Ha pasado un nuevo clásico del fútbol, una historia que se repite desde 1900 a la fecha. Siempre con pasión, siempre con polémica, no siempre con buen juego.
Me encanta escuchar a los sibaritas del fútbol quejarse del nivel del partido, cuando la gran mayoría son colados al espectáculo. Los verdaderos hinchas solo quieren ganar y buscan gastar a sus rivales de todas las horas. Lo demás es puro cuento.
Dentro de ese marco, quiero marcar enfáticamente que extraño los clásicos que se jugaban solamente en el Estadio Centenario, sin barreras ni pulmones en las tribunas, ni soñar con separación de hinchadas y lo más increíble: todo terminaba mejor que ahora en términos de seguridad y violencia.
Mi primer clásico fue en 1967 por la Libertadores, fui a la Ámsterdam y ganó Nacional 1 a 0 con gol del brasileño Celio de tiro libre ante el golero argentino Néstor Errea. Peñarol era campeón de América y del mundo y ambos buscaban un lugar en una nueva final. Los extranjeros eran todos de primera línea y cada grande tenía media selección uruguaya en sus filas. Peñarol no pudo empatar porque Manicera sacó un gol hecho en la Colombes con una chilena histórica.
Volviendo al presente, contaré cómo fue mi día el viernes pasado a medida que avanzaba la jornada.
8.30 am. En la radio Sport 890 habíamos decidido hacer toda la programación desde el Campeón del Siglo. Mi programa, Ud. que opina, que está en su temporada 27 va de 10 a 12 horas, por lo que salí temprano de mi casa y llegué sobre las 8.30 para estacionar en el lugar que tengo asignado como periodista.
10.00 am. Tras seguir de cerca el trabajo de mis compañeros, liderados por Federico Buysan en el programa 100% Deporte, arrancamos desde el noveno piso de la tribuna Henderson a recibir a los oyentes. El programa consiste en que la gente llame y opine, en este caso le pedimos que recordara su primer clásico o algún hecho que le haya quedado grabado en la memoria. Nos llamaron como siempre de todas partes de Uruguay y también del exterior. Llamadas desde Suiza, Estados Unidos, Suecia, Brasil, Israel y España son comunes. Las edades fueron fluctuantes y tuvimos oyentes de 89 años que nos hablaron de Atilio García hasta los que arrancaron hace poco y no pueden creer que antes veíamos los clásicos todos mezclados y sin problemas. Entrevisté a un emblemático hincha aurinegro, Pepe Larriera, que contó que fue invitado por los barras más jóvenes a ser parte del homenaje que la hinchada y el club pensaba realizarle a Fernando Morena. Luego charlé con el historiador tricolor Andrés Reyes que nos contó cuáles eran sus recuerdos, cómo hizo su libro sobre el club de sus amores y qué clásicos le resultaban inolvidables. El programa lo hice junto al Bambino Etchegoyen y Rafa Castillo, mientras Rodrigo Vázquez estaba de vacaciones.
12.00 am. Me tomé media hora de descanso, que aproveché para comer y tomar algo que había traído de casa ya que nada estaba habilitado todavía.
01.00 pm. Fui invitado por mis compañeros Andrés Cancellara y Sofía Romano a ser parte de una emotiva entrevista en lo que llamamos “El antes del fútbol” o previa, al gran golero Rodolfo Rodríguez. Son esos privilegios que nos permiten una hermosa profesión y una historia gigante de grandes héroes del fútbol.
1.20 pm. Junto a Iñaki Goycochea salimos al aire en Teledía 4 en vivo desde la tribuna, mostrando cómo iba llegando la gente, siendo que ya había dentro unas cinco mil personas y mucho color. Todo de Peñarol, como era imaginable ya que se juega sin hinchada visitante.
02.30 pm. Me integré en el entrepiso al estudio de Tenfield, donde hicimos la transmisión previa junto a Martín Charquero, Rodolfo Pereyra y un gran equipo. Desde 1994 con TYC Uruguay y luego desde 1999 con Tenfield, hemos pasado distintas etapas y la tecnología ayuda cada día más con, por ejemplo, los drones que permiten postales impresionantes.
Comenzamos a recibir imágenes de aficionados y también propias de la llegada de Nacional con agresiones lamentables de aficionados que arrojaron proyectiles que rompieron vidrios del ómnibus. El operativo de seguridad comenzaba a hacer agua.
04.00 pm. Me instalé cerca de Diego Jokas, que relataría el partido ya que el estadio estaba repleto y realmente no había dónde ubicarse.
04.20 pm. Los primero veinte minutos fueron de un total dominio de Peñarol. Nacional parecía dormido y no lograba contener el aluvión, con Mayada que subía por derecha, los zagueros que anulaban a Bentancur y Carneiro, y la constante peligrosidad de Cabrera, Sequeira y Maxi Silvera mientras Darias y García dominaban. No lograba destacarse Leo Fernández. Luis Mejía atajó un pelotazo a quemarropa de Silvera en gran forma.
04.50 pm. Tras unos minutos de paridad, Nacional comenzó a dominar. Carneiro fue derribado por Mayada en un increíble penal que el juez no cobró y que el VAR no corrigió. Mejía tuvo otra gran atajada ante cabezazo del argentino Sequeira. Polenta comenzaba a manejar la defensa con éxito y Nacional parecía controlar el encuentro. Mauricio Pereyra aparecía como el talento capaz de hacer la diferencia para el tricolor.
04.55 pm. Me crucé con el campeón de América y del mundo de Peñarol del 82, Coquito Rodríguez, que estaba viendo el partido rememorando viejas épocas. Luego apareció Leonardo Blanco, recientemente nominado por AUF como coordinador institucional y que además es hijo de Cacho Blanco, el gran bicampeón de América y del Mundo con Nacional del 71 y 80. Ambos caminaban por el lobby del estadio en momentos en que muchos buscaban comprar un refresco o algo de comer. El calor de una tarde de sol era intenso.
05.50 pm. El segundo tiempo fue espantoso. Se jugaron apenas diecinueve minutos de los 51 que dio el árbitro. Nacional comenzó a buscar que el tiempo pasara, Peñarol asistía a un flojo partido de su gran figura, que debía ser Leo Fernández. Roces, discusiones, protestas, faltas, tarjetas y por si faltara algo también botellas y petacas que cayeron al campo. Los jueces suspendieron varias veces el encuentro, pero el descontrol seguía. Por los parlantes el locutor carbonero alertó que de caer algo más los árbitros suspenderían el partido definitivamente, pero nada parecía ayudar. Los cánticos de apología a la violencia y a la muerte eran cantados desde los cuatro sectores. Al mal fútbol se sumaba el bochorno afuera.
06.40. Habían pasado 45 minutos del final del partido y las 45 mil personas que asistieron al encuentro estaban hacinadas, apretadas, agolpadas todas sobre las puertas de salida. ¿Quién fue el genio que sugirió que Nacional se fuese sin bañar antes que la gente? El cálculo fue mal hecho. Creyeron que en diez minutos los jugadores desde la cancha subirían al ómnibus con camperas para protegerlos del frío posterior al sudor y partirían raudamente. Pero fallaron dos detalles. El DT tricolor tenía que asistir a la nota de TV y dos futbolistas fueron al control antidopaje. La falta de autoridad es alarmante. En primer lugar, cuando Nacional sugirió días antes de salir rápido, debieron negarle ese permiso aduciendo razones de seguridad que quedaron en evidencia. En segundo lugar, nuevamente falla la autoridad cuando los jugadores se solidarizan y no quieren dejar a dos jugadores solos, cuando eso es normal y quedan más protegidos que nadie para salir luego en una camioneta con vidrios oscuros sin que nadie sepa que están. Una pavada realizarlo, una burrada no hacerlo. Todo lo que podía salir mal salió mal y esos 45 minutos de encierro irritaron a la multitud, que, al salir casi de pesado, en algunos casos derribando portones, increpando a los policías que no tenían la culpa, desembocó en balazos de gomas, heridos, piedras, gases lacrimógenos. Espantosamente mal hecho todo.
07.00 pm. Junto a Eduardo Rivas salimos al aire en Telenoche 4. Allí ya adelanté mi opinión sobre el penal a Carneiro. A la mañana siguiente en El diario del fútbol por canal 4 profundizamos sobre estos temas y en Teledía junto a la exjueza, la doctora Claudia Umpiérrez pudimos corroborar el error del árbitro, pero sobretodo pasamos el audio del VAR que demostró que De Armas no cobró penal porque entendió que Mayada jugó primero la pelota y el VAR liderado por Antonio García en lugar de corregirlo y sugerirle revisión dejó seguir y corroboró que no fue penal, pero por razones diferentes. La mala praxis volvió a arruinar la maravillosa herramienta del VAR, que claramente llegó para encarecer el fútbol con gastos innecesarios y arruinar hasta la emoción del grito de gol.
7.20 pm. Subí a mi auto una hora y veinte minutos después de terminado el partido y llegué a mi casa en Malvín a las 8.30 pm, o sea que tuve otro tanto de viaje. Estaba todo trancado hasta el aeropuerto. Fueron doce horas fuera de casa.
Al día siguiente Nacional anunciaría reuniones y medidas contra el Colegio de Arbitro diciendo que al revés que su rival “nunca nos quejamos y somos diferentes”, mientras que Peñarol emitiría un desafortunado comunicado criticando solamente al Ministerio del Interior por lo sucedido después del partido, olvidando el bochorno de la agresión al ómnibus de Nacional y los proyectiles y cánticos durante todo el partido.
Como el sábado conduje El diario del fútbol en Canal 4 de 10.45 a 12.30 am y luego fui a Teledía, podría decir que recién después de las 2.00 de la tarde me sentí libre del clásico, aunque el fútbol nunca para, la polémica se mantiene y nosotros seguimos todo desde adentro como siempre.
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