La semana pasada tuve el honor de ser invitado para ser maestro de ceremonias de la segunda edición de la fiesta “Solidaridad a la Cancha” que se realizó en Radisson Victoria Plaza.
Esta fiesta anual la organiza la Agrupación Nostálgicos del Fútbol, que es una sociedad civil sin fines de lucro, que fundó el exfutbolista Nelson Marcenaro (campeón de América y del Mundo con Peñarol 82 y de la Copa de Oro con Uruguay 81).
Esta agrupación nuclea a gente del fútbol que realiza acciones para recaudar fondos con el fin de apoyar a futbolistas retirados que pasan por dificultades económicas.
El evento fue transmitido en vivo por Tenfield a través de VTV Plus y participaron Adriana Laca, Miguel Pastorino y todo el equipo.
La idea de juntar fondos se materializa con la venta de las mesas a empresas que aportan durante todo el año, e incluso con la venta de tickets individuales para poder cenar con los ídolos.
Reclamo e idea
Aprovecho esto para hacer público un reclamo y fundamentarlo.
El fútbol en nuestro país ha demostrado con creces ser el mayor exponente social y cultural del Uruguay para presentarnos en el mundo. No estoy diciendo que sea lo más importante ni lo único. Pero está claro, y se vio hace poco con las consagraciones de Argentina como campeón mundial en Catar y nuestra Sub 20 como campeona del mundo en La Plata, que este deporte genera en lo interno, pero también hacia afuera, una difusión positiva como ningún otro tipo de entretenimiento o hecho cultural parece poder lograr.
Hay quienes sostienen, con razón, que el Estado no puede ocuparse de todo. Pero si el Estado aprovecha los éxitos del más popular de los deportes del mundo, debería hacerse cargo de algunas cosas. De hecho, lo hace con la fantástica organización del fútbol infantil.
Volviendo al tema, es claro que cuando una selección o un equipo uruguayo de fútbol gana un torneo internacional, los gobernantes de turno los reciben y se sacan la foto, los intendentes entregan llaves de sus ciudades, senadores y diputados votan homenajes, entregan medallas, etc.
Por si fuese poco, en el exterior para vender carne uruguaya se invita a los cracs y se ponen fotos y videos de ellos, etc. Cuando hay un congreso de turismo o una expo internacional, se promocionan los títulos mundiales ganados, el Estadio Centenario y su museo que es el más visitado por los turistas que vienen al país, etc. Hay departamentos o ciudades que sacan pecho con las estrellas futboleras nacidas en su suelo, y es lógico.
Si el Estado está en las buenas, está en los festejos, aprovecha el prestigio ganador de nuestros héroes deportivos, entiendo deben estar también en las malas, cuando ya retirados, por la razón que sea precisan ayuda.
Existe una pensión graciable hace años, muy pequeña, y dependiendo de comisiones que analizan hasta la humillación si el favorecido “gana más de cuatro sueldos mínimos”, etc. A veces se precisa algún político amigo para conseguirla.
Debe haber una cifra digna de recompensa en especial para los mayores de 60 años que hayan sido parte de esos planteles gloriosos, o sus esposas en caso de fallecimiento. Si un gran campeón no la precisa, debe poder acceder a ese beneficio y seguramente tendrá algún excompañero en situación difícil como para decidir a quién dársela. Pero lo ganado, ganado está y debe ser respetado.
La fiesta
En primer lugar, quiero recordar que es la tercera ceremonia de este tipo en la que tengo el privilegio de participar. La primera fue en 2017 cuando en el aniversario de Maracaná fueron invitados los planteles completos de todas las selecciones uruguayas que ganaron títulos internacionales desde ese 1950. Claro que cuando el protagonista había fallecido fueron representados por esposas, hijos o sobrinos.
Así fue que se premió por parte de la Legislatura a los campeones del Mundo de 1950, a los campeones de América de 1956, 59, 67, 83, 87, 95 y 2011, a los campeones de América y del Mundo del Peñarol del 60,61, 66, 82 y 87 y el Nacional del 71, 80 y 88 y los campeones de la Copa de Oro de 1981. Fue en el salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo.
Ese evento no tuvo afán recaudatorio pero sí de toma de conciencia de la problemática que viven muchos excampeones, en especial los mayores de 60 años.
El año pasado los que recibieron el reconocimiento en la fiesta fueron Ruben Sosa (bicampeón de América 87 y 95), Venancio Ramos (bicampeón sudamericano Sub 20 1977 y 79, campeón de Copa de Oro, campeón de América y del Mundo con Peñarol 82, campeón de América con Uruguay 83), Rodolfo Rodríguez (campeón sudamericano Sub 20 del 75, campeón de América y del Mundo con Nacional 80, campeón de Copa de Oro, campeón de América 83), Eduardo de la Peña (campeón de América y del Mundo con Nacional 80), Pablo Bengoechea (bicampeón de América con Uruguay 87 y 95), Rubén Paz (bicampeón sudamericano Sub 20 del 77 y 79, campeón de Copa de Oro), Hebert Revetria (campeón sudamericano Sub 20 del 75), Fernando Alvez (bicampeón sudamericano Sub 20 del 77 y 79, campeón de Copa de Oro, campeón de América 95 ), Walter Olivera (campeón de Copa de Oro, campeón de América y del Mundo 82, campeón de América con Uruguay 83), Alfredo De Los Santos (campeón sudamericano Sub 20 del 75), Carlos Aguilera (campeón de América 83), Juan Carlos Blanco (bicampeón de América y del Mundo con Nacional 71 y 80), Juan Ramón Carrasco (campeón sudamericano Sub 20 1975), entre otros.
En esta edición los galardonados fueron Daniel “Coquito” Rodríguez (campeón de América y del Mundo con Peñarol 82), José Perdomo (campeón de América con Peñarol y Uruguay 87), Ángel Brunel (campeón de América y del Mundo con Nacional 71), Walter Corbo (mundialista y figura de Peñarol de los 70), Héctor “Indio” Molina (bicampeón de América y del Mundo con Nacional 80 y 88), Jorge “Bomba” Villar (campeón de América y del Mundo con Peñarol 82) , Enrique Saravia (campeón de América y del Mundo con Nacional 88 ), Jorge Seré (campeón de América y del Mundo con Nacional 88 y de América con Uruguay 87) , Jair (campeón de América y del Mundo con Peñarol 82) , Tony Gómez (campeón de América y del Mundo con Nacional 88) , Ricardo “Zurdo” Viera (campeón de América y del Mundo con Peñarol 87 y sudamericano juvenil 79), Wilmar Cabrera (Campeón de América y del Mundo 80, campeón de América con Uruguay 83), Eduardo Da Silva (campeón de América con Peñarol y Uruguay 1987), William “Pato” Castro (campeón de América y del Mundo con Nacional 88), Miguel Falero (campeón de América y del Mundo con Peñarol 82) , Obdulio Trasante (campeón de América con Peñarol y Uruguay 1987) , Daniel Martínez (campeón sudamericano juvenil 1979 y Copa de Oro 1981), Roberto Carmona (record mundial de longevidad jugando profesionalmente) y Antonio Alzamendi (campeón de América con Uruguay 87, campeón de América y del Mundo con River argentino 86).
Momentos de emoción se vivieron cuando fueron ovacionados Domingo Pérez (87 años, bicampeón de América con Uruguay 59 y 67), Luis Gutiérrez (84 años, campeón de América y del Mundo con Peñarol 61) y Juan Carlos Borteiro (80 años, gloria de Rampla).
Otro momento sublime fue cuando dos flamantes campeones del mundo Sub 20 con la celeste, como Anderson Duarte y Rodrigo Chagas, subieron a entregar uno de los reconocimientos a las glorias del pasado. Fue muy fuerte.
Mis felicitaciones para los organizadores como Roberto Namus, Domingo y Diego Cáceres, Dámaso Clavijo. Son muy generosos en llevar adelante todo esto.
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