La pandemia ha impactado negativamente en varios rubros del comercio y los servicios del país, pero este año se han observado algunas señales de recuperación, dijo Sapelli entrevistado por La Mañana. Además, el ejecutivo destacó los avances del sector en materia de digitalización y se refirió a la apertura de fronteras que se avecina y a la crisis logística internacional, que ha perjudicado a la economía uruguaya.
¿Cómo definiría la situación actual del comercio y los servicios?
A partir del segundo trimestre del año y los meses siguientes comenzaron a notarse signos de recuperación, pero aún son incipientes y no de forma generalizada a nivel de todos los rubros que componen nuestro sector.
En particular, los servicios son los que presentan el escenario de recuperación más lenta, sobre todo aquellos asociados a las actividades de recreación y turismo.
En cuanto al comercio, las ventas de automóviles, de bienes de tecnología y comunicaciones vienen atravesando una fase de crecimiento, incluso algunos superando los niveles prepandemia.
De todas formas, esta situación no es la que enfrentan otros rubros. Por ejemplo, las ventas globales en supermercados durante el segundo trimestre del año registraron una nueva caída, en este caso de 8% respecto al mismo período del año anterior, momento donde ya el impacto de la pandemia en la actividad económica era muy importante.
¿Qué expectativas tiene de cara al futuro?
Los equipos técnicos de la cámara proyectan que el sector comercio y servicios, en su globalidad, volvería a los niveles de actividad prepandemia a mediados o fines del año próximo, teniendo en cuenta para esa proyección la apertura de fronteras y que siga mejorando la situación sanitaria referida al covid-19.
Si bien parece positivo volver a los niveles prepandemia, y es un paso muy importante para todos, es necesario recordar que el año 2019 no fue bueno para el sector, dado que la actividad se mantuvo prácticamente estancada, sumado a que el año anterior ya había caído 6,5% en términos interanuales.
¿Cuáles son los grandes desafíos que ambos sectores deben enfrentar?
En el corto plazo, los grandes desafíos están asociados al proceso de apertura de fronteras y su impacto tanto en el comercio de bienes como en los servicios turísticos de cara a una nueva temporada, y también en la realidad sanitaria del país.
Para las empresas dedicadas al turismo se presenta una ventana de oportunidad al avizorarse un relativo movimiento turístico en comparación con períodos anteriores, donde el ingreso de turistas del extranjero había sido casi nulo.
Sin embargo, el escenario en términos de competitividad para atraer turismo, en especial de la región, se presenta muy adverso, debido al encarecimiento que ha tenido la economía uruguaya. En ese aspecto, una región “barata”, ante la apertura de fronteras, genera riesgos muy importantes para el comercio minorista ubicado en las zonas fronterizas, debido al desplazamiento del consumo hacia Argentina y Brasil. Pero también se agrava el riesgo del contrabando, que afecta seriamente al comercio formal de todo el país.
¿Qué efectos ha tenido la pandemia sobre las empresas del comercio y los servicios?
Un claro impacto que ha tenido la pandemia tiene que ver con la aceleración en la transformación de los negocios hacia la digitalización, no solo desde el punto de vista de la forma en cómo se ofrecen y llegan al consumidor final los bienes y servicios, sino también respecto a la manera de organizar el negocio puertas adentro de la empresa. Hoy predomina una lógica de trabajo basada en la incorporación de la tecnología para incrementar los niveles de eficiencia y productividad de los trabajadores y de la organización en su globalidad.
Estas herramientas le han dado al consumidor una oferta más amplia y accesible y han generado un desafío nuevo que es el de la inmediatez. Antes, si hacíamos un pedido a domicilio, era aceptable esperar varios días para recibirlo. No obstante, hoy se espera que la entrega sea lo más rápido posible, el mismo día, e incluso en algunos productos se mide en horas el tiempo de entrega. El e-commerce y el delivery son conceptos que la pandemia consolidó y que todo el comercio está adoptando en beneficio del consumidor.
¿Qué opinión le merecen las medidas definidas por el gobierno para paliar la problemática económica de las fronteras?
Lo primero es asumir la necesidad de abrir las fronteras para atraer turistas y reactivar un sector tan golpeado y tan importante para la economía del país, pero hacerlo en forma responsable para no retroceder en materia sanitaria y de movilidad.
Por otro lado, para mitigar los efectos negativos de una apertura de fronteras en el actual escenario de precios y tipo de cambio con relación a Brasil y Argentina, las medidas de control de fronteras son clave para evitar el contrabando y la competencia desleal con el comercio formal.
Por último, consideramos que es importante la reducción de los costos operativos de mayor peso a nivel de tarifas públicas, así como la carga tributaria, en particular reducciones de los aportes tanto al BPS como a la DGI.
Entendemos que las medidas anunciadas por el gobierno van en este sentido y estamos muy atentos para evaluar su aplicación y resultados.
¿Cómo ha impactado la crisis logística internacional en las empresas uruguayas?
El mundo está viviendo una “tormenta perfecta” en materia de alza de precios en origen y en suba de los fletes internacionales. Coincidieron varias situaciones a nivel global que hacen que hoy no solo resulte carísimo transportar cualquier mercadería, sino que incluso a precios muy altos cuesta mucho encontrar disponibilidad de contenedores vacíos, espacio libre en los barcos, o que estos vengan al Río de la Plata.
Esta situación es especialmente grave en el intercambio comercial con China, nuestro principal socio comercial, y está generando dificultades en el comercio tanto para las exportaciones como para las importaciones.
Todos queremos que se exporten nuestras excelentes carnes a China y otros productos como pescado, granos o madera, pero si no hay barcos para transportarlos ni contenedores para refrigerarlos a un costo competitivo, eso no se podrá hacer. Para eso tienen que llegar los barcos con contenedores al Puerto de Montevideo, que normalmente vienen con productos importados que todos consumimos y se van con nuestros productos de exportación. Este movimiento comercial es el principal motor de la economía y genera miles de empleos en todo el país.
¿Qué se puede hacer para mitigar esos efectos?
Estamos viviendo una crisis en el transporte de mercaderías que es global y en la que no podemos incidir. Lo que sí podemos hacer es buscar algunos paliativos que nos ayuden a transitarla.
A modo de ejemplo, desde la cámara le presentamos al gobierno, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, la iniciativa de considerar de forma temporal como base imponible de los impuestos aduaneros de importación, o bien el valor FOB (libre a bordo, por su sigla en inglés) en origen, o bien sumarle un valor ficto de flete por región, definido en base a promedios históricos prepandemia, en lugar de la base CIF (costo, seguro y flete, por su sigla en inglés), como se hace en la actualidad.
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