La caída en el precio de los activos financieros agrega presión sobre los consumidores
Una de las razones para pensar que el viraje de la Fed podría provocar una recesión es que ya ha hecho explotar las burbujas de los mercados accionarios y de crédito que ayudó a crear el año pasado. Desde el comienzo de este año, los precios de las acciones han caído casi un 25%, los precios de los bonos han bajado alrededor de un 11% y el mercado de criptomonedas se está desplomando. Este descenso en el precio de los activos hará que, con casi total certeza, los consumidores reducirán su nivel de consumo. Esto es lo último que necesita una economía estadounidense que ya se está desacelerando, sobre todo en un momento en el que el gasto de los consumidores ya se ve limitado por los elevadísimos precios de la gasolina y los comestibles. Existen también otras razones para temer que la nueva política monetaria de la Reserva Federal pueda llevarnos a un duro aterrizaje económico. Por un lado, la demanda de vivienda en EE.UU. está empezando a desmoronarse a medida que las tasas de las hipotecas vuelven a subir. Mientras tanto, muchos mercados emergentes están a punto de caer en default, ya que el aumento de las tasas de interés en EE.UU. provoca la fuga de capitales fuera de sus economías, lo que ejerce una presión real sobre sus monedas.
Desmond Lachman, American Enterprise Institute
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