Uruguay, ¿Una sociedad amortiguadora? Carlos Real De Azua. EDICIONES DE LA BANDA ORIENTAL. 1996. 96 págs.
Siempre es bueno retornar a la mirada lúcida de Real de Azua. Hoy estamos recuperando un auténtico hallazgo escrito en una hora muy oscura de nuestra historia. Invitado por la Universidad de Columbia, redacta en Nueva York en el curso de los meses de abril y mayo de 1973 este “ensayo” posterior a los eventos del 8 y 9 de febrero (Boisso Lanza) pero previo a la noche aciaga del 27 de junio de 1973. La redacción inicial no contaba con signos de interrogación, “Ahora, en que algunos de los amortiguadores de esta ‘sociedad amortiguadora’ sobre la que teorizo parecen haberse roto más allá de todo remiendo”, lo que parecía una certeza pasa a ser una duda.
La creación del Estado nacional implicaba una apuesta política geopolítica por la cual la amortiguación estaba en su propia definición: “algodón entre cristales”, un “Estado amortiguador” (“a Buffer State”) concebido para evitar la colisión de los vecinos. Pero luego otra interpretación comienza a tomar fuerza; luego de la fratricida Guerra Grande, la Paz de Octubre de 1851, apostaba por ni vencidos ni vencedores. Claro que era una expresión de deseos. Muy distinta de la realidad acaecida luego de Pavón en la vecina orilla. Pero será en la construcción de la sociedad democrática a partir de la Constitución del 17 que habrá un creciente andamiaje para refrenar tensiones.
“La opinión de que en el Uruguay los conflictos sociales y políticos no llegan a la explosión, de que toda tensión se ‘compromete’ o ‘compromete’, al final, en un acuerdo, la propensión ‘irénica’ o anticatastrófica que parecían tener los antagonismos uruguayos, no es ciertamente una concepción del presente, puesto que más bien militan a contrariarla muchas representaciones actuales del país. Como veremos, en cambio, no deja de tener ilustres y corroborativos modelos en nuestro pasado, además de pertenecer a nivel de ‘supuest’ –esto es, de modo difuso– a todo un patrimonio clásico de certidumbres colectivas, no del todo, aún, disipado”.
“Uruguay, ¿Una sociedad amortiguadora?” se comprende también como el texto que cierra un ciclo iniciado por “Política, poder y partidos en el Uruguay de hoy”, un texto clave en la antología “Uruguay hoy” (Bs. As., 1971).
Es en este periplo teórico que determina seis constantes definitorias de nuestra sociedad.
La primera: la relativa debilidad de una clase dominante y o dirigente. La segunda: los caracteres y la dimensión de la base física nacional y sus efectos en lo social, lo ideológico y lo económico, marcada durante el coloniaje, en la índole fronteriza de la región, aspecto que tendrá diversas implicancias en cada etapa histórica. La tercera es “la importancia de un sistema bipartidario estable, de las estructuras jurídicas que más tarde lo consoliden y de la emergencia de un elenco o personal político unificado. Cuarto: “la relativa debilidad de las estructuras de dependencia (o interdependencia asimétrica). Para todos los períodos a partir de las guerras de secesión y civiles actuaron como determinantes un tipo de economía de propiedad nacionalmente controlada, no economía de enclave.”. La sexta es clave: “la amortización del disenso social y de la marginalización de los sectores más desheredados. Ya es tema reiterado en nuestra historiografía social el papel que en esto jugaron las a medio “conquistas”, las a medio “concesiones” de la etapa de la modernización radical y su impacto amortiguador en las décadas que siguieron”.
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