El caso Martín Lasarte
El caso Martín Lasarte fue raro. Llegó a Nacional a mitad de año porque la directiva decidió rescindir con el Chino Recoba. Más allá de eso el equipo dirigido por el exzaguero aumentó la capacidad goleadora y a pesar de su fama de DT defensivo los números mostraron otra cosa.
Nacional no ligó en los cruces de Copa Libertadores y le tocó San Pablo mientras su rival de todas las horas debía jugar con un equipo boliviano. Por si fuese poco, en los primeros momentos de su actuación se le lesionaron sus cuatro centrodelanteros y lo peor fue la tragedia que terminó con el fallecimiento de Juan Manuel Izquierdo. A pesar de ello Nacional redondeó una temporada contradictoria. Por un lado, su delantera fue la más goleadora y totalizó 86 puntos, que en cualquier otro año hubiese significado obtener la tabla anual e incluso ganar el Clausura.
Pero… Peñarol llegó a semifinales de la Libertadores, de la mano de Aguirre ganó sin parar hasta batir récord de puntos y, si bien hizo menos goles a favor, su valla fue por lejos la menos vencida. De poco sirvieron los clásicos jugados a lo largo del año. Con Recoba el equipo había ganado los dos clásicos de Verano (uno por penales) y empató en el Apertura. Con Lasarte los tricolores ganaron la final del Intermedio por penales lo que valió el título 166 del club y luego en el Gran Parque Central por el Clausura, a pesar de las bengalas.
Sin embargo, ninguno de los tres candidatos en las elecciones piensa en mantenerlo a Lasarte y su equipo, que integran, entre otros, el Profe Tulbovitz, Mauricio Victorino y el Coco Conde. Ser de la casa, como se dice en el fútbol, no parece sumar. Martín Lasarte integró el equipo campeón de América y del Mundo de 1988, además de haber ganado como DT 3 campeonatos uruguayos en 2005, 2006 y 2016.
Todo indica que si ganara la fórmula Gomensoro-Ache o la de Vairo-Perchman el técnico preferido para el 2025 sería Jorge Bava. Por su lado, el expresidente José Decurnex propuso la contratación de Juan Ramón Carrasco.
O sea que, si hay dos bibliotecas para analizar un ciclo, una de ellas dice que ganó dos clásicos, ganó el Intermedio, llegó hace menos de cinco meses y no pudo armar el equipo desde el comienzo, batió récords de goles a favor y hasta de puntos ganados por el club en la anual. Pero la otra dice que perdió los puntos que precisaba para llegar con chance para ir la Copa Mundial de clubes (a la que no hubiese llegado por “culpa” de Botafogo, que ocuparía su lugar al ser un campeón nuevo), dejó pasar oportunidades como contra Rampla y Danubio para llegar con chance al final del Clausura, quedó eliminado en octavos de Libertadores (mientras Peñarol seguía) y su rival de todas las horas se quedó con el Campeonato Uruguayo. Su historia dentro de Nacional como jugador y director técnico laureado tampoco fue considerada.
Veremos que sucede en las elecciones. Tanto Jorge Bava como Juan Ramón Carrasco son muy buenas opciones también, pero en mi criterio no se ha sido justo con Lasarte.
El caso Leo Fernández
Soy de los que creen que con un solo jugador clase A no se puede ganar una Libertadores. Nunca se pudo. Alberto Spencer era campeón de América y del Mundo con Peñarol de los años 60 pero no conseguía clasificar a Ecuador para los mundiales. Luis Artime jugó en River e Independiente, pero precisó rodearse de media selección uruguaya y algunos extranjeros para ser campeón de América y del Mundo con Nacional en 1971. Jugadores de la talla de Haaland no consiguen que Noruega clasifique a un mundial con 32 participantes, tal vez ahora con 48 equipos se le pueda dar.
Un solo esfuerzo desmedido no garantiza nada. Para ganar la sexta, como cantan los hinchas y también Diego Aguirre, se precisan 4 o 5 futbolistas de ese nivel. Eso es imposible sin un jeque, un petrolero ruso o un multimillonario chino. Eso lo saben Ruglio y el Zeta, por eso no hay chance de que el club gaste una fortuna que sería más un capricho que una oportunidad razonable. Leo Fernández es un gran jugador, pero las últimas 10 Libertadores las han ganado clubes, por lo general brasileños, que tuvieron 4 o 5 futbolistas iguales o mejores, por lo que carece de sentido una inversión de ese tamaño.
Diego Aguirre se ha ganado un lugar en el Olimpo de los futbolistas y también técnicos de Peñarol en toda su historia. Y eso es mucho decir. Su histórico gol en la final de la última Libertadores ganada en 1987 le permite sentarse en la mesa con Alberto Spencer y Fernando Morena o el Pepe Sasía a pesar de saber que fue menos. Pero ese gol no se olvida más. Como DT los tres campeonatos uruguayos ganados en diferentes décadas, pero sobretodo la final de 2011 y la reciente semifinal de Libertadores le permiten sentarse en la mesa del húngaro Emerico Hischl o de los campeones de América Roberto Scarone, Roque Máspoli, Hugo Bagnulo y el Maestro Tabárez. Tal vez Gregorio Pérez con su quinquenio pueda pedir una butaca a su lado.
La espalda renovada de Diego en este año permite que algunos futbolistas piensen en quedarse a ver qué puede pasar y otros puedan ser tentados a ser parte de una nueva aventura con la ilusión de grandes conquistas. Sin duda, Aguirre perderá algunas figuras, pero con mucha inteligencia fue armando dos equipos fuertes que le permitieron no perder puntos cuando debió apelar a los supuestos suplentes. El tiempo dirá qué puede pasar. Los rivales también juegan y, como siempre sostengo, no alcanza con un gran DT si no tienes mejores jugadores que los rivales.
El caso Defensor Sporting
Ya sabemos que Defensor se coronó tricampeón de la Copa Uruguay. O sea que las ganó todas. Además, fue quién ganó la Copa Artigas en su primera edición en 1960, que fue una antecesora de esta copa de ahora, como también fue el primer chico campeón uruguayo en el profesionalismo en 1976 totalizando cuatro títulos al igual que Danubio.
Pero todo empieza en los juveniles. Los violetas ganaron por quinta vez consecutiva la tabla general de juveniles que va de cuarta a séptima división e involucra a cinco categorías.
A su vez, el Observatorio de Fútbol del Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES) dio a conocer en 2023 el ranking global de los diez principales clubes formadores de futbolistas analizando el origen de los futbolistas en las principales 49 ligas del mundo.
Esto fue encabezado por el Ajax de los Países Bajos, con 86 jugadores, seguido muy de cerca por el Benfica de Portugal con 85, y el Sporting de Portugal, con 83 futbolistas, cuarta posición Defensor Sporting de Uruguay, con 82 jugadores, seguido por el Boca Juniors de Argentina, con 81, Dínamo de Kiev de Ucrania con 80, River Plate de Argentina con 79, el Barcelona con 77, Nacional con 77 y el Dínamo Zagreb de Croacia con 74.
Como se observa, la cantera de Defensor fue la cuarta mejor del mundo y la mejor de América.
Ahora en 2024 el líder fue Benfica, lo siguen Boca Juniors, Barcelona, River Plate de Argentina y Ajax. El sexto lugar lo ocupa Defensor Sporting. Es decir, de Europa solamente lo superan Benfica, Barcelona y Ajax y en Sudamérica Boca y River. Se repiten clubes, también países como Portugal, Holanda, Argentina, España, Ucrania y Uruguay. Y de nuestro país el líder indiscutido es Defensor.
La leyenda generada por el inolvidable Profesor César Santos continúa y explica muchas cosas como que el club aportó cuatro campeones del mundo sub-20 el año pasado o que en Rusia 2018 el equipo que logró el quinto puesto haya tenido 12 futbolistas de la cantera violeta, por ejemplo.
Con 26 títulos oficiales Defensor Sporting es cómodo tercero en la lista de ganadores de copas en nuestro país y nada es casual. No es de ahora, tampoco solo de antes, sino una continuidad que se afianzó a partir del legendario equipo del Profesor José Ricardo De León hace medio siglo.
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