La semana pasada culminó la presentación de resultados de los bancos españoles, ofreciendo una ventana para comprender los efectos económicos y financieros del primer año de la pandemia. En algunos casos, como el de Santander, la información también permite apreciar el comportamiento del sistema bancario uruguayo del año pasado.
El Banco Santander anunció ganancias por EUR 5.081 millones, 38% menos que el año anterior, explicado por un aumento en las previsiones ocasionadas por la pandemia. Una vez más, fue la diversificación geográfica de la institución la que le permitió compensar las dificultades que enfrentan sus filiales en España. En efecto, según expresó la misma presidente de la entidad, Ana Botín, el crecimiento de los negocios en Sudamérica y los buenos resultados en América del Norte ayudaron a compensar el deterioro del negocio en la península ibérica.
En particular, el 2020 fue muy bueno para los resultados del grupo en Uruguay, que alcanzaron EUR 134 millones, un aumento de 8% respecto al 2019, incremento que si se midiera en dólares arrojaría una cifra aún mayor. Según surge de la información presentada a inversores la semana pasada, el banco también mejoró su posicionamiento y cuota de mercado en nuestro país, viendo aumentar sus depósitos en 28%, aunque el crédito solo se expandió un 12%.
Por su parte, en 2020 BBVA reportó ganancias de EUR 1.305 millones, un 63% menos que el año anterior, consecuencia también de los mayores niveles de provisiones para hacer frente al deterioro de créditos. La abrupta caída de ganancias en el caso de BBVA se explica en parte por una pérdida de EUR 2.084 millones que debió registrar el año pasado como consecuencia de la venta de sus operaciones en EE.UU.
Al igual que en el caso de Santander, la mayor caída de ganancias de BBVA se produce en España, registrando una reducción de beneficios de 56%, comparado con la reducción registrada para sus operaciones en América del Sur de 23%. Respecto a la región, la novedad es que el grupo bancario español se retira de Paraguay, vendiendo sus operaciones en ese país al Banco GNB Sudameris, sujeta a la autorización de los reguladores. GNB pertenece al Grupo Gilinsky, el mismo que intentó adquirir la operación de HSBC en Uruguay en 2012, operación que no resultó aprobada por las autoridades que dirigían el BCU en la época.
En su conjunto, los seis principales bancos españoles presentaron pérdidas en sus filiales españolas por más de EUR 5 mil millones en 2020. La nota positiva sin embargo es que el crédito se expandió en 2020 por primera vez desde la Crisis Financiera Global, explicado principalmente por los créditos otorgados con la garantía del Estado, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Anticipándose al deterioro de resultados, en diciembre del año pasado el Banco de España anunció que limitaría como medida preventiva los pagos de dividendos a 15% del resultado acumulado de 2019 y 2020.
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