Tiene 17 años, nació en Carmelo, hijo de basquetbolista campeón con Aguada y su abuelo materno fue campeón mundial con Nacional
La idea era escribir sobre el clásico, pero cada día surge algo nuevo y con ello el riesgo de tentarse a cambiar de tema. El fútbol postergó el comienzo del Clausura, pero la emoción vivida el domingo con un Centenario que agotó las entradas disponibles merece que no lo dejemos pasar desapercibido.
Por eso compartiré con los lectores los apuntes que fui tomando durante la jornada clásica.
PULMÓN. Me resisto a calificar de exitoso un operativo de seguridad que requiera de un pulmón del tamaño del asignado a ambas parcialidades en una emblemática tribuna de la convivencia como lo es la Olímpica. Es hora de achicar pulmones, acercar a las hinchadas y que “el que rompa pague”. Así de fácil. Es común oír que en la Copa América pasó de todo con los colombianos en la final (además del lío con la familia de los futbolistas uruguayos). Pero hay que hacer saber con énfasis que fueron individualizados más de 7 mil colombianos que entraron sin entrada, agrediendo y causando destrozos pero… ahora están todos fichados y citados por la Justicia americana, por lo que se enfrentan desde pérdida de ciudadanía hasta deportación. O sea, es cierto que cometieron desmanes, no es cierto que les haya salido gratis.
VESTUARIOS. Desde que se tomó la decisión de separar las hinchadas en los clásicos, en una primera etapa rotaban entre Ámsterdam y Colombes. Pero hace mucho que se decidió fijar para siempre a los hinchas mirasoles en la tribuna Ámsterdam y los tricolores en la Colombes. Lo insólito es que se sortea la localía administrativa y les tocó vestuarios cruzados. Como ambos planteles llegaron juntos fue simpático ver cómo se cruzaron por el túnel que une por debajo de la tribuna América a ambos camarines, siendo esto televisado en vivo con abrazos y saludos entre los protagonistas. Hasta ahí todo bien. Lo que me impactó fue enterarme por qué se sortea la localía, siendo que no se puede demostrar ninguna ventaja estructural de un vestuario con el otro. El tema, muy uruguayo, es que todos prefieren el vestuario de la Ámsterdam porque el banco de suplentes y el DT se coloca detrás del asistente o lineman, como se decía antes. O sea que tienen el privilegio de poder “comerle la oreja” a uno de los árbitros todo el partido. Increíble.
AGUIRRE Y LASARTE. Ambos DT tienen pasado como glorias de los años 80. Aguirre fue clave para la Libertadores ganada por Peñarol en el 87 y Lasarte integró el plantel de Nacional campeón de América y del mundo en el 88. Siempre es bueno que quienes vivieron cosas importantes sigan desparramando experiencia.
SANTANDER. Martín Lasarte se jugó por la trayectoria del paraguayo Santander y dejó en el banco al juvenil Petit. El partido llevó a que el guaraní se lesionara (finalmente es desgarro) y que el pequeño gigante Petit se convirtiera en el héroe de la jornada.
PETIT. El carmelitano Petit es hijo de un basquetbolista campeón con Aguada en los años 70 y nieto por el lado materno de Washington Abad, quien fuese tricampeón uruguayo con Nacional e integrante del plantel campeón de América y del mundo de 1971. El botija no es 9, tal vez una mezcla de enganche y punta. Con gran categoría hizo un golazo y pidió para rematar y anotar el tercer penal. Completo.
PEÑAROL. El primer tiempo fue favorable a Peñarol. Tal vez porque se esperaba más de un Nacional que parecía no encontrar el camino. Si bien los aurinegros dominaron, no lograron inquietar demasiado. El golazo de tiro libre de Leo Fernández puso un triunfo parcial que era justificado.
NACIONAL. Lasarte en el segundo tiempo ganó el partido con el ingreso de Mauricio Pereira y Sebastián Coates, además de Petit. Demostró tener superior recambio y el dominio fue total para conseguir el empate con un golazo consagratorio del juvenil Petit.
DEMORA. Las primeras señales de impotencia de Peñarol se vieron cuando desde el comienzo del segundo tiempo comenzó el arquero Aguerre a hacer tiempo en forma descarada. En el medio realizó dos atajadas sensacionales que atrasaron el empate. La salida de Maxi Silvera a 20 minutos del final, en donde el futbolista demoró lo que pudo y hasta se sacó las tobilleras ganándose una tarjeta amarilla, a mi gusto, agrandaron al rival. Peñarol pudo insistir para liquidar el partido, pero se dedicó a cuidar el 1 a 0. Pagó caro.
TOLE TOLE. El clásico tuvo de todo, incluyendo un tole tole que terminó con cuatro rojas, en fallo salomónico, dos de ellas dentro y otras dos desde el banco.
PENALES. No es común, creo incluso que nunca había pasado, que una definición por penales clásica tenga que requerir a que se reiniciara una segunda vuelta de remates. Fueron 11 penales para cada lado ya que estaban con 10. El alargue se había suprimido para guardar energías, pero creo que la tensión vivida con los penales fue peor.
LEO FERNÁNDEZ. Estuvo a 12 minutos de ser el héroe de la jornada con su golazo de tiro libre y terminó siendo el villano al errar dos penales. Lo insólito fue que los remató idénticos.
REFERENTES. Me llamó la atención que en los primeros cinco penales de Peñarol Aguirre apelara a Rossi que hace pocos días jugaba en Danubio. No me parece razonable involucrar innecesariamente a alguien que hasta la semana pasada jugaba por clasificar a la final con otro equipo. ¿Denuncia falta de referentes?
POLENTA. Como contrapartida de Leo Fernández, Polenta estuvo a punto de llevarse el sabor de la derrota al marrar el primer penal luego de que el aurinegro la había tirado por las nubes. No es común que le haya tocado de nuevo y que justamente haya tenido la posibilidad de marcar el gol decisivo para quedarse con la copa. Este caso fue de villano a héroe. El fútbol da revancha, pero no siempre tan rápido.
COATES. El regreso de Coates es muy importante. Debió ingresar antes de lo previsto ya que venía de una inactividad importante y mostró que puede darle mucho a este Nacional. Si bien marró un penal decisivo, como igual su equipo ganó se fue con el sabor dulce de un regreso con vuelta olímpica.
MEDALLAS. Una pena que Peñarol no se haya quedado a la entrega de medallas. Supe que antes del partido fueron consultados los dos capitanes y concordaron en no quedarse. Lejos del primer mundo en esto también.
GORRITO. Antes del partido avisé que quien ganara le iba a sacar jugo al triunfo clásico y a la copa en juego. También que el perdedor le bajaría el precio a una derrota por penales y a una copa no muy atractiva. Lo cierto es que Nacional se quedó más de una hora en el campo de juego luciendo gorros alusivos al título 166 del club en la historia. Y en esos 166 están los tres títulos mundiales como también los 5 Intermedios. Todo suma, como hacen todos en el mundo. Por eso era importante para ambos ganarlo.
SUSPENSIÓN DE LA FECHA. El Clausura no comenzará el próximo fin de semana porque por unanimidad los clubes decidieron postergar. Quieren soluciones económicas. El futbol nuestro es cada vez más deficitario y no hubo divisiones. Todos prefieren desensillar hasta que aclare. De esto escribiré la próxima semana.
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