El Cr. Juan Carlos Protasi, en su condición de contador, economista y asesor en macroeconomía, brindó una entrevista a La Mañana, analizando la factibilidad de propuestas realizadas por diferentes sectores políticos.
Si analizamos las propuestas económicas en la campaña previa a las elecciones, una de ellas presentada por el Partido Nacional refiere a la “reducción del costo país y costo de vida a través de la liberalización automática de las importaciones en todos los productos que ya estén registrados y se comercialicen en el país”. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Comparto el principio de liberalización y apertura de la economía, por supuesto. Sin embargo, la elevada carga tributaria sobre las empresas y el atraso cambiario fenomenal que se produjo en estos últimos años, en mi opinión, van a afectar a las actividades productivas que hoy tienen su capacidad de competencia muy comprometida. Desconozco cuáles son los “productos que estén registrados y se comercialicen en el país” pero podría darse el caso de que, si se lleva a cabo esa reducción de los aranceles, convenga más importar que producir, lo que afectaría el nivel de empleo de la economía. Mi opinión es que hay que bajar urgente el gasto público para que los bienes no transables se abaraten y mejore el tipo de cambio real. En esto juega un rol preponderante el nivel de salarios y los precios públicos ligados al petróleo y la energía. El aumento del salario sin aumento de productividad reduce competitividad y esto no mejora bajando aranceles. Se requiere atraer inversión para aumentar la productividad. Bajando los aranceles se favorece al consumo y el salario real, pero sin bajar gastos e impuestos, el problema de la competitividad se va a agravar.
¿Es posible modernizar las relaciones laborales?
Sí, es posible, pero difícil en Uruguay con la cultura de los sindicatos politizados e ideologizados de trabajar lo menos posible y sacarle lo más posible a los propietarios y empresarios porque consideran que se apropian de la plusvalía. Todo parte del concepto equivocado de que las cosas valen por las horas de trabajo que tienen incorporadas y no por la utilidad que aportan a la sociedad. Los sindicatos entienden que la ganancia de la empresa se obtiene por la apropiación que hacen los capitalistas del valor del trabajo. Pero no es así. Si lo que produce una empresa tiene un valor marginal mayor a la utilidad marginal que le reporta al consumidor, este no estará dispuesto a pagar el costo (insumos, horas y ganancia), y esa producción no se podrá vender. El precio deberá bajar y la empresa verá cómo baja el costo, lo que podrá implicar reducción del empleo. Los sindicatos eso no lo ven así y entienden que se deben pagar salarios acordes al aumento del costo de vida. ¿De qué relaciones laborales modernas podemos hablar con ideologías perimidas en los sindicatos?
La reducción del gasto público y la baja de impuestos, ¿son medidas factibles de aplicar?
Por supuesto. Pero, en mi opinión,
para que sea una reducción que cambie los precios relativos, se debe reducir la facilidad de acceso a los fondos para el gobierno como pasó en Argentina. Ojalá que no, pero si ocurriera una crisis grave no habría más remedio que dejar de gastar. Sin una crisis de por medio, por convicción propia del sistema político, lo veo difícil, es como dejar de fumar si no tengo bronquitis y estoy bien de salud. La consecuencia se verá a largo plazo. A nosotros nos prestan plata casi sin límites, tenemos el riesgo país más bajo de la región, ¿qué gobierno estaría dispuesto a cortar los gastos porque es bueno para el país? Aumentar el gasto es la forma de conseguir votantes y como hay inversores dispuestos a prestar podemos hacerlo sin aumentar la inflación y la pobreza. Al contrario, bajamos la inflación y también la pobreza. A Uruguay le va bien en el corto plazo, pero la capacidad de producción a largo plazo de la economía se afecta y solo logramos un mediocre crecimiento económico en los últimos diez años por un gasto público que se duplicó en las anteriores administraciones y retrajo los recursos a la inversión privada, aumentó los impuestos y redujo a la mitad la competitividad de la producción nacional.
¿Se puede lograr crecimiento económico con inclusión social?
Sí se puede, pero se requiere un alto nivel de inversión y de educación para aumentar la productividad que haga aumentar el ingreso de los trabajadores y haga crecer la economía a una tasa que permita ahorrar para atender las necesidades sociales críticas. Sin crecimiento, la inclusión social se hará con recursos prestados que luego habrá que pagar. No se puede vivir de prestado toda la vida y sacarle a los más ricos y a las grandes empresas, va en desmedro de la inversión, del crecimiento y de los salarios de los trabajadores.
¿Nuestro país necesita más acceso a mercados internacionales para los bienes y servicios que produce?
La apertura de la economía es una restricción para crecer porque tenemos un tamaño de mercado interno reducido que implica altos costos de producción. Pero tan importante como eso es el nivel de los precios comparados al resto del mundo, donde hemos realizado una pérdida enorme en los últimos años. Ese desalineamiento no debería persistir, y revertirlo requiere reducir el tamaño del Estado.
¿El Mercosur es solución u obstáculo para nuestro desarrollo?
Los resultados del Mercosur han sido muy pobres para desarrollar nuestras exportaciones, pero afortunadamente tuvimos el impulso de la demanda de China, que compensó la caída de la región y permitió lograr un crecimiento muy importante de las exportaciones. China ahora está atravesando una crisis hipotecaria muy importante que hizo caer su demanda. Si bien es menor el crecimiento económico esperado de China, las recientes medidas de auxilio financiero que dispuso el gobierno pueden paliar temporalmente la situación, pero los problemas estructurales de envejecimiento de la población y el control que se impone sobre su economía dejaron de atraer inversiones al ritmo que lo hizo en el pasado. El aumento del desempleo juvenil pone sobre el tapete la realidad difícil que atraviesa China.
Con Estados Unidos limitando el acceso a sus mercados, ¿Uruguay debe apuntar a China?
El declive económico de China, y sus causas estructurales y coyunturales, que se proyectará en los próximos años puede incidir directa o indirectamente en nuestras exportaciones. Es un riesgo alto si China no logra encaminar su economía, por eso no se deben descuidar los otros mercados, en que los especialistas han dado buenas soluciones.
¿La recuperación económica depende del resultado de la elección nacional? ¿O hay uniformidad de criterios para generar una política de Estado al respecto?
Estimo que los gobiernos alternativos no tendrán grandes diferencias en las políticas macroeconómicas, monetaria y fiscal, aunque poco podrán lograr en restablecer un tipo real de cambio competitivo, que creo que es nuestro principal escollo. Sí creo que habrá diferencias entre un gobierno de la coalición o del Frente Amplio en cuanto a la libertad económica, la libertad individual, la carga tributaria así como las políticas de subsidios para continuar con la socialdemocracia actual o un costoso populismo con un gobierno del Frente Amplio, como lo fue durante sus quince años de gobierno.
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