Desde la Asociación Uruguaya de Cricket se busca mejorar las condiciones para que el deporte continúe desarrollándose en el país. Hoy la gran mayoría de los jugadores con aptitudes para representar a Uruguay en los torneos internacionales son indios y los pocos jugadores uruguayos no llegan al nivel para competiciones de este tipo.
Desde finales del siglo VIII el cricket era considerado un deporte nacional en Inglaterra y se cree, aunque no está confirmado, que los creadores fueron niños en la Edad Media. Que Inglaterra sea el país de la disciplina no cabe duda, pero también se juega en lugares como India, Pakistán, Australia, Sudáfrica, Zimbabue, y otros países con influencia británica.
En Uruguay, ya entrado el siglo XIX, lejos de su casa, los ingleses buscaron la manera de continuar con su actividad deportiva por excelencia. Fue así que, a finales de 1842, en Pueblo Victoria (barrio La Teja), formaron el Victoria Cricket Club. Este solo se mantuvo hasta al año siguiente, ya que la Guerra Grande obligó a los jugadores a irse para la Ciudad Vieja y abandonar el club fundado por Samuel Lafone.
Unos 19 años después, en 1861, esos mismos y seguramente otros fundaron el Montevideo Cricket Club (MVCC) en la Ciudad Vieja, en la confitería del Hotel Oriental, el principal lugar de reuniones del momento. La primera cancha que tuvieron (English Ground) fue en el Hospital Militar. Después se mudaron a la calle Cardal, a dos cuadras (New Ground).
Existe un antiguo relato que dice que uno de los candidatos a intendente que tenía la posibilidad de ganar en Montevideo dijo que iba a terminar todas las calles de la capital. En Cardal, ese hecho hubiera partido las canchas al medio, por lo que los integrantes del club vendieron de inmediato el terreno. Lo que no sabían es que hasta hoy esas calles no se terminaron.
De ahí se fueron a la tercera sede, en Sayago, en un lugar prestado por el Curcc. Luego se mudaron a Tajes, porque el Colegio British los invitó. “Eran siempre los mismos, por ejemplo, el socio del cricket también era alumno del colegio”, relató a La Mañana Henry Frederick, socio honorario, expesidente, vocal, exjuez y exjugador del MVCC.
Actualmente, y desde 1996, el club se encuentra en Solymar. Allí están los Montevideo Cricket, por un lado, y en el British está el lugar de los All Boys. Fue la institución que introdujo no solo el cricket y el rugby, sino el fútbol, ciclismo y hockey.
Frederick explicó que el MVCC no es el octavo club más antiguo del mundo, como suele decirse, sino que es el octavo club de rugby más antiguo del mundo, y el decano del rugby en el mundo, pero fuera de las islas británicas. “Hay siete antes que nosotros en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda”, agregó.
En los primeros tiempos no había otros clubes de cricket, entonces solo se armaban dos equipos, jugaban unos con pañuelo rojo y otros con blanco, por la bandera de Inglaterra. Con el tiempo pasaron a jugar con camisas.
El cricket hoy: un impulso de India
En Uruguay se jugó hasta 1970 aproximadamente. “Tratamos de reintroducirlo, incluso realizamos un evento al que invitamos a un montón de personas de todos los colegios y clubes, pero aparecimos dos: el vicepresidente del club y yo que era el presidente. No hemos sabido cómo cautivar”, lamentó Frederick.
Aunque recordó que sí se está jugando al cricket en la Rambla Gandhi, entre Solano García y Joaquín Núñez; por indios que pertenecen a una empresa multinacional de tecnología.
Por el 2010, por intermedio de la colectividad india que llegó al país, se retomaron las prácticas de esta disciplina. En los campeonatos del mundo de cricket los indios, generalmente, no bajan del quinto puesto.
El deporte se practica en la época del año donde no hace frío, entre octubre y abril. “Los indios comenzaron jugando en el parque Villa Biarritz, hasta que la Intendencia de Montevideo les cedió el predio de la rambla de Punta Carretas para ese período del año”, explicó a La Mañana, Pablo Aversente, responsable de Relaciones Públicas de la Asociación Uruguaya de Cricket.
Contó que no se juega de una forma profesional, ni con todo el equipamiento que debe llevar: casco y protectores de extremidades, porque la pelota con la que se juega no es la oficial de madera revestida de cuero. Esto se da por un tema de cercanía de las personas en la zona, así como de los autos. Se juega con una pelota muy similar a la de tenis, de color rojo.
“Así se retomó el deporte y viendo el auge que comenzó a tener es que se arrimaron instituciones ya reconocidas en el país a partir del 2019”, explicó el entrevistado.
Al campeonato uruguayo de principio de ese año se acercó Peñarol, Montevideo Wanderers, el Club Elbio Fernández, el club de rugby Pucaru Stade Gaulois (PSG), y en este último torneo se armó un equipo con migrantes llamado Atlético Migrantes. A su vez está el actual campeón que es el Victoria Cricket Club.
Todos estos equipos forman parte de la Asociación, que está presidida por un indio llamado Beerbal, y también existen cargos ocupados por ingleses y uruguayos.
Sin soluciones no hay llamador
La realidad es que, si bien desde hace unos 12 años se retomó la práctica del deporte, hay algunos problemas que han impedido el desarrollo de la disciplina en el país. Entre estos se encuentra el hecho de no contar con diversos espacios para poder practicarlo.
En Uruguay se disputan dos torneos, uno es con pelota dura, la original de madera y cuero, y otro es con la pelota similar a la de tenis. Este último se lleva a cabo en la rambla, en el mismo lugar donde se practica. El primero de disputó por última vez en la cancha de los Maristas, en el kilómetro 16 de la ruta 8. Pero conseguir predios se torna dificultoso.
“El problema de la motivación es un tema que lleva un trabajo de hormiga. Lo que pasa es que, a comienzos, el cricket era lo que se jugaba y el fútbol vino después, entonces para jugar el segundo deporte se debía pedir autorización al primero para que les cediera un terreno, y hoy es al revés. Pero, lamentablemente, los equipos de fútbol suelen negar a las instituciones de cricket los terrenos para jugar”, relató Aversente.
Una cancha de cricket en el medio tiene el pitch, que es donde se batea y se genera un mayor desgaste del suelo. Para no dañar los campos de juego, que era una excusa que ponían las instituciones de fútbol, la Asociación importó un pitch artificial desde Inglaterra para poner encima del césped y no dañarlo, sin embargo, aún con eso, “continúan sin prestar las canchas”, sopesó el entrevistado.
Este hecho ha llevado a que los equipos de Uruguay pierdan oportunidades internacionales. Un caso: en 2019 se cumplieron 150 años del primer partido de cricket internacional que hubo en el continente, entre el Montevideo Cricket y el Buenos Aires Cricket. “Se pautó que nosotros juguemos allá y ellos vengan para acá; fuimos al Belgrano Athletic, pero ellos no pudieron venir porque no teníamos a dónde traerlos”.
Posibles soluciones
Aversente sostuvo que lo ideal sería tener un lugar fijo para jugar y que cada club tenga sitios para atraer personas y practicar. “Victoria Cricket es muy reconocido en el país porque tuvo juveniles uruguayos. Pero actualmente si atraemos a juveniles no tenemos donde invitarlos a practicar, no hay un lugar físico seguro, ni días, ni horarios, por depender de que lo presten”.
Es fundamental, aseguró por otro lado, que la gente conozca las reglas. A veces cerca de 200 personas miran los partidos de cricket en la rambla, pero miran algo en específico y no el juego completo, porque no lo entienden.
A su vez, en el último sudamericano, solicitaron que al menos vaya un uruguayo en el equipo, ya que se conforma por indios íntegramente. “Debemos incorporar a alguno para el sudamericano de Rio de Janeiro de este año, pero aún no hay compatriotas que tengan el nivel como para competir”.
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