El viernes 8 de abril comenzará la edición n° 77 de la Vuelta Ciclista. Más de 130 ciclistas participarán de esta carrera que recorrerá la geografía del país, tocando pueblos y ciudades y derramando en su economía. El presidente de la Federación Ciclista del Uruguay, Pablo Quintana, señaló a La Mañana que alcaldes del interior le manifestaron que la capacidad de alojamiento “está prácticamente agotada” para el día en que se estima que pase la carrera por allí.
Luego de dos años de pausa debido a la pandemia, Uruguay vuelve a tener su tradicional Vuelta Ciclista. Este evento, que tiene tal magnitud para el país que incluso es considerado, a nivel metafórico, el comienzo del año civil, se llevará a cabo en su 77 edición. Es la primera vez que la carrera toma una pausa tan prolongada desde el año 1946, cuando comenzó a realizarse de forma ininterrumpida. Fue creada en el año 1939 por el Club Atlético Policial.
Este año, la Federación Ciclista del Uruguay -organizadores del evento desde el año 1987- se encuentra con altas expectativas de su realización. A pesar de que en enero el brote por omicron los hizo dudar sobre si sería posible o no llevarla adelante, la baja de casos y, finalmente, el levantamiento del estado de situación sanitaria, desató el nudo del evento tan esperado y, a partir del próximo viernes 8 y hasta el domingo 17 de abril, Día de Pascua, pueblos, villas y ciudades del país se unirán a través del pedal.
Para ello ya se encuentran trabajando más de un centenar de personas, según indicó Pablo Quintana, presidente de la Federación, en diálogo con La Mañana. Las tareas de organización incluyen la logística de quienes trabajarán como conductores de motos transportando a los jueces, los señalizadores de obstáculos de la ruta, los choferes de los comisarios, los mecánicos y los conductores de los vehículos neutros. Pero también incluyen a la policía caminera -este año irán dos móviles y doce motos- y quienes se ocupan del protocolo del armado de vallas.
Pueblos agotan su capacidad de alojamiento
El recorrido genera un movimiento y una actividad particular en cada uno de los pueblos que tocará la carrera. Al respecto, Quintana describió: “La vuelta mueve un montón a cada una de las localidades, y va más allá de la caravana dado que a veces se instala durante un día o un par de horas, derramando sobre la economía. Se mueven los comercios, las estaciones de servicio e incluso la gente se contagia y sale a la ruta, generando un movimiento importante. Esta edición, además, tiene la particularidad de que no se sale y se llega desde las capitales, sino que muchos puntos son localidades y eso es importante”, indicó. Asimismo, indicó: “Para esos pequeños pueblos es importante. Lo sabemos porque hemos hablado hace algunas horas con algunos alcaldes y nos han dicho que para ese día prácticamente no tienen más alojamiento en la localidad gracias a la presencia de la vuelta”.
De carácter nacional pero con participación extranjera
Todo este trabajo será necesario para la competencia de 130 inscriptos. Si bien la mayoría de los pedalistas son uruguayos -debido a que este año la carrera no está inscrita en el calendario internacional de la Unión Ciclista Internacional- sí se inscribieron tres equipos extranjeros (lo máximo permitido para una carrera nacional), dentro de los cuales participarán personas de diversas nacionalidades. En concreto, competirán ciclistas provenientes de Nicaragua, Colombia, Canadá, República Dominicana, Argentina y Brasil. Funvic, el equipo perteneciente a este último país, también dirá presente, aunque no competirá Magno Do Prado Nazaret, quien ya ganó 13 ediciones de la carrera. A nivel nacional estarán los clásicos equipos de Uruguay, como Cerro Largo, El Amanecer o el Club Ciclista Fénix, entre otros. Quintana también señaló que “hay equipos uruguayos que se han reforzado con algún extranjero también para tener la posibilidad de pelear alguna etapa o la clasificación general individual”.
Diez etapas, dos pruebas contrarreloj y el gran premio Sprinter en homenaje a Joanicó
Las etapas serán las siguientes. Se partirá el viernes desde la Intendencia de Montevideo y se pasará por Punta de Rieles, Pando y Empalme Olmos para conectar, a través de las rutas 8 y 9 con Pan de Azúcar. Luego se continuará hasta la ruta 12, pasando por Solanas en la ruta 10, Punta del Este y Maldonado.
La segunda etapa unirá Maldonado con Punta del Este, Manantiales y La Barra, y a través de la ruta 104 se llegará a Rocha, desde donde se irá a La Paloma y se volverá a la capital rochense.
La tercera etapa irá por Aiguá, Mariscala, José Pedro Varela, Treinta y Tres y finalizará en Vergara. La cuarta etapa se largará en el Lago Merín, irá hacia Río Branco y culminará en Melo, donde habrá una contrarreloj individual de ocho kilómetros. La quinta etapa irá desde Melo a Tacuarembó. En este recorrido se pasará por Ansina, sobre la ruta 26. Será la única población que se verá a lo largo de 200 kilómetros de ruta solitaria. La sexta etapa unirá Tacuarembó con Paysandú. La séptima, Paysandú con Mercedes, y la octava con Ombúes de Lavalle -donde se disputará una competencia contrarreloj individual- con Trinidad, pasando por Cardona. La novena etapa irá de Andresito a Durazno. La última etapa irá por ruta 5 pasando por Sarandí Grande, Florida y Canelones -donde en Joanicó se realizará el premio Sprinter en homenaje a los 250 años de la fundación de esta ciudad- y luego se volverá a Montevideo para culminar desde el punto de inicio.
La Mañana: una historia dando aliento a los ciclistas
Nuestro medio tiene una rica historia en la participación de la Vuelta Ciclista, no sólo marcando presencia con sus coberturas, sino también como sponsor de la misma. Alfredo di Bello, quien ingresó en el año 1962 a La Mañana y El Diario, realizó una larga trayectoria personal y profesional en el medio, destacándose en la sección de Distribución y Ventas. Di Bello pasó también por la expedición, administración, cobranza, venta y marketing. Esta última área incluía las actividades de promoción, dentro de las que estaba la Vuelta Ciclista, en la que dijo presente desde el año 1975 hasta el año 1982. De esas ediciones guarda entrañables recuerdos, dijo en conversación con La Mañana, en los que figura el destacado ciclista Atilio François. Fue justamente con el “León de Carmelo”, con quien Di Bello colocaba los carteles de La Mañana que daban aliento a los corredores y que indicaban que se estaba a pocos kilómetros de la meta.
Di Bello recuerda también al fotógrafo Fernando Di Lorenzo, conocido como “el adivino” por su capacidad de traducir, a través de los baches de la carretera, donde habría alguna caída de un ciclista, puntos que aprovechaba para tomar particulares fotografías.
Por ese entonces, recordó el entrevistado, el equipo de La Mañana que cubría la Vuelta Ciclista incluía a diez personas. “Íbamos gente con experiencia en dos vehículos. Había que correr la Honda para enviar los rollitos de las películas con las fotos y las notas. Era complicado porque había que tratar que los compañeros tuvieran la comodidad para escribir en máquina. También teníamos que coordinar los hoteles, adelantarnos al pelotón para ver si estaba todo bien. Había todo un folklore al respecto, dormíamos tres o cuatro horas, pero también era la oportunidad para llegar a muchos pueblos, y allí nos entrevistaban porque era un orgullo para la gente de ese medio que fuéramos ahí. Mientras nos daba el físico lo hacíamos. Lo mejor de todo era el compañerismo que había. La Mañana fue pionero en esto, los directores nos apoyaban y nos exigían, y nosotros respondíamos. Decíamos ‘vamo’ a darle’ y le dábamos’”, recordó.
TE PUEDE INTERESAR