Marcelo Bielsa, a poco de retornar de Europa tras los partidos de fecha FIFA contra el País Vasco B y el campeón africano Costa de Marfil, se fue a Rosario y no ha vuelto aún.
El último partido fue a fin de marzo. Uruguay se vio obligado a poner un equipo B para enfrentar al País Vasco que además de no ser un equipo FIFA, puso los suplentes.
Tenemos entendido que el DT rosarino volvió molesto porque pensó que en Bilbao era Gardel y le pondrían alfombra roja, cosa que no sucedió. Por si fuese poco, el País Vasco lo obligó a perderse de poner a los supuestos titulares para darle más continuidad a su trabajo. Seguramente lo sabía, ya que siete futbolistas vascos al mismo tiempo estaban jugando defendiendo la camiseta española.
La doble fecha fue un empate en Bilbao y luego en Francia contra Costa de Marfil ante un estadio casi vacío perdió 2 a 1 con los titulares.
Los resultados son apenas para recordar los rivales y ver que no es tan fácil conseguir partidos importantes, aunque en la misma fecha Colombia jugó y ganó ante Alemania de visitante y luego enfrentó a Rumania; por otro lado, Ecuador y Venezuela jugaron contra Italia en USA, mientras Chile cotejó fuerzas contra Francia y Brasil se dio el lujo de jugar ante Francia e Inglaterra. Ni Uruguay ni Argentina que jugó ante El Salvador y Costa Rica pudieron conseguir europeos de primera línea.
Bielsa se pasó la mayor parte del año que se cumple de su dirección técnica en su Rosario natal. Parecería ser que por razones legales debe estar poco en Uruguay y así evitar algunos tributos. Ya he dicho en su momento que entiendo que fue una erogación excesiva, por más que si Bielsa cobra 14 millones de dólares en la mano por tres años eso es mucho menos que lo que cobran los grandes DT en Europa o Golfo Pérsico, en donde pueden llegar a 30 millones por año o sea 90 millones en un trienio.
El tema de que esté fuera del país y venga apenas cuando llegan los partidos de fecha FIFA o eliminatorias hace que mucho de lo soñado y proclamado no se cumpla. No existen charlas con técnicos de primera, mucho menos de juveniles ni con nadie, incluso los de la sub-15, sub-17 y sub-20. Bielsa cuando cita sparrings no los ve ni entrenar.
Parte grande de la justificación para la erogación que triplica la anterior eran las enseñanzas que dejaría el rosarino. Por ahora lo que más se ha visto es falta de respeto, ninguneos, malos modales, destrato permanente y algunos pedidos de disculpas tardíos.
Por supuesto que acá no estoy juzgando lo deportivo, que debería ser lo más importante. Pero cuando las cosas salen del cauce normal, hay veces que deberíamos cuestionarnos si el fin justifica los medios.
Los resultados deportivos han sido muy buenos en las eliminatorias, con los resonantes triunfos ante Brasil en el Centenario y Argentina en La Bombonera. Es cierto que ante Brasil se había dado una racha de tres partidos de local en donde no se le había ganado. Contra Argentina en los últimos años se le había ganado dos veces de local y esta vez fue la primera de visitante.
Pero decir como pretenden algunos que “al fin le ganamos a Argentina y Brasil” es un poco mucho. “La ignorancia de la historia no es un derecho, es un abuso, no abusen” es una frase que utilizo para explicar por enésima vez que si alguien le ha ganado a argentinos y brasileños reiteradamente somos nosotros. Le hemos hecho “pelo y barba” por copas América y campeonatos mundiales, en partidos finales, dimos vueltas olímpicas en sus caras de local y visitante tantas veces como para creer que asistimos a algo inédito.
Lo cierto es que la AUF de buena fe hizo una erogación enorme para darle jerarquía y prestigio a la dirección técnica celeste después del legado dejado por Tabárez durante tantos años. Pero la meta de no quedar entre los tres últimos de las eliminatorias no parece precisar tanto glamur.
Obviamente debe haber varios arrepentidos a esta altura. El año pasado mucho de lo que pasó y sigue pasando lo anuncié en estas páginas. Lamento haber acertado. Soy de los que no creen demasiado en los DT en general y considero que esta estupenda generación de futbolistas está capacitada para ganar la Copa América 16ª y ser gran protagonista en el Mundial estando en la definición con chance de ganarlo.
Pero todo porque hay jugadores, o sea que lo que se necesita es un DT que no arruine todo, pero no se precisa un mago. Fabián Coito hace un año era el candidato ideal. Un mes después de contratar a Bielsa, Marcelo Broli ganó la Copa del Mundo sub-20 para Uruguay por primera vez en su historia en Argentina con un fútbol arrollador. Aplanó a sus rivales. La final fue arrasadora.
Cuando la AUF propuso que Broli se integrara al Complejo Celeste para aprender durante tres años y luego quedarse con la mayor fue desechado por el rosarino. No lo quiso.
Durante los primeros meses se fueron yendo, renunciando o echados casi todos los empleados del complejo. No se salvó ni el utilero, ni el kinesiólogo y ni el doctor Pan, que hace honor a su apellido con su forma de ser. Nadie aguantó los desplantes.
Ahora le toca el turno al entrenador de arqueros Carlos Nicola. Bielsa, aprovechando el deslumbramiento que tenemos los uruguayos por todo lo argentino, se hizo hacer un contrato que era del tamaño de las viejas guías telefónicas. La de calles, la de páginas amarillas y la de apellidos sumadas. En varios idiomas.
Pero… su falta de confianza en los profesionales de nuestro país lo llevó a pedir que todos los uruguayos que estuvieron vinculados a su equipo tuviesen contratos de tres meses a ser reestudiados en cada trimestre por él mismo.
Mientras se aseguró 39 meses a más de 400.000 dólares mensuales, por cifras pequeñas los uruguayos deben firmar cada tres meses dependiendo del estado de ánimo del jefe máximo.
Desde dentro de la AUF cuentan que la secretaria no aguantó más y trabaja a distancia desde Europa, en el Complejo el clima es irrespirable y las selecciones juveniles se mueven por su cuenta sin la más mínima atención del gran DT, y se asegura que varios se seguirán yendo en los próximos días. La frase que utilizan algunos es “la pirámide está invertida, el que manda es Bielsa y debajo vienen los dirigentes”.
Todo esto justo previo a una Copa América. Tenemos noticias de que a nivel de futbolistas el clima con el DT no es el mejor y ya varios no aguantan más. Incluso en el Preolímpico la situación con los jóvenes fue tirante.
Creer como creen algunos que el problema de empleados y jugadores es que “con Bielsa tienen que laburar” sería aceptar que con Tabárez o Diego Alonso todos se rascaban. Conociendo a ambos eso es absolutamente impensado.
Cuando llegó el Panamericano mandó a dirigir a un colaborador chileno que al segundo partido quedó eliminado sin poder pasar a la segunda ronda en un torneo en el cual Uruguay fue medalla de oro con Tabárez y Coito en 1983 y 2015.
En el Preolímpico quedó eliminado virtualmente también en el segundo partido y no pudo pasar a la ronda final, lo que obviamente significó que se esfumara el sueño de ir a París a 100 años de la gesta de Colombes.
Lo insólito es que cuando en el Preolímpico tuvo un mes para trabajar fracasó y cuando, como él dijo, no pudo hacer más de dos prácticas le fue bien, cosa que sucedió en Eliminatorias.
El neutral de AUF Manta fue ninguneado en su primera visita al Complejo Celeste, en el vuelo de regreso de Venezuela hubo un escándalo y la Policía quiso abordar el avión para llevárselo detenido por maltrato a funcionarios del aeropuerto, siendo salvado por el piloto del avión; en otro vuelo delante de todos protagonizó otro hecho de violencia verbal y podríamos seguir dando ejemplos de malos ejemplos.
Uruguay va a clasificar en una eliminatoria en donde se juega por el descenso, se hizo la más grande inversión en un DT para no quedar entre los tres últimos teniendo una generación brillante. Obviamente, el objetivo será la Copa América y luego el Mundial. Jugadores hay, diría que sobran, dependerá de ellos salvarle el pellejo. De lo contrario seguirá agregando fracasos como la Argentina 2002, cuando chocó la Ferrari con los supuestamente mejores del mundo sin poder pasar la primera fase. Desde 2004 solamente ganó un ascenso en Inglaterra, suena a poco para tanto deslumbramiento.
Martín Niemoller, prominente pastor luterano, si viviese podría decir: “Primero le faltó el respeto a la prensa y no me importó porque no soy periodista, luego le faltó el respeto a los dirigentes y no me importó porque no soy dirigente, luego le faltó el respeto a colaboradores, jugadores, técnicos, empleados, etcétera. Ahora me faltó el respeto a mí, ya es tarde”. No le rasquemos más el lomo, por favor.
TE PUEDE INTERESAR: