Hace unos días el BCU publicó en su página web su Reporte del Sistema Financiero para el año 2020, el cual presenta datos útiles para comprender las tendencias en el crédito, los depósitos y la rentabilidad del negocio bancario. Por otro lado, el informe proporciona información sobre la solvencia y liquidez del sistema, entre otros parámetros relevantes.
El crédito se siguió contrayendo
Al 31 de diciembre de 2020, el crédito al sector no financiero privado de residentes ascendía a USD 13.518 millones, representando un 33% del total de los activos del sistema bancario consolidado, y marcando una contracción de 1,8% respecto a los niveles del año anterior. La caída en el crédito el año pasado refuerza una tendencia que viene ya desde hace varios años. Sin ir más lejos, al cierre de 2018 este mismo ítem de crédito representaba 38% del activo, evidenciando “una continuación en la tendencia de los últimos años a la disminución del peso de los créditos en línea con la evolución del crecimiento de la demanda agregada”, según el informe del BCU.
El peso de la deuda de las familias aumenta, mientras que las tasas de interés no bajan
El informe arroja escasa información sobre la tasa de interés que pagan las familias bajo las diferentes modalidades. “La tasa correspondiente a crédito en pesos otorgado a familias mantiene un diferencial significativo de 50 puntos básicos entre aquellas operaciones que cuentan con autorización de descuento directo del salario o pasividad y las que no lo tienen”, sostiene el informe. Del gráfico se desprende que las tasas de interés con descuento de haberes rondan entre 25% y 30%, mientras que aquellas sin descuento se movieron en un entorno de entre 75% y 100% en promedio, por lo que el diferencial sería de 5000 puntos básicos y no de 50 como indica el informe. También resulta llamativa la oscilación cíclica de la tasa sin descuento, que puede subir o bajar de un mes a otro en 25%, lo que indicaría que puede existir algún problema en la metodología de cálculo en las tasas de interés promedio.
A pesar de ello, durante 2020 el peso del endeudamiento de las familias continuó su tendencia ascendente. El crédito al consumo con el sistema bancario representa aproximadamente 15% del ingreso disponible de los hogares, cifra que alcanza a casi 20% cuando se incluyen las deudas con las financieras. Cuando se agrega el crédito con destino a la vivienda, el endeudamiento total de las familias representa 31% de sus ingresos. Según agrega el BCU, el aumento del ratio el año pasado se explicó fundamentalmente por la caída en el ingreso de las familias.
El BHU tiene liquidez y patrimonio en exceso, lo que permitiría financiar vivienda
Uno de los elementos que más llama la atención en la estructura del sistema bancario uruguayo es que el Banco Hipotecario no tenga mayores niveles de préstamos, especialmente cuando existen grandes necesidades de construir y financiar viviendas, función económica que otrora recayera principalmente en el BHU. En efecto, el BHU tiene un patrimonio de USD 838 millones, cifra desproporcionadamente elevada para financiar activos de solo USD 1.755 millones. Como resultado, al cierre de 2020 el BHU tenía casi 9 veces la responsabilidad patrimonial neta mínima. A modo de comparación, este excedente era de 2 veces para el BROU y de 1,4 veces para la banca privada. Quizás sea momento de reevaluar el rol del BHU y habilitarlo a que vuelva a cumplir con la función para la cual fue establecido, permitiendo a generaciones de uruguayos contar con vivienda propia.
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