La gente está empezando a darse cuenta de que “el camino al infierno está pavimentado con intenciones verdes”. La cruzada del movimiento verde para sustituir el 84% de la energía suministrada actualmente por los combustibles fósiles, por molinos de viento, paneles solares y biocombustibles ha hecho que se discuta ampliamente sobre el abastecimiento y los precios de la energía. Pero también hay un profundo impacto humano. Esta es mi lista de acciones y consecuencias.
Acción 1: Alemania decide sustituir las centrales nucleares por energía eólica y solar, que resultan ser caras y poco fiables, por lo que se hace más dependiente del gas natural ruso. Rusia invade Ucrania. Alemania intenta sustituir el gas ruso por otras fuentes. Consecuencia 1: Los precios del gas aumentan un 700%, lo que obliga a varios países europeos a volver a poner en marcha las centrales de carbón cerradas. Las economías de la UE entran en caída libre mientras las emisiones aumentan más rápido que nunca.
Acción 2: Diecisiete proyectos canadienses de gas natural licuado se vieron obstaculizados por normas gubernamentales imposibles de cumplir, que exigían que las emisiones resultantes de su construcción y funcionamiento fueran “cero neto”. Consecuencia 2: Ante la imposibilidad de comprar GNL canadiense, Alemania se enfrenta a la disyuntiva de seguir financiando la brutal invasión rusa o afrontar una desastrosa escasez de gas natural. Los precios de la energía se disparan, aumentando el costo del transporte tanto para la industria como para los particulares. La inflación causa estragos en todo el mundo.
Acción 3: Se aplican políticas que obligan a mezclar el etanol de maíz con la gasolina. Consecuencia 3: Una enorme reducción de la oferta mundial de cereales. Estados Unidos es el mayor productor de maíz del mundo, con 384 millones de toneladas al año. Un tercio de esa cantidad se destina ahora a producir etanol de maíz. Otros países convierten un total de 137 millones de toneladas de grano en etanol para combustible, con un total de 265 millones de toneladas. La producción de grano de Ucrania antes de la guerra era de 74 millones de toneladas al año. La realidad es que la producción de biocombustibles consume más de tres veces esa cantidad. Por muy censurables que sean las acciones de Putin, el impacto del movimiento verde en el suministro mundial de alimentos es profundamente mayor que la reducción de las exportaciones ucranianas.
Acción 4: Los impuestos sobre el carbono hacen subir el costo del combustible de los tractores y del secado del grano. El precio del fertilizante nitrogenado, que se fabrica a partir del gas natural, aumenta. Los precios de los fertilizantes a base de potasa suben debido al aumento de los costos de extracción y procesamiento. Consecuencia 4: Aumento de los precios de los insumo y reducción en la oferta de cereales. Hambre en los países pobres y dependientes de las importaciones.
Acción 5: Los gobiernos de España y Países Bajos anuncian políticas de prohibición de la producción ganadera. Los ganaderos temen acciones similares en otros países de la UE. Consecuencia 5: Reducción de la oferta de carne. Destrucción del modo de vida, los ingresos y el valor de las propiedades de los agricultores. El impacto combinado de los granos desviados a los combustibles para motores, los impuestos sobre el carbono a los agricultores y las políticas gubernamentales para eliminar gradualmente la ganadería están aumentando los costos de los alimentos al tiempo que reducen la oferta. Llegó la hora de desviarse del camino hacia la perdición por el que nos viene conduciendo el movimiento verde.
Gwyn Morgan, para National Post, Canadá
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