Inflación en aumento, precios de la energía por las nubes, cuellos de botella en la producción, desabastecimiento, plomeros que no devuelven las llamadas: la ortodoxia económica acaba de chocar contra un muro de realidad llamado “oferta”. La actual crisis debería cambiar las ideas. Es probable que se vuelva a respetar la escuela del ciclo económico real, que se centra precisamente en las limitaciones de la oferta y advierte sobre la muerte por miles de cortes debido a las ineficiencias de la oferta. Pero EE.UU. no debería estar en una situación de contracción de la oferta. El PIB real (ajustado a la inflación) per cápita de EE.UU. apenas superó su nivel prepandémico este último trimestre, y el empleo global sigue estando cinco millones por debajo de su pico anterior. ¿Por qué es tan baja la capacidad de oferta de la economía estadounidense? Evidentemente, existe mucha arena en los engranajes. En consecuencia, la tarea de la política económica se ha trastocado; o, más bien, se ha reorientado hacia donde debería haber estado todo el tiempo: centrada en la reducción de las ineficiencias del lado de la oferta. Una crisis de oferta con inflación es una gran llamada de atención. La oferta y la eficiencia deben ser ahora las principales prioridades de nuestra política económica.
John Cochrane, economista norteamericano del Hoover Institution, Project Syndicate
TE PUEDE INTERESAR