El gerente general de República AFAP, Carlos Matyszczyk conversó con La Mañana acerca de la revisión del sistema de previsión social que está en debate y explicó cuál debe ser el rol de las AFAP en ese contexto. También expuso su punto de vista sobre los cambios que deberían implementarse en dicha reforma.
¿Qué opinión tiene acerca de la reforma de la seguridad social que se plantea llevar a cabo?
Es una iniciativa muy oportuna. Los aportes de los trabajadores y empleadores no alcanzan para financiar las actuales jubilaciones en BPS ni los retiros de policiales y militares, y por eso toda la sociedad contribuye con impuestos para pagar esas jubilaciones.
Esa contribución es, en puntos del PIB, 4,9 para el BPS, 1 para los militares y 0,4 para los policiales, lo cual arroja un total de 6,3% del PIB.
Si unimos eso al endeudamiento del país, al déficit fiscal y a la necesidad de concentrar la inversión futura del país en la primera infancia, la adolescencia y la juventud, queda claro que la iniciativa es más que oportuna.
¿Cuál debe ser el rol de las AFAP en ese aspecto?
Uruguay tiene desde 1996 un único sistema previsional formado por dos regímenes que coexisten: el régimen de reparto, administrado por el BPS, y el régimen de capitalización, administrado por las AFAP. El foco de la reforma es la falta de sustentabilidad financiera del primero. El segundo, en tanto, no tiene problemas de sustentabilidad por su propio diseño.
Sin embargo, sí tiene oportunidades de mejoras de normativas que hoy perjudican al trabajador y que, de corregirse, permitirían financiar una mejor jubilación por el régimen de capitalización, con el consecuente alivio financiero que eso podría significar en el régimen de reparto. Por eso las AFAP deben ser incluidas y, de hecho, ya fuimos invitados.
¿Qué cambios propone para esa revisión?
Creo que se debería propiciar una administración más eficiente del portafolio autorizando la inversión en renta variable internacional (acciones de empresas) en el exterior.
En caso de que se aumente la edad de jubilación, es razonable pensar en un horizonte temporal más amplio para el subfondo de acumulación, y por tanto sería interesante autorizar que mayor parte que la actual se pueda invertir en este nuevo destino.
“Como proveedores de rentabilidad, en estos 24 años el rendimiento logrado ha sido del 7,5% en UI, que es realmente muy alto, y en los últimos tres años, con tasas bajísimas internacionales y locales, el rendimiento sigue siendo muy bueno y supera el 4% en UI”
Simultáneamente, con inversión en el exterior sin restricción de activos, se lograrían multifondos con grados bien diferenciados de riesgo, y en este sentido sería importante la creación de un tercer subfondo con perfil de mayor riesgo y rentabilidad para una administración más eficiente del portafolio de los jóvenes que recién ingresan al sistema.
También sería bueno que a través de la reforma se incentivara el ahorro previsional voluntario.
¿Cómo evalúa el funcionamiento del sistema de las AFAP?
Las AFAP proveen un servicio de dos componentes: asesoramiento y rentabilidad, y en ambos la performance es muy buena.
Como proveedores de rentabilidad, en estos 24 años el rendimiento logrado ha sido del 7,5% en UI, que es realmente muy alto, y en los últimos tres años, con tasas bajísimas internacionales y locales, el rendimiento sigue siendo muy bueno y supera el 4% en UI.
Pero, además, la existencia del sistema mixto permitió aliviar las finanzas del BPS, ya que el compromiso que este asume en el sistema es el de pagar una prestación que se calcula en base a un salario básico jubilatorio menor.
De no haber existido la reforma de 1995, la situación de sustentabilidad financiera que hoy se pretende abordar como uno de los objetivos de la reforma previsional, sería absolutamente más compleja.
La gerente general de Unión Capital AFAP, María Dolores Benavente, propuso en entrevista con La Mañana “que la comisión de administración se deje libre o se fije de acuerdo a un parámetro que puede fijar la Universidad de la República o un promedio de las comisiones del mercado –no como hoy, que se fijan por la comisión de la AFAP de capital estatal-”. ¿Sería una medida pertinente?
La práctica regulatoria aplicada actualmente para la comisión no es buena porque permite, en una actividad con economías de escala, que la AFAP de mayor tamaño comprometa el resultado económico de algún competidor.
Si el diseño institucional de cualquier sistema debe regular la interacción entre sus componentes, estaríamos frente a un problema de calidad de ese diseño.
Corresponde aclarar que República AFAP nunca actuó con el objetivo de comprometer el resultado económico de algún competidor, pero la efectividad de la regulación y la institucionalidad no deben depender de las personas que tomen las decisiones, sino que deben ser efectivos para cualquier tipo de persona tomando las decisiones.
“La práctica regulatoria aplicada actualmente para la comisión no es buena porque permite, en una actividad con economías de escala, que la AFAP de mayor tamaño comprometa el resultado económico de algún competidor”
También corresponde aclarar que lo que dije antes no significa que las comisiones no deban ser reguladas. Tanto la experiencia local como internacional demuestra que la competencia en este sector de actividad no es efectiva para bajar el precio y que los agentes no se autorregulan, con la consecuencia negativa que una comisión elevada tiene para la legitimación social del sistema.
Benavente, por otro lado, opinó que “hoy hay mucha concentración en la AFAP de capital estatal y eso no es bueno”. ¿Qué opina al respecto?
La concentración de cualquier mercado encierra siempre el riesgo potencial de que el jugador dominante abuse de su posición. Este no es el caso de las AFAP, donde la concentración se da porque el consumidor prefiere en mayor medida la estructura de oferta de República AFAP frente a la de los competidores. Esto no es solo una afirmación mía, porque el BCU como regulador dispone de todos los elementos para detectar cualquier práctica abusiva.
Sin embargo, se puede pensar que es un problema potencial y que el regulador debe actuar para corregirlo, lo que significaría que asigne a los afiliados de oficio con un criterio diferente al actual (ya que esta es la única medida regulatoria que hoy estaría alentando esa concentración).
Pero se debe tener presente que, con las comisiones actuales, asignar a los afiliados de oficio con un criterio diferente es actuar en contra del interés del afiliado. Esto es así porque para todo afiliado que ingrese al sistema, es más conveniente a efectos de maximizar su jubilación que comience en la AFAP de menor comisión.
Un tiempo después puede cambiar, y para continuar maximizando su jubilación debe elegir la que crea que le dará la mayor rentabilidad futura; ese tiempo depende de las comisiones y rentabilidades de las distintas AFAP y actualmente se ubica en un entorno de cinco a seis años.
“En las AFAP la concentración se da porque el consumidor prefiere en mayor medida la estructura de oferta de República AFAP frente a la de los competidores”
Frente a esta realidad es claro que la regulación actual privilegia la conveniencia del afiliado y “soporta” para esto cierto incremento de la concentración.
Ahora, si el incremento en la concentración llegara a ser muy preocupante para el regulador, habría una solución para contemplar simultáneamente que no se perjudique al afiliado y que se evite la concentración. Para eso el regulador debería tomar dos medidas: que todas las comisiones fueran iguales (tal vez calculadas por la Universidad de la República) y asignar los afiliados de oficio con cualquier criterio diferente al actual, porque en ese caso ya no estaría perjudicando al afiliado.
República AFAP fue premiada como “Empresa de Trayectoria Excelente” por la Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad. ¿Qué significado tiene ese galardón para la institución?
Cuando una empresa funciona en base a un modelo de gestión equilibrado, que contempla las expectativas de los diferentes grupos de interés, un reconocimiento así no tiene significación solo para la empresa.
Yo imagino que es una muy buena noticia también para nuestros afiliados, porque saben que confiaron sus ahorros a una empresa bien gestionada; para nuestros accionistas, porque pueden estar tranquilos respecto a la continuidad de su empresa; y en buena medida, para toda la sociedad.
Es un hecho de mucha relevancia para todos los integrantes de este equipo que ven coronado de la mejor forma el importante esfuerzo que cada uno de nosotros realizó desde su lugar de trabajo para obtener este resultado, este premio, que naturalmente es de todos.
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