Sigue siendo importante que todo el mundo reconozca que la recuperación no va a ser un proceso súper rápido. Requerirá un apoyo fiscal y monetario sostenido. Pero el reto es muy diferente al de hace diez años. Muchas de las medidas fiscales, los programas de subsidios para las empresas y los trabajadores, expirarán automáticamente cuando la economía se recupere. Entonces, los ingresos fiscales se recuperarán. Así que los grandes déficits fiscales se autocorregirán en gran medida de forma automática. La otra diferencia muy importante es que hemos visto déficits fiscales muy grandes, pero no así con los déficits de cuenta corriente. Los grandes déficits fiscales tienen esencialmente su contrapartida en el gran ahorro de los hogares. Con el tiempo veremos una especie de reequilibrio interno. Los hogares empezarán a gastar más y eso compensará a los gobiernos que gastarán menos. Así que es totalmente diferente al tipo de situación con déficit gemelos que experimentamos hace diez o quince años.
Philip Lane, miembro del directorio ejecutivo del Banco Central Europeo, en entrevista con Le Monde de Francia
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