El Banco de la Nación Argentina (BNA) está presente en Uruguay desde hace 60 años. En el marco de una visita a nuestro país, su presidente concedió una entrevista a La Mañana, donde conversó sobre la importancia que tiene la presencia del banco en el territorio uruguayo y el rol de la institución en el desarrollo económico y social de Argentina, con un marcado enfoque en las pymes.
¿Por qué es importante para el BNA estar presente en Uruguay?
El BNA tiene esta sucursal en Montevideo desde hace mucho tiempo; si bien su operación no es de gran escala, ha servido para fortalecer algunos lazos entre empresas argentinas y uruguayas. Al mismo tiempo, dado que el banco es el agente financiero del gobierno nacional argentino, en sus sucursales brinda servicios de importancia para Argentina. En este caso también hemos puesto el foco en nuevas operaciones que están al servicio de actividades económicas acá en Uruguay.
A su vez, hay razones históricas y culturales que nos ligan. Ese seguramente fue el motivo por el cual hace 60 años el BNA decidió abrir esta filial en Montevideo, de la misma manera que el Banco República (BROU) tiene actividad y operación económica en la ciudad de Buenos Aires y forma parte de los lazos y de las necesidades de las dos instituciones. Además, creo que en esta circunstancia es un instrumento importante para la integración y la coordinación entre ambos países. Nuestra operación en la sucursal de Montevideo es pequeña, como decía, pero estamos trabajando para que se amplíe.
¿Está en los planes llevar adelante proyectos relacionados con la integración regional?
Estuvimos conversando con las autoridades locales de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina). Hay un proyecto para hacer un puente entre Monte Caseros y Bella Unión y, si bien la realización está en manos de los organismos internacionales y es competencia de cada uno de los países, nos parece importante prestar los servicios financieros del BNA y lo que pueda ser de utilidad para que la iniciativa se lleve a cabo con la mayor rapidez posible.
¿Cuáles son las principales políticas del banco?
Hemos definido tres ejes fundamentales. El primero es el crédito a las empresas, particularmente a las pymes, un segmento en el que en los años del gobierno macrista el banco estuvo ausente casi por completo.
En segundo lugar, la inclusión financiera, que es un objetivo primordial, puesto que quienes están excluidos de los servicios financieros o no saben utilizarlos, pierden condiciones y atributos de ciudadanía. Es importante que muchos sectores de la economía popular, artesanos o personas que tuvieron siempre empleos sin registrar y que estuvieron ausentes de la inclusión financiera, no lo estén y puedan mejorar sus condiciones de vida.
Por último, la modernización y digitalización del BNA, un proceso en el que avanzamos muy rápidamente. Tenemos una billetera digital que se llama BNA+, que tiene seis millones y medio de usuarios. Sobre este punto también estuve hablando con el presidente del BROU (Salvador Ferrer), de manera que, si les puede ser de utilidad, nosotros podríamos colaborar con nuestra experiencia en esta materia.
El BNA es un banco de desarrollo que, como mencionaba, se enfoca en las pymes. ¿Qué metas se han fijado en ese sentido?
El BNA es un banco de fomento con una política de priorización de crédito a las pymes y de segmentación de crédito que impide tener una colocación predominante en grandes empresas. Pero desde el punto de vista del fondeo, es un banco como cualquier otro, que recibe depósitos y por lo tanto coloca créditos. En ese aspecto está alcanzado por las mismas reglas de juego y compite con los otros bancos. El BNA otorgó créditos a las pymes en los últimos dos años por un monto equivalente al 2% del PIB de Argentina, que es un número significativo, y está contribuyendo con el desarrollo económico.
¿Cómo define el vínculo del banco con el agro?
El BNA siempre ha tenido una relación muy fuerte con el agro, es un banco con una tradición muy potente en ese aspecto. Desde la pandemia hemos tenido una política de créditos a los distintos sectores. La institución ha sido un actor primordial en el proceso de mecanización y modernización del agro a través del financiamiento de la maquinaria agrícola para productores. Esto sucede en todos los eslabones y en cada rubro del sector agropecuario, no solo es en la zona pampeana que es trigo, maíz, soja, girasol, sino también en el vino, frutas, tabacaleros, azucareros.
¿Cuál es la importancia de un banco nacional para el desarrollo de su país?
La banca pública es importante en primer lugar porque es el banco más grande, tiene 17.000 empleados y presencia en todo el territorio nacional; pero aparte porque como es un banco público, al no ser su objetivo la maximización de utilidades, puede tener una actitud más activa en segmentos donde otros bancos son renuentes o no tienen la misma predisposición, y ser un actor de desarrollo económico y social. Por ejemplo, Argentina es un país muy extenso y hay algunas zonas donde los núcleos poblacionales son pequeños y aislados, y muchas veces los otros bancos no llegan. Nosotros tenemos 750 sucursales en todo el país. Asimismo, implementamos políticas de crédito focalizadas en las pymes, con las tasas más bajas.
En tanto, en los últimos dos años el BNA bancarizó a más de dos millones y medio de personas que no tenían cuentas en ninguna entidad y que pertenecen a los sectores más humildes, que cobran planes sociales. A esas mismas personas se les otorgó no solamente la posibilidad de cobrar sus ingresos a través del banco, sino también la de acceder a los servicios financieros como tarjetas de débito y de crédito.
¿Qué desafíos a futuro cree que deberá sortear la institución?
Hacia el futuro los desafíos son profundizar en estos ejes que te decía, la inclusión financiera, el crédito a la producción con énfasis en las pymes y la modernización del banco. Hoy nuestros desafíos en términos de modernización están puestos en hacer cada vez más eficiente la banca para las empresas. En cuanto a la inclusión financiera buscamos no dejar a nadie afuera del sistema bancario. Finalmente, apostamos a fortalecer la política crediticia para las pymes, así como a acompañar y apuntalar la reactivación productiva que el país está viviendo luego de la pandemia.
Destacaba el avance de la digitalización. ¿Cómo se trabaja en el tema de la ciberseguridad en el banco?
Ese es uno de los temas preocupantes, dado que en la medida en que la forma en que se organiza el negocio bancario cambia, cambia también el delito, o sea, así como antes se robaba el tesoro de un banco o las cajas de seguridad o a los clientes a la salida de una sucursal, hoy el delito va mutando hacia nuevas formas, al tiempo que el negocio financiero se va transformando hacia nuevas tecnologías y plataformas. En ese sentido nos preparamos continuamente y desarrollamos una política de ciberseguridad que siempre se está poniendo a prueba.
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