“France 2030 es nuestra respuesta a los grandes desafíos de nuestro tiempo, en particular la transición ecológica, promoviendo un masivo plan de inversiones que permita el nacimiento de los campeones tecnológicos del mañana, y que sirva de apoyo a las transiciones necesarias de nuestros sectores de excelencia, como es el caso de la automatización y el aeroespacial”.
Con estas palabras el presidente de Francia, Emmanuel Macron, comenzó su discurso de lanzamiento del plan de reindustrialización, y fiel a la tradición de desarrollo de su país, reconoció la historia de colaboración entre el Estado y el sector privado francés.
Plan en 10 objetivos
El plan tiene diez objetivos que en su conjunto procuran una mejor comprensión entre los franceses, balanceando las necesidades de mejorar el nivel de vida y la capacidad de la economía de producir bienes y servicios de excelencia. Abarca temas variados que van desde el desarrollo de la energía nuclear hasta los autos eléctricos y la robotización de la agricultura.
Los primeros tres objetivos se refieren a la eficiencia energética, para lo cual se destinarán 8.000 millones de euros. El primero busca promover el desarrollo de reactores nucleares pequeños e innovadores, con una mejor gestión de residuos. “¿Por qué ponerlo primero? Porque el primer tema es la producción de energía. Para producir energía, en particular electricidad, tenemos una oportunidad, es nuestro modelo histórico … el nuclear”, puntualizó Macron. El segundo es convertir a Francia en líder en hidrógeno verde, para lo cual se planean construir al menos dos fábricas gigantes de electrólisis. El tercer objetivo es la descarbonización de la industria, permitiendo reducir en un 35% las emisiones respecto al año base de 2015.
Los siguientes dos objetivos apuntan a la sostenibilidad del transporte, y van desde el aumento en la producción de vehículos eléctricos e híbridos, hasta el desarrollo de la primera aeronave con bajas emisiones de carbono. El sexto objetivo prevé inversiones en la alimentación saludable, sostenible y trazable. Los restantes objetivos apuntan al desarrollo de biomedicinas contra el cáncer y las enfermedades crónicas –apuntando a la “soberanía sanitaria”–, la producción de contenidos culturales y recreativos, y la participación de Francia en la exploración del espacio y del fondo marino.
El plan también apunta a fortalecer las cadenas de suministro industriales para evitar la escasez de componentes clave como los semiconductores, que son esenciales para la industria automotriz –entre otros sectores–. En resumen, el gobierno francés parecería estar aprovechando la oportunidad para salir de la pandemia con un país más eficiente y competitivo, al mismo tiempo que se revalorizan los aspectos culturales y sociales tan preciados para el Estado francés y sus ciudadanos.
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