La aplicación de sanciones a Rusia ha sido un tema central de análisis por sus efectos sobre la economía de este país, pero también sus repercusiones a nivel de los mercados vinculados. Rusia es un actor importante en los mercados globales de productos fundamentales como el gas natural, el petróleo, los fertilizantes y granos, entre otros. Se discute la efectividad de estas sanciones como medida para penalizar y golpear las capacidades financieras y de recursos de Rusia para hacer frente a la guerra.
La mayor parte de los análisis evidencian el efecto que las sanciones pueden tener en términos de socavar la economía, en particular por la afectación del comercio internacional tanto de exportaciones como de importaciones, con emigración y fuga de capitales. A nivel de comercio hubo un impacto tanto en las exportaciones donde se destacan las de insumos y productos claves como el petróleo, el gas natural, los fertilizantes y los granos. En importaciones se ve en equipos de alto nivel tecnológico para el desarrollo de la actividad industrial. En lo que refiere a las emigraciones se marca especialmente la mano de obra calificada y grupos de alto poder adquisitivo que trae aparejado la fuga de capitales.
Un aspecto no menor para tener en cuenta es que Rusia se encuentra plenamente integrada a los mercados globales y muy especialmente a quienes imponen las sanciones. Estos no solo tuvieron que generar excepciones a las mismas haciendo bajar la efectividad, sino que además deben enfrentar los costos sobre sus propias economías. Si comparamos algunos de los efectos en relación de Rusia y Europa, algunos mercados de relevancia reaccionaron de forma mejor para Rusia que para Europa, siendo que para esta última se dispararon precios de recursos fundamentales y cayeron las exportaciones. Mientras tanto, si bien las sanciones tienen un efecto sobre la población civil, la realidad es que el mercado ruso mantuvo los precios con estabilidad, el mercado interno creció para las empresas de este país y hubo transferencias de activos rusos a tasas preferenciales.
En estos días el economista James K. Galbraith publicó un trabajo en el Institute for New Economics Thinking en el que señala la existencia de un acuerdo en las evaluaciones sobre las sanciones y su efectividad en particular de los estudios estadounidenses y europeos en los que se destaca los efectos devastadores a nivel de la economía rusa. Pero el analista que hace una mirada más amplia presenta en detalle un trabajo de la Academia Rusa de Ciencias (RAS) en la que destaca que si bien las sanciones afectaron la actividad económica y generalmente los importantes niveles de riesgos a mediano plazo, la gestión temprana y efectiva de la crisis por parte de los rusos y la implementación de alternativas a los mercados y las actividades claves afectadas permitieron contener los impactos pudiendo sobrellevar la actividad productiva y financiera.
Galbraith concluye que las consecuencias en la aplicación de sanciones no tienen un resultado único, sino que dependen de las condiciones de la economía en la cual se apliquen. Este razonamiento no es ajeno a los análisis integrales que se deben realizar a nivel económico y tienen que ver con la compresión a cabalidad del funcionamiento de los mercados y las economías particulares. Para el caso de Rusia no se concretan los efectos primeros para los cuales fueron diseñadas, ya que las mismas no solo no se aplican en forma estricta, sino que existe una reacción y ajustes por parte del receptor de las medidas. Más concretamente “cuando de imponen a una economía grande, rica en recursos y técnicamente competente, después de un período de shock y ajustes, las sanciones son isomorfas a una política estricta de protección comercial, política industrial y controles de capital”. Los efectos a más largo plazo no están claros y hay muchos riegos, pero la realidad es que no hay una conclusión cerrada sobre la efectividad de las sanciones y en ese tránsito se esperan condiciones cambiantes.
Las sanciones como tal son una herramienta de larga data y una vez más tienen consecuencias y resultados que a menudo difieren del propósito para el cual se diseñaron. La economía global hace que los efectos sean de antemano mucho menos claros, pero dejan lecciones para su diseño e implementación que se repiten como ser que existen un ajuste que hace diferir los impactos en el plazo, que las condiciones económicas son relevantes y condicionan resultados, que los costos son compartidos y que la evaluación de resultados siempre está sujeta a un estándar de medición.
TE PUEDE INTERESAR: