Como he manejado desde el comienzo, esta Eliminatoria es rara y transforma a los partidos en diferentes a lo que estábamos acostumbrados. Y esto se fue confirmando con el avance de las fechas. La primera señal fue que Argentina y Brasil perdieron más partidos que en otras. Incluso en las Eliminatorias pasadas terminaron ambos invictos. Obviamente, hicieron una trampa y fue el famoso partido en donde entró un policía armado a frenar la revancha en Brasil por temas burocráticos en épocas de covid y se suspendió el partido entre ellos a los 5 minutos para nunca jugarse, alargando sus rachas invictas. Pero no perdieron ni un partido.
En esta eliminatoria Brasil perdió 4 partidos y hasta empató con Venezuela de local. Llegó a perder 3 partidos seguidos cuando apenas llevaban jugadas 6 fechas.
Argentina perdió 3 partidos. Van 13 fechas. Brasileños y argentinos juegan distendidos por una clasificación segura, no solo por su nivel, sino que no es fácil salir octavo entre 10 para los que equipos con historia y calidad. Lo mismo corre para Uruguay, pero también para Ecuador, Colombia y Paraguay.
La Eliminatoria está sentenciada. Se sabe quiénes serán los 6 que irán directo. El único atractivo es saber quién irá al repechaje. La cosa está entre Bolivia, Venezuela, Perú y Chile.
En esta Eliminatoria devaluada por un Mundial que permitirá 48 participantes se jugó el partido de selecciones más antiguo del mundo. Siempre es bueno explicar que el clásico rioplatense se juega desde 1902 aunque hay historiadores que ubican el comienzo en 1901.
El único partido entre selecciones más añejo podría ser Inglaterra vs Escocia, pero, como se sabe, ambos pertenecen al Reino Unido. De hecho, en los Juegos Olímpicos participan bajo una misma bandera junto a Gales e Irlanda. Pero en fútbol, como lo inventaron los británicos, hay dos Irlandas y hasta Gibraltar, que hasta hace poco dirigía Julio Ribas. Podría decirse que tienen 6 selecciones.
No solamente Uruguay y Argentina protagonizan el partido más antiguo, sino que es también un clásico difícil de empardar, con 31 copas América y 7 estrellas mundiales entre otros innumerables logros.
El ambiente fue familiar en el Estadio Centenario. De Argentina vino poca gente y la mayoría de los 2200 viven en Uruguay. El público futbolero fue minoría, un 60% de excursiones desde el interior y muchos niños y mujeres.
Algunos reclaman que asistan las barras, pero creo que eso podía ser válido hasta hace 15 o 20 años. Ya no, ahora solo ganaríamos suspensiones y multas. Además, la gente no gana partidos. Uruguay ganó en La Bombonera y ahora ellos acá. No influye la gente.
Con respecto al partido, fue un amistoso o casi práctica con gente. Demasiado falto de emoción. Scaloni le ganó a Bielsa dándole la pelota. Uruguay fue más en los primeros 20 minutos, luego se emparejó y el primer tiempo fue pobre para ambos lados. Sin remates de peligro.
En la segunda mitad, Argentina tomó la iniciativa e inquietó más. El golazo de Almada se vio venir. Uruguay tuvo solamente dos tiros al arco. Uno de Valverde y otro de De Arrascaeta. Fueron remates débiles. Sabor a nada.
El tema es que Uruguay tuvo el balón 58%, hizo más pases y con más precisión. Todo lo contrario, al partido que se jugó hace un año y medio en La Bombonera. Pero en aquella ocasión el insulso fue Argentina que no remató ni una sola vez. El tema es que Uruguay apenas remató dos veces contra Argentina y también contra Brasil en el 2023 pero tuvo una eficiencia que ahora se ha perdido. En aquellos recordados partidos fueron dos tiros por encuentro y se ganó ambos 2 a 0. Pero el balón anduvo apenas entre 32 y 35% en nuestros pies.
No es el fuerte de Uruguay tener el balón, a la Celeste le sienta bien el juego vertical, el contragolpe letal. Hace nada más que 125 años que es así. Lo sabemos nosotros y lo sabe el mundo. Pero Bielsa es un técnico que desarrolla un fútbol de “autor”. Estudia a los rivales, pero parece no estudiar a los nuestros. Scaloni se dio cuenta, nos dio la pelota y generó 3 o 4 jugadas de peligro con un gol incluido.
El problema no es perder contra el campeón del mundo. El verdadero drama es que en los últimos 11 partidos por puntos oficiales ganamos solamente uno.
Repasemos:
1) Brasil 0 a 0. Cuartos de final, Copa América en EE. UU. Ganamos por penales. Pero jugamos con 10 la última media hora. ¿Y qué hizo Bielsa? Sacó a los delanteros y apostó a los penales. Hizo lo que hubiese hecho el Tola Antúnez, Gregorio, Lasarte, el Guti, Almada, Aguirre o cualquier uruguayo por mucho menos del jugoso contrato que consiguió el rosarino.
2) Colombia 0 a 1. Semifinal, Copa América. Perdimos jugando contra 10 durante una hora. Merecimos mejor suerte, pero no se dio con la tecla.
3) Canadá 2 a 2. Tercer puesto, Copa América. Mal partido, lo salvó Suárez en la hora. Los penales no agregaron nada. La Copa América se fue con 11 goles a favor contra Panamá, Bolivia en el llano, USA y Canadá. A Brasil y Colombia no les anotamos.
4) Paraguay 0 a 0. Eliminatorias de local (lo paraguayos venían últimos).
5) Venezuela 0 a 0. Eliminatorias de visitante.
6) Perú 0 a 1. Eliminatorias de visitante.
Los partidos ante Paraguay, Venezuela y Perú se jugaron con la influencia negativa de 5 suspendidos por los problemas ante Colombia en la Copa América y 10 lesionados. O sea que ante Paraguay, Venezuela y Perú nos faltaron 15 jugadores, la mayoría titulares o primeros suplentes. Son resultados razonables con tantas bajas. Pero lo que quedó claro fue que “sin yuyos no hay brujos”. A Bielsa le pasó lo mismo que le hubiese pasado a cualquier DT. Si le faltan 15 jugadores no consigue resultados. Por cosa como estas es que sigo afirmando que es caro e innecesario. No es un mago. Es normal.
7) Ecuador 0 a 0. Eliminatorias de local. Con todos los titulares. Buen primer tiempo, pero corrieron mucho y se quedaron sin fuerzas en la segunda mitad. Esto le pasa a Bielsa hace 25 años en todos los lugares que dirigió.
8) Colombia 3 a 2. Eliminatorias de local. Dramático triunfo con gol en el minuto 99. Única victoria en los últimos 11 partidos. Cortó una racha de 7 partidos sin ganar. En esos partidos los celestes había marcado solamente 2 goles y ante Canadá. 6 de los partidos sin hacer goles es mucho. Y nos vendieron un DT que iba a jugar “a otra cosa”.
9) Brasil 1 a 1. Eliminatorias de visitante. Brasil ya no es el mismo del comienzo, tiene DT (no tenía hasta la sexta fecha) y empatar 1 a 1 en su casa no está nada mal.
10) Argentina 0 a 1. Eliminatoria de local. Duele siempre, molesta la tibieza, la falta de rebeldía, la falta de remates al arco, el exceso de amistad con los rivales, etc.
11) Bolivia 0 a 0. Eliminatorias de visitante a 4150 metros. Inédita altura. Meritorio empate. Los últimos 7 partidos en la altura de La Paz o El Alto fueron con 1 ganado 4 empatados y 2 derrotas. A mi parecer 5 resultados positivos sobre 7 es muy bueno. Bolivia tiró 32 a 11, al arco fueron 7 a 0 para el local, en córneres 16 a 3 para ellos y en posesión 66 a 34. El resultado fue 0 a 0 y es lo que importa. Rochet fue una muralla.
Me resisto a analizar a fondo este último partido por la altura. Lo que precisa la celeste es volver a la victoria. Más que ganar, que es lo más importante, hay que volver a ser protagonistas, tener gol y ser temibles.
Ahora vendrán partidos ante Paraguay de visitante, Venezuela y Perú de local y Chile en su casa. Son los 4 partidos de Diego Alonso en la anterior en donde los ganó todos. Con Paraguay ambos ya estamos virtualmente en el mundial y contra los demás es probable que los encontremos eliminados.
La clasificación no alcanza. Porque van 7 de 10 y porque tenemos un gran plantel y un técnico de gran prestigio y enorme salario. Por lo que para el Mundial se precisa algo más. Hay tiempo. Esperemos se logre.
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