No se puede perder tiempo especulando cuándo va a terminar la pandemia, dilatando medidas necesarias
“Aunque el número de casos y el número de muertes disminuyan gracias a las vacunas y a las medidas sanitarias, el mundo podría pasar de una pandemia aguda a una crónica. Los gobernantes deberían prepararse para una pandemia crónica en lugar de perder un tiempo precioso especulando sobre su incierto punto final”.
Mónica Baumgarten de Bolle, economista brasileña, senior fellow del Peterson Institute for International Economics, Washington, DC.
El desafío a corto plazo no es la deuda pública sino mantener al mayor número posible de empresas y trabajadores en buen estado
Es importante distinguir entre los desafíos a corto y a mediano plazo. A corto plazo, en este entorno de tipos de interés extremadamente bajos, el desafío no es el nivel de endeudamiento, sino garantizar que la economía europea supere la pandemia manteniendo el mayor número posible de trabajadores y empresas en buena forma y que haya una recuperación sostenida. Solo una vez que esto se haya logrado, en un momento muy posterior, deberíamos volver a pensar en los desafíos habituales de la política fiscal. Ahora el enfoque claramente debe estar en superar esta fase pandémica y tener una buena recuperación.
Philip Lane, economista jefe del Banco Central Europeo, en entrevista con Expansión (España)
Las tasas de interés reales cercanas a cero permiten niveles de deuda mucho mayores
El mundo es diferente de lo que era antes de la crisis de 2007-09. En los años 80 y 90, las tasas de interés reales eran positivas y, en algunos países, elevadas. Un gobierno con grandes deudas tenía que pagar una parte considerable de su presupuesto en intereses cada año. Era dinero que no se gastaba en sanidad, educación, bienestar o infraestructuras. En esa situación, la mayoría de los economistas -incluso los progresistas- aconsejaban prudencia. Hoy, con el tipo de interés real a cero o por debajo de cero, un país en la misma situación debe hacer pagos de intereses reales cercanos a cero. Por lo tanto, no es de extrañar que respetados economistas, como Olivier Blanchard del MIT, sostengan que unos tipos de interés bajos y sostenidos permiten una deuda pública mucho mayor.
Andrés Velasco, exministro de Hacienda de Chile durante el gobierno de Michelle Bachelet. Actualmente es Decano de la Escuela de Políticas Públicas del London School of Economics
La austeridad fiscal no es conveniente ni rentable en la coyuntura actual de tasas de interés casi cero
Una aplicación mecánica de las recetas macroeconómicas actuales podría implicar un ajuste fiscal en algunas economías de la zona del euro que serían gravemente perjudiciales desde el punto de vista de la sociedad, la economía y la política monetaria. La evidencia muestra que la austeridad no es rentable en momentos de crecimiento débil, incluso en casos en que la deuda ya sea elevada. Apoyos fiscales específicos mejorarán, en lugar de perjudicar, la dinámica de la deuda en el futuro, al contribuir a reducir las cicatrices dejadas por la pandemia. Hay también otra razón por la que un retorno demasiado mecánico a niveles de deuda más bajos puede ser el camino equivocado. A menudo los recortes de gastos suelen ser los que más afectan a la inversión, y reducir aún más la inversión pública desde estos niveles ya bajos sería un error costoso. Nuevas investigaciones muestran que muchas inversiones, en particular en educación e infraestructuras, se amortizan incluso con tipos de interés reales mucho más altos que los vigentes en la actualidad.
Isabel Schnabel, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo, durante una conferencia llevada a cabo la semana pasada en Frankfurt (Alemania)
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