes y las letras de Bilbao, además de que su obra recibiera el elogio entusiasta, no sólo de Vargas Llosa, sino de otros tantos consagrados escritores como Jorge Luis Borges, Antonio Skámeta, Claudio Magris, Ernesto Sábato y Raúl Guerra Garrido.
Particularmente en España Rubén Loza Aguerrebere es un escritor muy querido y conocido. Algunas de sus obras fueron editadas en Madrid, como “Conversación con las Catedrales. Encuentros con Vargas Llosa y Borges” (entrevistas, Editorial Funambulista 2014) y las novelas “Muerte en el Café Gijón” (Funambulista, 2012) y “El secreto de Amparo” (Carpe Noctem, 2018), pero también algunas de sus novelas publicadas fuera han llegado a ser muy valoradas, tales como como “La librería”, cuya edición argentina (Sudamericana 2011) pasa de mano en mano en los círculos literarios como un objeto preciado difícil de obtener.
Celebremos entonces la incorporación de Rubén Loza Aguerrebere a la Cátedra Vargas Llosa, lo que sin duda también honra a la literatura uruguaya.
*Columnista especial para La Mañana desde Madrid
TE PUEDE INTERESAR