El contexto en marzo de 1991 cuando se aprobó la Ley 23.928
“En julio de 1989, la economía argentina estaba destrozada. El PIB per cápita era un 10% inferior al de 1980 y los indicadores sociales se habían deteriorado drásticamente. El déficit fiscal era del 7.6 % del PIB y la tasa de inversión bruta era sólo del 14%. Años de indisciplina fiscal y monetaria habían provocado una hiperinflación. Los disturbios callejeros y el caos social obligaron al entonces presidente Raúl Alfonsín a transferir el poder al recién elegido Carlos Menem cinco meses antes de lo establecido. Tras 18 meses de vacilaciones políticas, el gobierno de Menem decidió finalmente atacar el problema de raíz y lanzó el Plan de Convertibilidad”.
Domingo Cavallo y Joaquín Cottani en “El plan de convertibilidad argentino y el FMI” (1997)
En que consistió la convertibilidad
- El objetivo esencial era poner fin a décadas de inestabilidad económica garantizando que Argentina tuviera una moneda sólida. Esto se lograría atando el valor del peso a la paridad con el dólar (el “1 a 1”), con la garantía de que los pesos podrían cambiarse por dólares sin restricciones (libre “convertibilidad”)
- Se otorgó independencia al Banco Central del gobierno. El BCRA tenía el mandato de asegurar la convertibilidad manteniendo reservas en dólares para cubrir el 100% de la base monetaria (80% en situaciones excepcionales)
- La ley también abolió la indexación de precios, permitiendo denominar contratos y realizar pagos en moneda extranjera
Los efectos positivos de la reforma
- A finales de 1991 la inflación anual ya estaba por debajo del 20% y el PIB crecía al 9%
- La productividad total de los factores creció a un ritmo de 6% durante el período 1991-1994, comparado con las cifras negativas que habían prevalecido en el período 1982-1990
- La consecuente dolarización permitió la extensión de plazos en los contratos de préstamos, eliminando el problema de las deudas de corto plazo y facilitando el crédito en general
La crisis del Tequila interrumpe el ciclo de alza
- La crisis del tequila comenzó con la devaluación del peso mexicano a mediados de diciembre de 1994, shock que se propagó rápidamente a Argentina y otros países emergentes
- El resultado es que en 1995 la economía entró abruptamente en una recesión profunda y el PBI se contrajo ese año 2.8%
- Como respuesta, Argentina endureció la política fiscal en un intento de reducir el déficit de cuenta corriente y tranquilizar a los acreedores externos.
- A pesar de los efectos del tequila, los Estados Unidos consideraban al plan de estabilización y la reforma económica como un éxito. Como resultado, Menem fue especialmente invitado a participar junto al presidente Bill Clinton en las Reuniones del FMI y el Banco Mundial en 1998. Sin embargo, algunos economistas comenzaban ya a argumentar a favor de una salida ordenada de la convertibilidad.
La crisis del 2001 y el fin de la convertibilidad
En 2001, en respuesta a una serie de anuncios, el público perdió la confianza en el manejo de la crisis por parte del gobierno y comenzó a temer por la posibilidad de una devaluación del peso. El 23 de diciembre de 2001, el presidente Rodriguez Saá anunció el impago de la deuda externa de Argentina por valor de 50.000 millones de dólares. La noticia conmocionó a la comunidad internacional y llevó al país a un estado de caos. A principios de enero de 2002, Rodriguez Saá dimitió y asumió Duhalde. El nuevo presidente abandonó primero la Ley de Convertibilidad, y pocos días después “pesificó” los depósitos a 1.40 pesos por dólar y los préstamos bancarios uno a uno, dejando flotar el peso para todas las transacciones. La “pesificación asimétrica” socavó la confianza de los depositantes y afectó negativamente el patrimonio de los bancos.
Sima Motamen-Samadian, en “La ley de convertibilidad y su rol en la economía argentina (2006)
Las debilidades del plan
- El tipo de cambio fijo con el dólar era incompatible con mercados de trabajo rígidos. La fuerte apreciación del dólar en el mundo a partir de 1996, provocó un aumento de los costos domésticos en dólares, dejando la economía menos competitiva y generando fuertes déficits de cuenta corriente
- Una parte sustancial de los ingresos fiscales provenía de privatizaciones no recurrentes. Una vez terminado el proceso de privatizaciones, el déficit fiscal pegó un salto. El Plan Brady de1992 también había logrado posponer pagos de intereses, los que se hicieron mas onerosos a partir de 1998, poniendo aún más presión sobre las cuentas públicas.
- Si bien el ratio de Deuda/PBI rondaba el 40%, significativamente menor al de muchos países europeos, la mayoría de esta deuda era externa y denominada en moneda extranjera, dejando a la Argentina más vulnerable ante un shock externo que interrumpiera el flujo de entrada de capitales
- La devaluación de Brasil en enero de 1999 produjo un fuerte shock externo, que agravó aún más los problemas de competitividad
- La ley aseguraba la convertibilidad “1 a 1” a nivel de base monetaria (efectivo y encajes bancarios), pero no a nivel de depósitos bancarios, que representaban un múltiplo de la base monetaria. Cuando el público corrió a convertir depósitos de pesos a dólares, ni los bancos privados ni el BCRA contaban con reservas suficientes de dólares para hacer frente a esa demanda a la paridad establecida por ley. Para ese momento tampoco se cumplía el respaldo de 100% de la base monetaria, ya que el BCRA venía comprando de hace tiempo bonos del gobierno federal.
Culpando a la víctima
“Existía sólo un problema: era un sistema condenado al fracaso. Los tipos de cambio fijos nunca han funcionado. Ni los Estados Unidos pudieron vivir con un tipo de cambio fijo, que abandonó la paridad con el oro en medio de la Gran Depresión. Normalmente, los fracasos no aparecen de la noche a la mañana. No suelen ser tampoco el resultado de errores cometidos por el país, sino de shocks procedentes de fuera de sus fronteras ante los que poco puede hacer…Dado el tipo de cambio, dada la depresión económica que las políticas del FMI ya habían provocado, dada la enorme deuda, dado que el FMI no proporcionó ninguna estrategia convincente para salir del lío, dado que había mercados de capitales abiertos para que cualquiera que quisiera pudiera trasladar sus inversiones a refugios más seguros en otras partes del mundo, era muy poco probable que alguien se animara a invertir más. Especialmente cuando el gobierno firmó un acuerdo para reducir aún más su déficit, causando previsiblemente más desempleo y menor producción”.
Joseph Stiglitz, en “Argentina maltratada”, 12 de mayo de 2002
Las lecciones de la crisis
“Tal vez la lección más importante que se desprende de Argentina es que un sistema bancario dominado por grandes bancos extranjeros puede seguir siendo objeto de una corrida de depósitos. Esto ocurrió en Argentina a lo largo de 2001 e indujo al ministro Cavallo a imponer la nefasta congelación de depósitos y el control de cambios a principios de diciembre de ese año. En ausencia de un prestamista de última instancia, una crisis cualquiera puede transformarse en una catástrofe mayor”.
Sebastian Edwards, en “El gran debate sobre el tipo de cambio luego de Argentina” (2002)
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