A partir de marzo, la venta de automotores -como muchos otros sectores de la economía local y mundial- sufrió una significativa bajada a raíz de la irrupción del coronavirus. En este sector en específico, la pandemia fue un agravante a una situación que ya venía difícil. Si bien la pandemia provocó un fuerte impacto, no es el único factor influyente en la caída de las ventas del sector. Una economía estancada naturalmente juega en contra.
Abril fue sin dudas el mes más complicado. En el mismo se registraron 1308 ventas provocando una caída del 42.7% del total de automotores vendidos en abril de 2019 (3.063). No se registraban números tan bajos en ventas desde el 2003. Posteriormente, en el pasado mes de julio la brecha disminuyó a un 17%, vendiendo 3.106 unidades en el 2020, y 3.693 en el año anterior.
Mayo, junio y julio fueron recuperándose de ese abril calamitoso, sin embargo, si comparamos los primeros siete meses del 2020 con el mismo periodo del año anterior, el sector acumula un 37% menos de ventas.
2019, el peor año de la década
La caída comenzó en el 2017 y fue empeorando hasta el pasado año, considerándose el mismo como el peor de la década. La explicación de esta caída sistemática viene dada por tres factores. Primero que nada la situación económica del país. Si bien hasta el año pasado no hubo recesión, tampoco existió un crecimiento y eso solo significa que el Uruguay se encontraba en una etapa de estancamiento económico.
Luego, el valor del dólar es trascendental en el mercado. En el mes de marzo Uruguay tenía un dólar a $36, y este ya era motivo de preocupación para el sector, por lo tanto hoy en día con un valor de $43 genera una mayor inquietud.
Por último, se debe tomar en cuenta el índice de confianza del consumidor, el cual mide el grado de optimismo que los consumidores perciben sobre el estado general de la economía y sobre su situación financiera personal. En el 2019, en su mayor parte el indicador se encontró ubicado en la zona de pesimismo, mejorando hacia fin de año, pero volviendo a retraerse nuevamente en este año. Está claro que el uruguayo no se encuentra en una buena situación económica actualmente como para adquirir un bien durable, entre ellos un automóvil.
Consultado por La Mañana, Ignacio Paz, gerente de ACAU (Asociación del Comercio Automotor del Uruguay), afirmó: “Si quieres saber cómo se encuentra la economía del país, presta atención a la economía automotriz y te dará la respuesta. Uno mira las gráficas y cuando el dólar sube, del otro lado están las ventas de automóviles que bajan. Sin dudas son dos variables inversamente proporcionales”.
ACAU se encuentra permanentemente en contacto con el gobierno en pos de regular el sector; debido a que ello constituye a la razón de ser de la cámara. La asociación está en contra de la carga tributaria que tienen los autos, puesto que en el país los mismos poseen la más pesada de toda América y una de las más pesadas del mundo. Paz agrega que “todos están de acuerdo pero nadie llegado el momento de gobernar está dispuesto a resignar recaudación, y entendemos por la situación actual, que en estos momentos eso no ocurrirá”.
Desde la ACAU se pusieron en contacto con el gobierno, sin intención de exigir nada, sino que en la espera de una reactivación ambos puedan proponer estrategias que impulsen al mercado. Este negocio deriva en mucho dinero para el Estado por la cantidad de tributos en los que incurren (IMESI, IVA y tasa consular), y por ello dicho agente debería ser el mayor interesado en que se venda más.
No hay que olvidar que el sector también emplea a mucha gente, no únicamente referido a los importadores, sino que están presentes los concesionarios, talleres, vendedores de repuestos, vendedores de combustibles y lubricantes, compañías aseguradoras, patentes, entre otros. Este integra otro elemento por el cual hay que trabajar en conjunto para idear como seguir adelante.
La experiencia de Grupo Fiancar
Grupo Fiancar comenzó sus actividades en el año 1985 dedicándose a la comercialización de vehículos tanto nuevos como usados. Hoy en día es uno de los más importantes importadores de plaza, siendo representante y distribuidor exclusivo de reconocidas marcas en segmentos que van desde vehículos de pasajeros, utilitarios livianos y camiones de carga.
Federico Guarino, gerente comercial de la empresa dijo en comunicación con La Mañana que “el impacto fue muy fuerte. Hoy lo miramos suavizado con el paso del tiempo pero el 13 de marzo fue un disparador para tomar medidas de todo tipo que implicaron cuidar a nuestro equipo, nuestros clientes, y paralelamente seguir funcionando. Abril fue un mes muy duro, aunque mayo fue un poco mejor.”
El golpe que ocasionó la pandemia en esta empresa en cuanto al desplome de las ventas fue de un 25% en lo que va del año y de un 15% si únicamente hablamos del mes de julio; siempre comparando con los mismos meses del año 2019. Autos usados de bajo precio, camiones y vehículos utilitarios son los segmentos que menos han sufrido, mientras que por otro lado los vehículos de pasajeros fueron los más afectados relativo al desplome en las ventas.
Si bien el sector pudo salir del pozo que fue abril y se divisan señales de reactivación, lamentablemente no se alcanzarán los promedios anuales “normales”, y se proyecta que la caída de este año será de por lo menos un 25%.
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