Alrededor de tres cuartas partes de los directores ejecutivos de las empresas que componen el índice Fortune 500 anticipan que en un futuro van a necesitar menos espacio de oficina, según indica una encuesta realizada en mayo de 2021. En Manhattan, la tasa de vacancia de oficinas alcanzó el 16% en el primer trimestre de 2021, el nivel más alto de la última década.
La tendencia al teletrabajo reducirá el gasto en los centros de las ciudades en al menos un 5-10% respecto a los niveles previos a la pandemia, según José María Barrero, del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Nicholas Bloom, de la Universidad de Stanford, y Steven J. Davis, de la Universidad de Chicago. Esto ya ha afectado los niveles de ventas y el valor de los inmuebles en centros urbanos, que constituyen una gran fuente de ingresos para los gobiernos locales. Los pequeños negocios y los vendedores de comida que brindan servicio a los trabajadores de las oficinas también se han visto afectados por esta tendencia. “Parte del reto para las ciudades es averiguar cómo dar otro uso a esos espacios comerciales”, afirma Davis. “Sospecho que algunas ciudades tendrán éxito, pero otras enfrentarán problemas. Las que tengan éxito ofrecerán un conjunto diferente de oportunidades de trabajo… Tal vez existan más lugares orientados al entretenimiento, y logren seguir atrayendo a la gente hacia el núcleo urbano y proporcionen puestos de trabajo a las personas que solían atender a los oficinistas.”
Rebecca Stropoli, en el Chicago Booth Review (Universidad de Chicago)
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