Clubes históricos como Villa Española, Peñarol, Palermo Boxing Club, supieron ser la base del crecimiento de varios boxeadores reconocidos a nivel local. Pero el boxeo en nuestro país va más allá de historias deportivas, porque ha sabido ser –y es– una herramienta de apoyo para jóvenes que buscan salir de la violencia callejera. El programa “Knock Out a las Drogas” abrió puertas para que más personas salieran de las calles y pelearan por los valores.
Fernando Cleffi es un boxeador profesional que lleva más de dos décadas vinculado con el deporte a nivel nacional. Comenzó a los 15 años, en una etapa que él define como complicada porque en la adolescencia se genera, principalmente entre los hombres, riñas que terminan en peleas físicas. Si bien comenzó de manera recreativa, por mero gusto y para “descargar energía”, luego se interesó por la competencia a nivel amateur. Ya a los 20 años empezó la carrera profesional.
En el escenario actual, el boxeo está totalmente parado por la pandemia, pero de todas formas no es un deporte que en Uruguay sea considerado popular. Sin embargo, se ha venido fomentando esta actividad deportiva como herramienta para alejar a los más jóvenes del riesgo del consumo de drogas u otros vicios, según se indica en la página web del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Este programa, denominado “Knock Out a las Drogas”, trabaja con personas de entre 10 y 20 años y no solo fomenta el boxeo, sino también el atletismo, el karate, la natación y el ajedrez. En esa línea, Cleffi aseguró a La Mañana que el programa ayudó a que aparecieran muchas nuevas academias debido al apoyo que implicó. Pero, a su vez, “hizo que mucha gente que no tenía conocimiento del deporte abriera su propio gimnasio sin tener las bases necesarias”, explicó.
Agregó que hoy existen muchas personas que enseñan boxeo y compiten en competencias y, tal vez, “sin tener los conocimientos necesarios, que no tienen por qué haberse adquirido en estudios, sino que con la experiencia también”. En ese sentido hubo una discusión interna en el boxeo en los últimos años y los referentes del área llegaron a la conclusión que cuanto más expandido se encuentre el boxeo, mejor.
“Creo que el programa fue ampliamente positivo, hubo mucho apoyo. Tal vez lo que sí faltó fue que las personas tuvieran los conocimientos necesarios o haberlos capacitado”, añadió Cleffi.
El boxeador sostuvo que actualmente hay muchos más jóvenes peleando, pero entiende que el problema sigue siendo que son pocos en el ambiente y están ‘peleados’. “Existen intereses personales, entonces a veces los egos se ponen por encima de todo y algunos de una federación o gimnasio no quieren competir con algunos de otra. Eso solo perjudica a quienes están empezando, que es cuando más deben competir para no desmotivarse. Las diferencias pueden existir, pero lo mejor es poner por encima el interés general de sacar adelante el boxeo”.
Lo valores del ring en el diario vivir
Desde el punto de vista personal del entrevistado, la materia prima del boxeo son las personas que generalmente llegan de contextos críticos y con una carga de muchos problemas. Indicó que la mayoría de quienes comienzan con la intención de pelear, muy pocas veces llegan a hacerlo de verdad, “porque se empieza de a poco, haciendo guantes con los compañeros, y un gran número abandonan en esa etapa. Unos pocos siguen el camino para convertirse en amateurs o profesionales”, relató.
Independientemente de si llegan a competir o no, Cleffi considera que quien lo toma en serio se alinea a valores muy importantes como, por ejemplo, la disciplina, que lo lleva a tener una preparación técnica y física importante. “Por algo el otro también se sube al ring, por algo está ahí. La salud es otra cosa que está en juego. Porque no es un partido en el que perdés 5 a 0, está en juego que te rompan un pómulo, lastimarse; eso hace que se tome con cierta seriedad”, opinó.
El entrevistado aseguró que muchos muchachos que vienen de situaciones críticas y al momento que se suben al ring y la gente los aplaude, reciben un gesto de amor o de gratitud que los ayuda en gran manera a salir adelante. “El boxeo tiene la disciplina de entrenar, el respeto al entrenador porque lo que él dice no se le discute, hay que escucharlo; hay que respetar al rival, y es necesario cumplir con la concurrencia, se exige mucho con eso, porque un día de ausencia significa que se acabó. Considero que esos valores luego quedan de por vida a la hora de cumplir otras obligaciones”.
Por otra parte, aseveró que entran en juego características personales para competir, como el temple, el amor propio, entre otras cosas. “Cuando se dio todo el apoyo al boxeo, el fin era motivarlos más allá del deporte, para que no estén en la calle todo el tiempo, para que gasten sus energías en hacer ejercicio y llevar una vida sana”, dijo.
Relató que es muy uruguayo que existan peleadores de calle y que es bueno que ellos se descarguen de manera deportiva. “A veces les surge el plan de dedicarse a pelear y rendir, de manera de demostrar que pueden. Es preferible que estén en el gimnasio y no en la calle”.
Un campo laboral casi nulo
Consultado acerca de si es posible vivir del boxeo profesional en Uruguay, Cleffi lamentó que esa posibilidad sea prácticamente nula. “Si bien un tiempo lo hice, nunca me destaqué como otros colegas. Incluso, aquellos que han llegado a ser los mejores del país, originalmente siempre tuvieron que tener otros trabajos, salvo dos o tres casos que pudieron vivir del boxeo absolutamente”, relató.
Respecto a este asunto, el boxeador sostuvo que marca una gran diferencia cuando se va a competir con un profesional de verdad que se levanta, se alimenta bien, se va a entrenar y vuelve a descansar, y lo hace todos los días sin tener que pensar en el trabajo. “La realidad acá es que se levantan y salen a hacer su jornada laboral. A veces son trabajos de mucho desgaste físico, como la construcción. Luego vuelven y se van al gimnasio con falta de descanso y una alimentación inadecuada. Entonces cuando hay que salir a enfrentar a personas que están 24/7 al boxeo, las diferencias quedan a la vista en los resultados”.
Los referentes de ayer
Hay nombres vinculados al boxeo que siguen sonando a lo largo de la historia, como Rafael Sosa Pintos, la familia Vidal (Amilcar Vidal, hoy boxea internacionalmente y viene ganando). Luego está Dogomar Martínez, el entrenador Juan “Chino” Martínez, entre otros.
En 1977, por ejemplo, Alfredo Evangelista perdió por puntos con Muhammad Alí y le ganó el título europeo pesado al francés Lucien Rodríguez. Por otro lado, Washington “Cuerito” Rodríguez es el único boxeador uruguayo que ganó medalla olímpica; bronce, en Tokio 64.
Un párrafo aparte para Chris Namús
“Por otro lado, un párrafo aparte, se lo lleva Chris Namús”; así se refirió Cleffi al hablar de una de las referentes actuales del box uruguayo. “Creo que son pocos que desconocen cómo abrió las puertas a un deporte exclusivamente de hombres en el país”, agregó.
Recordó que, en 2006, todas las finales de los campeonatos se peleaban el mismo día. Él iba a pelear la final de su categoría como amateur y ella hacía una exhibición con un hombre, porque no había mujeres. “En el vestuario había comentarios y burlas sobre Chris. Esa misma gente, años después, se mataban por poder dirigirla o entrenarla en su gimnasio”, contó Cleffi.
“Chris Namús tuvo la valentía y el coraje de abrir un camino que no es fácil. Tenía que guantear con hombres, entre los que algunos la cuidarían para no pegarle tan fuerte – no por un tema de machismo o feminismo, sino por un tema de diferencia física–, y también estaban los hombres que no la cuidaban en absoluto. He visto cómo la tiraban al piso y ella se levantaba y seguía peleando, demostrando más coraje que cualquiera”, resumió en su relato.
La realidad es que la boxeadora no contaba con vestuarios cuando iba a pelear localmente, ya que no existían los cambiadores para mujeres. “Pero ella con su boxeo y carisma puso al boxeo en boca de todos”, dijo Cleffi. Añadió: “Tuve la suerte de ser su compañero por tener al mismo representante y peleamos en los mismos lugares. Tuve la suerte, también, de pelear en un Palacio Peñarol repleto gracias a ella, porque el público era suyo. Quienes vivieron en la época de los 70’ vieron al Palacio lleno, pero yo jamás, y eso, en el siglo XXI, lo logró Chris”.
Federación Uruguaya de Boxeo
En setiembre de 2020, el presidente Luis Lacalle Pou firmó un decreto que eliminó la Comisión Nacional de Boxeo Profesional y habilitó a la Federación Uruguaya de Boxeo a gestionar las competencias.
En su momento el hecho fue catalogado como un paso importante para la gestión de la FUB, encabezada por Luis Wilkorwsky, ya que a partir del decreto este organismo pasó a tener bajo su órbita y con potestades exclusivas, la conducción y fiscalización de toda la actividad de boxeo amateur y profesional en el Uruguay.
Wilkorwsky remarcó que estaban las puertas abiertas para recibir a todas aquellas personas que estén dispuestas a sumar para que el boxeo empiece a dar señales firmes y seguras de crecimiento.
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