Tras décadas de experiencia en investigación, análisis y asesoramiento sobre la economía, las finanzas, la industria, el comercio y la inversión de Indonesia, Fajar Hidayat es actualmente socio gerente de Trade-off Indonesia, una firma de asesoría económica y comercial con sede en Yakarta. En una entrevista que brindó a La Mañana, el experto explicó la estrategia económica de su país de origen y su relación con la teoría de la dependencia del economista argentino Raúl Prebisch. Por otra parte, destacó el “significativo” potencial de la cooperación económica sur-sur para contribuir al desarrollo.
En una columna reciente para The Diplomat, usted se refiere a las políticas económicas del presidente de Indonesia, Joko Widodo. ¿Cómo caracterizaría la actual estrategia económica de Indonesia? ¿Existe una línea de conexión con las políticas económicas del expresidente Sukarno en los años 50 y 60?
La estrategia económica actual de Indonesia se basa en gran medida en la visión del presidente Widodo de transformar al país en una nación desarrollada. Indonesia aspira a convertirse en la cuarta economía más grande del mundo para 2045, cuando cumpla 100 años de independencia. Hay tres estrategias clave: mejorar la conectividad económica a través del desarrollo de una amplia infraestructura; implementar reformas regulatorias económicas para simplificar las licencias comerciales y agilizar las regulaciones a través de la adopción de la ley ómnibus sobre creación de empleo; y seguir políticas industriales que se centren en la producción nacional, la sustitución de importaciones y manufactura orientada a la exportación.
Estas estrategias logran un equilibrio entre la industrialización que mira hacia adentro para satisfacer la demanda interna y la que mira hacia afuera para promover las exportaciones. Para fomentar la industrialización, el gobierno impulsa la inversión extranjera directa al ofrecer incentivos como exenciones fiscales y el desarrollo de nuevas zonas industriales. La administración del presidente Widodo ha sido particularmente agresiva en la atracción de inversiones extranjeras en comparación con las administraciones anteriores.
Estas estrategias difieren significativamente de las políticas económicas del expresidente Sukarno en los 50 y 60, cuando Indonesia adoptó una economía cerrada y un nacionalismo económico, limitando la participación extranjera en la economía del país mediante la nacionalización o la adquisición de numerosas empresas extranjeras. Este contraste surge de los diferentes contextos y desafíos que enfrenta Indonesia.
¿Cuál es el contexto actual que justifica la necesidad de una mayor apertura?
En la actualidad, Indonesia no tiene más opciones que abrir su economía para beneficiarse de la globalización y la participación en las cadenas de valor globales. Además, el país necesita inversión extranjera debido a la limitada acumulación de capital nacional. En tanto, durante las décadas de 1950 y 1960, Indonesia se centró en la construcción de la nación independiente luego de 1945 y en salvaguardar la armonía nacional en medio de las rivalidades políticas internas y las tensiones externas de las grandes potencias de la Guerra Fría. El fuerte enfoque de Sukarno en asuntos políticos debilitó un poco la economía del país, lo que llevó a un bajo crecimiento, alta inflación y deterioro del bienestar.
En su artículo sugiere que el presidente Widodo podría estar rejuveneciendo la “teoría de la dependencia” atribuida al economista argentino Raúl Prebisch. ¿Cómo es eso?
Esa teoría utiliza el supuesto de una dicotomía periferia-centro para explicar las crecientes disparidades entre los países subdesarrollados del sur global (periferia) y los países desarrollados del norte global (centro). Los recursos fluyen desde los países periféricos hacia los países centrales más ricos, lo que lleva al enriquecimiento de estos últimos a expensas de los primeros.
Prebisch, pionero en esta teoría, argumentó que el desarrollo económico de los países latinoamericanos se ve obstaculizado por su dependencia de las exportaciones de commodities, que están sujetos a las fluctuaciones de precios en el mercado mundial, y propuso que estos países deberían industrializarse y diversificar sus economías para reducir la dependencia de las exportaciones de commodities y promover el crecimiento económico.
La teoría de la dependencia sugiere que la exportación de materias primas de bajo valor puede atrapar a los países en un ciclo de subdesarrollo. Los países pobres se ven obligados a vender sus materias primas a precios más bajos en comparación con los productos manufacturados que venden los países desarrollados. Este desequilibrio estructural perpetúa el subdesarrollo en los países del sur global. Los bajos precios recibidos por las materias primas dificultan que estos países acumulen capital e inviertan en industrialización y diversificación económica.
¿Cuál es la relación entre la estrategia económica de Indonesia y la teoría de la dependencia?
Hasta cierto punto, la estrategia económica de Indonesia se alinea con los principios de la teoría de la dependencia, particularmente en lo que respecta a la transformación de materias primas para una industrialización de mayor valor agregado. Bajo la presidencia de Widodo, Indonesia rejuvenece esta teoría mediante la transformación de sus industrias nacionales aprovechando sus abundantes recursos naturales como materias primas. Como país en desarrollo, Indonesia aspira a ir más allá de la mera exportación de materias primas.
Desde 1950 hasta 2020, Indonesia dependió en gran medida de la exportación de commodities de bajo valor agregado como minerales en bruto. Esta dependencia hizo que el país fuera vulnerable a las fluctuaciones de precios en el mercado global, la generación de ingresos relativamente baja, y obstaculizó su potencial para un mayor y mejor crecimiento económico. En consecuencia, Indonesia luchó por avanzar en las cadenas de valor, industrializar su economía, y quedó atrapada en un estado de subdesarrollo persistente.
¿Existe una posibilidad real de que la cooperación económica sur-sur logre el hasta ahora esquivo desarrollo de nuestros países?
La cooperación económica sur-sur se refiere al intercambio de recursos, tecnología y conocimientos entre los países en desarrollo del sur global. Abarca diversas áreas como el desarrollo agrícola, los derechos humanos, la urbanización, la salud y el cambio climático. Varias iniciativas exitosas ejemplifican la cooperación sur-sur. Por ejemplo, Cuba brindó apoyo para combatir el ébola en África Occidental, México compartió su experiencia en la diversificación de productos de maíz para mejorar la salud y la nutrición en Kenia, e India demostró cómo convertir los subproductos del algodón en energía limpia y empleos en Zambia. El potencial de la cooperación económica sur-sur para contribuir al desarrollo es significativo, su éxito depende del compromiso de los países con una cooperación bien coordinada.
¿Cómo están lidiando los países de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean, por su sigla en inglés) e Indonesia en particular con las crecientes tensiones económicas entre Occidente por un lado y China y Rusia por el otro?
Los países de la Asean, incluida Indonesia, han estado “nadando entre dos aguas” en la gestión de sus relaciones con las grandes potencias competidoras. Mientras se involucran activamente con las potencias a través de la cooperación económica, también se esfuerzan por mantener su autonomía estratégica y una posición equilibrada. De esta forma, Indonesia y la Asean pueden beneficiarse de mayores lazos económicos con China mientras preservan sus relaciones estratégicas con los países occidentales en los ámbitos de la política y la seguridad.
¿Cuáles son los principales retos comerciales y económicos?
El principal desafío es lograr un equilibrio en las relaciones económicas externas de la Asean, que han estado dominadas por el comercio con China. Por lo tanto, es crucial que los países de la Asean, colectiva e individualmente, diversifiquen los socios comerciales y de inversión y establezcan acuerdos comerciales con países más desarrollados y en desarrollo. En particular, Indonesia ha estado buscando activamente tal diversificación al negociar e implementar acuerdos comerciales con países en el sur de Asia, Medio Oriente, África y América Latina (Chile y Perú).
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