Las negociaciones del gobierno uruguayo con su par chino por el Tratado de Libre Comercio (TLC) generan perspectivas alentadoras para varios sectores de la economía. La concreción de este acuerdo puede ser una posibilidad para apuntalar la industria pesquera, según dijo Rozman a La Mañana. El ejecutivo se refirió al vínculo entre ambos países y destacó las oportunidades de inversión que se pueden generar a futuro.
¿Cómo define hoy la relación de Uruguay con China?
Está en un plano excelente. Nosotros le hemos exportado a China mucho más este año que el año pasado y el anterior. Le exportamos más carne que Argentina, lo cual es increíble, porque ellos tienen 10 veces el número de vacunos y ovinos que tenemos nosotros, pero están haciendo las cosas bastante mal, por lo menos, con respecto a China, poniéndoles restricciones e impuestos a las exportaciones de carne, de soja, mientras que Uruguay, todo lo contrario. Son dos mundos diferentes. Tenemos algún problema con los chinos cada vez que hay una huelga de trabajadores en el puerto, pero las relaciones entre los gobiernos son muy buenas.
¿Qué opinión le merece la posibilidad de que Uruguay concrete el TLC con China?
A mí me parece que si podemos concretar un TLC con China va a ser un antes y un después de la historia comercial de Uruguay, realmente sería fantástico. Yo veo lo que pasó después del TLC (que firmó el país asiático) con Perú, con Chile, con Costa Rica, y no solo las exportaciones han subido muchísimo, sino también las inversiones. Hoy en Uruguay no tenemos una inversión de China que sea significativa.
¿Este tratado puede abrir esas oportunidades de inversión?
Yo estoy convencido de que sí, porque les da posibilidades a los chinos que tienen comercios en China, de ponerles valor agregado a las materias primas, entre otras cosas. Por otro lado, en la parte de comestibles todavía tenemos mucho por andar. Por ejemplo, la industria avícola es un rubro que los chinos compran mucho, pero nosotros, lamentablemente, no estamos exportándoles pollos porque no tenemos los permisos. También tenemos el rubro de la madera, que estamos exportando mucho, y podemos exportar otras cosas que vienen de la parte agrícola, a las que se les puede dar un valor agregado, como la cebada, los lácteos –exportamos leche en polvo de Conaprole, pero no queso-.
¿Qué sectores cree que se van a beneficiar de ese acuerdo?
Todo lo que venga del agro se va a ver favorecido, porque tenemos una trazabilidad muy completa que a los chinos les gusta; somos un país serio con el que se puede comerciar, tenemos una línea de comercio que viene de partidos diferentes y no cambia. Estamos afiliados a esto de la Ruta de la Seda, que es un pensamiento filosófico, pero desde el punto de vista logístico, Uruguay es un punto fantástico para concentrar todos los productos que van hacia Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Perú, entre otros.
¿Preocupa que pueda haber otros sectores perjudicados por ese TLC?
Va a haber muchos sectores perjudicados y va a haber muchos otros que van a ganar, porque si usted está exportando lana con el 8% de arancel y se lo bajan a 0%, ahí va a haber millones de dólares para ponerse a apoyar a empresas que tienen que reconvertirse, como la industria de la vestimenta, los cueros, los zapatos. Si queremos estar, tenemos que pensarlo, porque hoy la industria del calzado tiene que producir millones de pares de zapatos porque los chinos hacen millones, es decir, uno no puede poner una industria de zapatos que haga mil pares por día, porque no alcanzan para exportar a China. Entonces, se puede exportar en otros rubros, siempre que consigamos el capital para hacerlo.
¿Qué rol tiene la Cámara de Comercio Uruguay-China en las negociaciones? ¿Ha aportado estudios o planea hacerlo?
Hemos consultado a nuestros asociados y nos han llamado de Relaciones Exteriores para conocer nuestras ideas. Y constantemente estamos consultando a ver en qué más podemos ayudar. A veces sucede que las intendencias están interesadas en hacer acuerdos con China, pero no pueden, porque por ley es el gobierno el que debe negociar los tratados; sin embargo, podemos ayudarlas a llevar proyectos para que los chinos inviertan acá.
La parte porcina en China es importantísima, los chinos comen porcinos permanentemente y, a pesar de que nosotros tengamos una industria de embutidos porcinos muy buena, todavía no hemos encontrado la manera de llegar. Por lo tanto, tenemos que estar más cerca de China, hacer más contactos ahí, para poder aprovechar eso.
¿Cuáles han sido los resultados de las consultas de la cámara a sus asociados?
En general, hay mucho optimismo y apoyo para que salga el TLC, tanto de importadores como de exportadores. Hay que considerar que probablemente la importación de algunas cosas, como los autos, puede molestar a Brasil o Argentina, con quienes integramos el Mercosur, pero ese es uno de los temas que vamos a tener que resolver: cómo negociamos dentro del bloque para poder negociar con China.
¿Qué puede decir sobre la crisis logística internacional? ¿Cómo ha afectado al Uruguay?
Ese es un problema muy serio, porque se ha reducido muchísimo la cantidad de barcos que vienen a esta región, sobre todo, a Uruguay. Hay dos razones. La primera es que nuestro país ha tenido problemas en el puerto, entonces sucedió que algún barco que venía con mercadería no fue descargado y se retiró con todo lo que tenía. En segundo lugar, Argentina le está comprando mucho menos a China por los problemas que mencionaba antes, por lo tanto, los barcos que iban al vecino país tampoco nos ayudan. Y a algunas navieras no les conviene venir al sur porque no hay suficiente tráfico.
¿Es complicado vislumbrar una salida para esta crisis?
Nosotros no podemos influenciar mucho en lo que hacen Argentina y Brasil, aunque a este último siguen yendo porque tiene un comercio altísimo con China.
¿Se prevén inversiones portuarias o en el sector pesquero? ¿Qué se sabe de eso?
Hay posibilidades en el sector pesquero. Nosotros tenemos una costa muy amplia y en algunos casos les hemos dado el permiso a los japoneses para pescar; hay chinos que también pescan ahí. Antes había una industria pesquera en Uruguay y ahora se puede volver a formar, sobre todo, si tenemos un TLC que nos permita exportar a China pescado sin aranceles.
¿Cómo recuerda su pasado en Tata y sus vínculos con India?
Mis vínculos con India, en general, con Asia, me ayudan mucho para entender a China. No son iguales, no son ni parecidos en muchas cosas, pero son tan diferentes a nosotros, que casi se vuelven muy similares. Ahora estoy en negociaciones para traer una nueva empresa india de tecnología a Uruguay –todavía no puedo adelantar nada-. Esas cosas son muy buenas; va a ser una contribución para Uruguay.
Como integrante de Endeavor, ¿qué análisis hace del ecosistema emprendedor uruguayo?
Me parece muy bueno, muy fuerte. Yo soy el presidente de Xeniors, una fundación que ayuda a emprendedores de más de 50 años a crear empresas. Me parece que eso es muy importante para Uruguay porque la gente de esa edad hoy tiene mucha cabida para poder crear emprendimientos y llevarlos a cabo. Hemos creado más de 100 empresas, eso es muy bueno para el país, porque la gente sigue pagando el seguro social. Endeavor hace mucho que lo está haciendo para otro nivel de gente, pero hay que hacerlo a todo nivel.
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