Después de semanas de regateos en corto, el Gobierno alemán ha cedido a las exigencias de EE.UU. y ha incluido en el catálogo de sanciones a Rusia la paralización del gasoducto ruso Nord Stream 2 Baltic Sea. Terminada de construir en setiembre, la doble tubería recorre 1.230 kilómetros desde Wyborg, en el oeste de Rusia, hasta Lubmin, cerca de Greifswald, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Ha costado más de 10 mil millones de euros y está lista para hacer fluir 55 mil millones de metros cúbicos de gas al año hasta los depósitos alemanes.
ABC, España
La invasión de las tropas rusas en Ucrania ha disparado las alarmas entre los ganaderos españoles. Este país lleva años siendo el granero de Europa: una gran parte de los productos agrarios que alimentan a su cabaña proceden de los campos ucranios. Los productores temen que el encarecimiento de los costes y posibles cortes de suministro de materias primas que el conflicto pueda provocar mermen aún más su actividad, ya fuertemente afectada en el último año por la inflación de la energía y de los fertilizantes (el metano es esencial para su producción). España es un país deficitario de cereales, es decir, necesita más de los que produce. Según los datos del Ministerio de Agricultura, es el segundo cliente de Ucrania con respecto a la compra de maíz (se adjudica un 14% de todo lo que Kiev exporta) y de leguminosas de grano (con una cuota de mercado del 17,5%).
El País, Madrid
No debemos equivocarnos. Las medidas anunciadas el sábado por la noche por Estados Unidos, la Comisión Europea y los principales países del continente (además de Italia, Francia, Alemania y Gran Bretaña) no son solo una represalia por el ataque de Rusia a Ucrania. No son solo un intento de obstaculizar las actividades empresariales de los oligarcas o de reducir la tasa de crecimiento del país en manos de Vladimir Putin. No, son un acto de guerra… Rusia está ahora paralizada financieramente, sus bancos llevados a la insolvencia, el rublo lanzado a una espiral hiperinflacionaria, la opinión pública e incluso los oligarcas y las élites del régimen desplazados a posiciones hostiles hacia Putin, que será el gran culpable del empobrecimiento del país.
Federico Fubini, en Corriere della Sera, Italia
TE PUEDE INTERESAR