Los meses de junio tienen ese qué sé yo, diría el poeta Horacio Ferrer para una imaginaria “Balada para el loco fútbol uruguayo”. Es que el domingo 9 una cadena nacional, con la voz y texto del periodista, escritor e historiador Atilio Garrido conmemoró los 100 años de Colombes.
Cada vez que el fútbol se anima a conmemorar una de sus tantas fechas patrias, surgen voces de reclamo con frases como “Vivimos de recuerdos” “Nos hizo mal Maracaná” “Sí, pero ahora no le ganamos a nadie”, etc. El tema es que esta vez, se me ocurre, fue diferente.
Por un lado, queda claro que en 1924 Uruguay fue el primer país sudamericano en ir a jugar a Europa y no solo jugar sino ganar 9 amistosos seguidos en España y luego los 5 partidos del campeonato de fútbol de los Juegos Olímpicos en París. Los primeros 9 partidos sirvieron para deslumbrar, sorprender y generar que un periodista de la ciudad de Vigo apodado Handicap, al ver la primera victoria, sentenciara: “Por los campos de Coya pasó ayer una ráfaga olímpica”.
Uruguay era campeón de América y lo volvería a ser unos meses después de los Juegos.
En el medio, fue aplastando rivales europeos que no podían creer lo que veían. A Yugoeslavia, que era potencia, 7 a 0; con Estados Unidos 3 a 0, con el local Francia 5 a 1, la semifinal con Holanda 2 a 1 y la final con Suiza 3 a 0. Al finalizar el partido los futbolistas dieron una vuelta caminando y saludando a los aficionados, que entusiasmados les tiraban sombreros y flores. Allí nació la vuelta olímpica.
La FIFA había resuelto en el Congreso de Cristanía (Oslo), en 1914 que mientras no pudiese organizar su propia copa del mundo, se “reconocerá como campeón del mundo al ganador del campeonato de fútbol de los Juego Olímpicos, siempre y cuando sea organizado y regido por la FIFA”.
Esto solamente ocurrió dos veces antes de que naciera la Copa del Mundo en el Uruguay de 1930. Fue en París 1924 y Ámsterdam 1928. Por eso, Uruguay logró en 6 años un tricampeonato mundial inigualable, que puede verse y leerse en el propio museo de FIFA hoy en día si visitan Zúrich.
Los campeones fueron: Andrés Mazali, Pedro Casella, Pedro Zingone, Humberto Tomasina, Fermín Uriarte, José Nasazzi, Pedro Arispe, Alfredo Zibechi, Alfredo Ghierra, José Vidal, José Leandro Andrade, Pedro Petrone, Zoilo Saldombide, Héctor Scarone, José Naya, Santos Urdinarán, Pascual Somma, Pedro Etchegoyen, Leonidas Chiappara, Ángel Romano y Pedro Cea.
Quiso el destino que en 1971 Nacional ,en Lima, lograra derrotar a Estudiantes de La Plata en la finalísima y ganara su primera Copa Libertadores. Los goles fueron de Artime y Espárrago en un equipo que dirigía Washington Etchamendi. Manga, Ancheta, Masnik, Ubiña, Montero, Mujica, Blanco, Brunel, Cubilla, Maneiro, Prieto, Espárrago, Mameli, Artime, Morales, Bareño fueron algunos de los principales protagonistas en un día sagrado como el 9 de junio.
Ayer 11 de junio de junio recordamos en mi programa radial dos efemérides más.
En 1961 Peñarol ganó su segunda copa Libertadores en Pacaembú, empatando con Palmeiras 1 a 1 con gol de Sacía, que rompió la red. En Montevideo Peñarol había ganado 1 a 0 con gol de Spencer en la hora, como acostumbraba tras una genial jugada de Luis Cubilla. El endiablado puntero sanducero, 10 años después, conn otra inolvidable obra de arte, le daría el gol servido a Artime, pero para Nacional.
Maidana, William Martínez, Cano, Edgardo González, Matosas, Goncalvez, Aguerre, Cubilla, Ledesma, Sasía, Spencer, Joya fueron algunos de los que tres meses después serían los primeros sudamericanos campeones mundiales de clubes.
La otra fecha fue más reciente. Un año pasó desde que la selección uruguaya sub-20 se consagrará campeona del mundo en Argentina. La final se jugó en La Plata y el partido ante Italia fue demoledor. El triunfo fue por un escueto 1 a 0 que no refleja lo visto en la cancha. El gol lo marcó Luciano Rodríguez. Dirigidos por Marcelo Broli, los celestes reivindicaron nuestro fútbol con un título que ya está en la historia.
Randall Rodríguez, Rodrigo Chagas, Sebastián Boselli, Facundo González, Alan Maturro, Luciano Rodríguez, Fabricio Díaz, Damián García, Anderson Duarte, Juan Cruz de los Santos y Franco González fueron el 11 titular en la final.
Además: Facundo Machado, José Arbío, Mateo Antoni, Mathías De Ritis, Matías Abaldo, Andrés Ferrari, Santiago Homenchenko, Ignacio Sosa, Mateo Ponte y Nicolás Siri.
Entre festejos y recuerdos, Marcelo Bielsa confirmó su lista de 26 para la Copa América. Según lo elegido y por lo que ha hecho hasta ahora, arriesgo a armar dos equipos para dejar a consideración de los lectores.
Mi equipo A sería integrado por: Sergio Rochet; Nahitan Nández, Ronald Araujo, Josema Giménez, Mathías Olivera; Federico Valverde, Manuel Ugarte, Rodrigo Bentancur; Facundo Pellistri, Darwin Núñez, Maxi Araujo.
El equipo B sería el siguiente: Santiago Mele; Guillermo Varela, Nicolás Marichal, Sebastián Cáceres, Matías Viña; Nicolás de la Cruz, Emiliano Martínez, Giorgian de Arrascaeta; Agustín Canobbio, Luis Suárez, Cristian Olivera.
Suplentes: Franco Israel, Lucas Olaza, Brian Rodríguez, Brian Ocampo.
Sobre la inclusión de Suárez, la desafectación de Luciano Rodríguez y alguna otra consideración escribiré la próxima semana. Pero leyendo lo que ha seleccionado, es lógico pensar que Uruguay es candidato a ganar la Copa América, como vengo manejando hace más de tres años.
Una cosa que me parece más que interesante es que ningún jugador campeón mundial sub-20 quedó en la lista. Los que estuvieron más cerca fueron el arquero Randal y el goleador Luciano, ambos Rodríguez.
Lejos de ser una crítica, creo que el fútbol uruguayo se prestigia con que esto sea así. En otros tiempos, una buena camada juvenil significaba que 5 o 6 subieran de inmediato a la selección mayor y se les pidiera que sean los salvadores. Cuando eso sucedió, fue porque no había mucho arriba, por lo general porque no se estilaba repatriar a los mejores o en algún momento de confusión se pensó que no se necesitaba nada de nuestra legión de la diáspora.
Lo cierto es que, salvo Luciano Rodríguez, no hay forma de insertar a ninguno de los excelentes jóvenes campeones del mundo. Esto habla bien de nuestro nivel actual. Y es allí donde se entremezclan historia y presente.
Entre el 8 y el 11 de junio repasamos 5 listas de futbolistas. Cuatro de ellas por efemérides y una porque van tras la gloria con gran chance. Eso hace grande al fútbol de un país, no importa si ya no están Scarone y Andrade del Uruguay campeón de América y del Mundo de 1924, o si Peñarol ya no es el mismo que el de 1961 campeón de América y del mundo con William Martínez y Sacía, o si el Nacional también campeón sudamericano y mundial de 1971 ya no tiene a Ubiña, Artime y Morales, o nuestros campeones sub-20 no dan la talla aún para ir a una Copa América de mayores a luchar por ganar la 16.
Cada uno en su momento logró lo máximo posible, el almanaque fue cómplice para no dejar a nadie afuera en estos días y son apenas una muestra de la rica historia de nuestra selecciones mayores y juveniles como así también de nuestros grandes, Peñarol y Nacional.
Los 26 de Bielsa irán por coronarse una vez más, hay jugadores de sobra y lo analizaré el próximo martes para ver si comparten o no mi visión. Ahora simplemente brindo por los campeones de los años 20, 60, 70 y los botijas de hace apenas 365 días. Brindo por los que están listos en Estados Unidos para ganar la copa como la primera vez. Brindo porque nuestro fútbol es tan enorme que ni siquiera tuvimos que mencionar a Maracaná ni a otras decenas o cientos de páginas de gloria que han escrito con las camisetas más lindas del mundo. La celeste, la aurinegra y la tricolor.
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