El misterio de Bielsa para citar futbolistas no para de crear situaciones de jugadores sin vacunas y vuelos perdidos.
Los temas se van acumulando a pesar del paro de árbitros que truncó la cuarta fecha del Apertura en medio de su disputa.
En lo que va del año se han sucedido hechos de violencia extrema a razón de uno por mes. En enero fue el bochorno de Las Piedras, cuando la hinchada de Rampla invadió el campo de juego en pleno festejo por su ascenso y todo derivó en una tremenda batahola con los futbolistas del equipo perdedor.
El papelón de febrero fue lo que sucedió en el Defensor 5 Cerro 0 jugado en el Franzini, cuando desde la hinchada del visitante fue tirada una piedra que impactó en la cabeza de uno de los asistentes de línea y todo se completó con la invasión de hinchas de ambos bandos, siendo los cerrenses los que querían llevarse de recuerdo las banderas violetas ante la pasividad de la seguridad mientras los hinchas locatarios salieron a defenderlas a piñazos.
El tercer episodio fue este sábado cuando en el Viera un hincha de Racing impactó un proyectil en la cabeza de uno de los árbitros cuando se iban de la cancha tras la victoria de Peñarol.
En todos los casos el común denominador fue la ineficiencia de los operativos, la pasividad de la guardia privada, la inexistencia de la Policía en la tribuna donde se encontraban los agresores y en el último caso se agregó la falta de olfato del evaluador de seguridad, que fue el cargo creado tras el penúltimo suceso como forma de no parar el fútbol en febrero, pero nada mejoró.
Ya he compartido con los lectores mi decálogo de doce puntos (ya sé que decálogo son diez) para solucionar definitivamente estos problemas, pero nada de lo que propuse se hace, salvo que ante cada nuevo hecho gana adeptos el principal ítem para solucionar todo que es poner a la Policía en las tribunas con plenos poderes. Por ahora siga el baile.
Uno se perdió el avión y otro estaba de vacaciones
Otro tema interesante es el que sucede con las misteriosas listas de reservados y posteriormente de convocados que maneja el cuerpo técnico que lidera Marcelo Bielsa.
En octubre del año pasado, fue citado el lateral derecho del Vasco da Gama, el extricolor José Luis Rodríguez para ir a Barranquilla. Por un error que no es atribuible al futbolista, no pudo tomar al avión porque no tenía vacuna contra la fiebre amarilla, requerimiento indispensable si viajaba desde Brasil a Colombia. Al perder el vuelo original, desesperado compró un pasaje a Montevideo para volar desde acá, y cuando estaba todo calculado para llegar un poco más tarde, pero antes del último de los citados, o sea en tiempo y forma, el DT enojado con la situación le canceló la citación. Por si fuese poco algún dirigente consultado llego a decir públicamente que el jugador nunca fue citado y quiso ir por su cuenta, lo que causó hilaridad por lo absurdo del manejo de la información de dirigentes que talentean con los datos porque no consiguen que el DT les dirija la palabra. Lo peor del caso fue que el Pumita no solamente se perdió el partido, sino que no fue citado nunca más. Todo indica que un error ajeno a su voluntad, un error de alguien de la AUF que no fue él, le estaría costando el futuro con la Celeste, por ahora.
Para esta doble fecha del sábado que viene ante País Vasco y el martes 26 ante Costa de Marfil en Francia, otro futbolista perdió un vuelo. Ahora el turno fue del lateral izquierdo Joaquín Piquerez, que es titular indiscutido de una de la potencias de Brasil como Palmeiras. El tema esta vez fue diferente. Aparentemente le enviaron al futbolista el pasaje por email con la tarjeta de embarque que indicaba que debía volar el lunes de mañana rumbo a España. Durante la jornada de domingo el vuelo cambió y en lugar de viajar el lunes se adelantaba para esa misma noche. El futbolista no fue alertado por whatsapp al menos para que revisara su casilla de correo y se perdió el vuelo. ¿Soy el único al cuál cuando le envían un email importante le mandan un mensaje por whatsapp con la frase “atento, te mandé un email”? Parecería que nadie entendió que fuese necesario. No quiero imaginar la cara de Bielsa aunque no resulta nada difícil. A pesar de que viajando en la mañana del lunes el futbolista hubiese llegado casi junto al último de los citados, una vez más el DT ordenó la desafectación.
¿Será que Piquerez correrá la misma suerte que el Pumita y no volverá con el rosarino a ser considerado para la selección? Para colmo se agrega al affaire la situación del zaguero Santiago Bueno, que juega en la Premier. El futbolista esperó hasta último momento para saber si sería convocado y al ver que no, se fue de vacaciones. En ese momento Piquerez perdió el vuelo y a pesar de que Bueno es zaguero lo comenzaron a llamar urgente para que vaya a España. El futbolista estaba en un vuelo y demoró unas horas en aparecer. Cuando lo ubicaron dijo que no podía porque estaba de vacaciones, cosa que supuestamente fue entendida. Veremos en próximas citaciones si está o no en el radar o cayó mal, injustamente, esa respuesta más que lógica.
Algunas precisiones al respecto. Uno de los hechos distintos que ha venido sucediendo en el proceso Bielsa con respecto al de Tabárez es que no se dan a conocer los reservados y la lista de reservados finales se da cuando ya la mayoría de los futbolistas se integraron a la selección generando mientras muchos rumores, dimes y diretes.
Ya sabemos que Bielsa entiende que lo peor del fútbol son los dirigentes y los periodistas y ello se traduce en que nadie se anime a dirigirle la palabra.
En su rechazo hacia la investidura periodística el rosarino cree que nos complica el trabajo no dar nunca ninguna lista. En este tema creo que comete dos errores claves. El primero es creer que no difundir la listas perjudica a los periodistas. Por el contrario si el DT emitiera la lista lacónicamente nos dejaría sin tema varios días. Lo que sucede gracias a su locura es que nos pasamos dos semanas especulando y con simples mensajes de whatsapp a los posibles convocados la prensa se hace un festival día a día anunciando citaciones y ganando rating. O sea que a Bielsa eso le sale al revés.
El otro tema es que el hermetismo pretende ser tan perfecto que daría la sensación que incluye a los propios protagonistas. El régimen de terror impuesto por el entrenador hace que nadie se meta hasta tal punto que nadie le avisó a Rodriguez que precisaba una vacuna o a Piquerez que le adelantaron el vuelo.
Sospecho que con otro tipo de actitud, más relajada, estos temas no se hubiesen dado y los jugadores no perderían aviones y estarían siempre a las órdenes.
Reconozco que no soy fácil como periodista y más de una vez me he dejado llevar por un enojo. Así que entiendo de lo que voy a hablar. Creo que alguien deberá animarse, habida cuenta la erogación que significa a la AUF este cuerpo técnico, a sugerir ayuda para que alguien colabore con Marcela Bielsa en el manejo de la ira.
Solamente así futbolistas que no sean avisados que precisan una vacuna como el Pumita, que le adelanten un vuelo como a Piquerez o que queden liberados y sean llamados de apuro en vacaciones como Bueno podrán tener la tranquilidad que sus carreras no dependerán de un momento de locura.
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