La pandemia ha provocado un abrupto aumento en las tasas de desempleo a nivel global, lo que se ha visto reflejado en una caída sustancial del ingreso disponible de las familias, cuyo componente principal es la masa salarial. Como resultado, las familias reaccionaron rápidamente contrayendo sus niveles de consumo, en un intento de preservar el ahorro. Pero, al mismo tiempo que sus ingresos se vieron disminuidos, en los países desarrollados las familias lograron mejorar su tasa de ahorro respecto a la situación anterior a la pandemia. ¿Cómo fue esto posible?
La explicación se encuentra en las políticas fiscales expansivas impulsadas por los diferentes gobiernos que, a través de diferentes medidas de apoyo, lograron empujar los ingresos familiares hacia una trayectoria superior a la que se venía observando en la economía prepandemia. Para clarificar este fenómeno, es importante comprender que un aumento en los ingresos puede tener dos destinos posibles: un aumento en el consumo o un aumento en el ahorro. De esta manera, si los ingresos se mantuvieran estancados, una caída en el consumo se vería reflejada en un incremento automático del ahorro. Por tal motivo, el objetivo de las políticas fiscales ha sido aumentar los ingresos disponibles de las familias, evitando una contracción mayor en los niveles de consumo, y de esta manera ponerle un piso a la demanda agregada de la economía.
El gráfico ilustra el comportamiento de estas variables para Estados Unidos, la zona del Euro, Japón, Reino Unido y Canadá. Los triángulos marcan el cambio porcentual en el ingreso personal disponible entre los primeros tres trimestres de 2020 respecto al mismo período del año anterior. Las barras demuestran cómo las variaciones en los ingresos se reflejan en cambios en el consumo (amarillo) y en el ahorro (azul). Del análisis del mismo se aprecia que el consumo se contrajo en todos los países, aunque con variaciones importantes. Mientras en Estados Unidos la contracción fue de aproximadamente 3% respecto a los niveles prepandemia, la caída en el Reino Unido fue de casi 12%. Mientras tanto, los niveles de ahorro aumentaron en todos los países desarrollados, desde un 7% en la zona Euro a 16,5% en Canadá.
Tanto en la zona Euro como en el Reino Unido, el aumento en el ahorro se explica casi en su totalidad por una contracción en el consumo, ya que los ingresos se mantuvieron estables. En el otro extremo, en Estados Unidos y Canadá los ingresos aumentaron sustancialmente, por lo que los ahorros experimentaron un alza que duplicó la caída en el consumo.
Estos importantes niveles de ahorros acumulados durante la pandemia hacen que la fortaleza de la recuperación económica dependa en gran medida de la propensión de los hogares a gastar sus excedentes, lo que dependerá de cuan rápidamente recuperen la confianza.
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