El partido contra Paraguay fue flojo. Pero sería injusto no considerar que a Uruguay le faltaban 12 futbolistas, a los cuales Bielsa reservó o reservaría. En defensa no estuvieron Ronald Araújo, Josema Giménez, Martín Olivera y Martín Viña. Si bien Nández y Cáceres son de nivel titular, los cuatro mencionados son de primera línea y no estaba a la orden por suspensiones y lesiones.
Tampoco pudieron estar por lesiones Joaquín Piquerez, Rodrigo Salazar, Federico Viñas, Nico de la Cruz y Giorgian de Arracaesta. Todos están en momentos estelares de sus carreras. Por último, Rodrigo Bentancur, Darwin Núñez y Guillermo Varela estaban también suspendidos.
No podemos dejar todo esto de lado. Confieso que creí que Uruguay ganaría igual, pero se encontró con un Paraguay que está lejos de aquellas selecciones que daban la nota, que al cambiar de DT con la llegada del argentino Alfaro iba a tener una reacción. Pensé que no les iba a alcanzar, pero hay que ser justos y consignar que si bien Uruguay fue competitivo a pesar de tantas ausencias, los guaraníes tuvieron seis situaciones claras de gol contra apenas dos de los nuestros. Demasiado poco.
Por más DT renombrado que se tenga, así como proclamo que “con yuyos cualquiera es brujo”, reconozco que le desarmaron el equipo al rosarino. También reconfirmo que no es un mago, por lo que no me gusta regalarle nota en forma exagerada cuando gana, ni darle toda la responsabilidad en esta. Es que ante Paraguay no le dieron “yuyos” y no es ningún “brujo”.
Y contra Venezuela fue peor. Si bien el ser visitante y sacar un empate puede servir de consuelo, para este partido Uruguay recuperó a Guillermo Varela de los suspendidos, pero perdió a Luis Suárez, Federico Valverde y Nahitan Nández.
Por Nández entró Varela, que ya jugó dos mundiales pero no había jugado jamás como titular en eliminatoria, Bueno fue titular. Cáceres se lesionó a los dos minutos y debió entrar Marichal enseguida. Emiliano Martínez sustituyó a Valverde y Olivera a Suárez.
Fue demasiado hándicap para enfrentar a una Venezuela que ha mejorado mucho y de local se tenía fe. Los celestes tuvieron solamente dos remates al arco en cada partido y por el contrario los rivales realizaron seis jugadas de gol claras. Estuvimos más cerca de perder los dos partidos que de ganarlos.
En el segundo tiempo llegaron cambios que no cambiaron mucho. Torres por Brian no sumó demasiado y salió antes del final por Fonseca. Merentiel sustituyó a Araujo y Olivera pasó a la punta. Sarachi que en Boca es lateral entró por Pellistri para mantener el empate.
No creo que haya en el mundo una sola selección que soporte entre 12 y 15 bajas. Hoy casi no quedaban titulares, o al menos faltaban los más importantes. Hace varios partidos que Maxi y Pellistri no hacen la diferencia y Ugarte quedó solo contra el mundo.
Rochet salvó 3 goles ante Paraguay y 2 ante Venezuela. En teoría el futbol de Bielsa es ofensivo pero lo mejor de Uruguay fue el golero, lo que exime de mayores comentarios. Con tantas ausencias se extrañó un futbolista como Leo Fernández para buscar un gol de pelota quieta. Pero ni eso tuvimos.
Si analizamos los partidos jugados últimamente, venimos de cinco partidos seguidos sin ganar.
Empatamos con Brasil aunque ganamos por penales. Fue 0 a 0. Perdimos con Colombia 1 a 0, empatamos con Canadá 2 a 2, y ahora dos empates 0 a 0. Desaparecieron los goles, la presión alta, la intensidad. Ya no hay sorpresa, se fue apagando esta selección que salió tercera en la Copa América y descendió al tercer puesto en la Eliminatoria. Con los cracks o sin los cracks apenas dos goles a favor en cinco juegos y fueron ante Canadá. Ni a Brasil, Colombia, Paraguay y Venezuela.
Esperábamos otra cosa. Habrá que aguardar el retorno del equipo original y será en noviembre.
Luis Suárez merecía una fiesta como la que se realizó
Lo vivido en torno a la despedida de Luis Suárez fue muy emotivo. El propio jugador aprovechó para direccionar el homenaje que la AUF le quería hacer hacia un homenaje colectivo para la llamada “Generación Sudáfrica 2010” que tuvo su brillo máximo en la Copa América ganada en Argentina 2011.
Hace varias décadas existía en televisión un programa llamado Cante y Gane conducido por la inefable dupla de humoristas y conductores compuesta por Cacho de la Cruz y Alejandro Trotta. El concurso de cantantes se definía por aplausos de la tribuna, que por cierto se llenaba de hinchas, familiares y amigos que intentaban incidir en una máquina llamada “aplausómetro” que marcaba con una aguja la intensidad del sonido, mientras muchas veces Cacho se enojaba y lo hacía repetir porque “no vale gritar, solamente aplausos”.
El “aplausómetro” volvió y quiero destacar algunos casos que dieron la nota en el homenaje que se realizó luego del partido. Los más aplaudidos fueron los abrazos de Suárez con el Cebolla y Gargano (seguramente porque se destacaba la rivalidad clásica y la amistad), el Ruso Pérez que tal vez fue el más largo, los capitanes Lugano y Godín, y finalmente los dos ganadores para Cacho y Trotta hubiesen sido el Maestro Tabárez y Diego Forlán.
Luis Suárez estuvo incómodo siempre con Bielsa, tanto que no lo nombró ni en la conferencia ni en su alocución final. Como contrapartida, destacó el proceso de Tabárez, mencionó a los colaboradores directos haciendo hincapié en los más humildes como Minguta y Ferreira. Tiró un palo para la limpieza que hizo el DT en el Complejo destacando a los escasos tres sobrevivientes como los definió y se mostró siempre como parte de algo que se define con la famosa frase del Maestro de “el camino es la recompensa”. Incluso los futbolistas actuales lucían una camiseta que tenía un logo que decía “Fin de una era”.
Mientras esto sucedía, Biela no tuvo la delicadeza siquiera de quedarse dentro del campo de juego para aplaudir lo que sucedía o al menos verlo. Se encerró en el vestuario y estoicamente esperó para que arrancara 58 minutos después la conferencia de prensa, en la que mostró una parquedad que denotaba su doble molestia. Ni el resultado ni la fiesta le cayeron bien al DT. No se dignó siquiera a saludar a Tabárez, que algo ha hecho por la selección y el Complejo Celeste. Quedó confirmado todo lo que hemos escrito sobre él en estas páginas.
Un detalle importante fueron los videos de Messi y Neymar, los mejores de su época y compañeros además de amigos. No cualquiera puede generar eso. También apareció el Loco Abreu, ídolo y amigo casi padre de Lucho. Por último la presencia de Enzo Francescoli selló una relación del niño Suárez que quería ser como el gran campeón de los 80 y 90.
Luis Suárez en una sola noche homenajeó a su propia era y reconoció a la anterior que lideró Enzo Francescoli. Me pareció genial. Sobre todo para que aprendan quienes viven con espíritu refundador.
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