La carga de la deuda de empresas y hogares podría tornarse inmanejable para algunos bancos en caso de una grave contracción de la economía. Hace años que se viene acumulando la deuda agregada de empresas, y en relación al PBI se sitúa en niveles históricamente elevados. La deuda de los hogares también ha aumentado. Esto significa que al día de hoy, se prevé que muchas economías con elevados niveles de deuda deberán afrontar una acentuada desaceleración económica. Este deterioro de las variables fundamentales de la economía ya ha elevado el incumplimiento de los bonos empresariales a su nivel más alto desde la crisis financiera global de 2008. FMI, Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial, Junio 202.
Las deudas de más de 7,5 billones de dólares que las economías emergentes deben a acreedores externos se están volviendo cada vez más onerosas, justo cuando necesitan el mayor margen fiscal posible para afrontar la crisis del COVID‑19. Pese a que existen sólidas razones para reducir buena parte de esta deuda, muchos actores importantes se oponen a hacerlo con el argumento de que limitaría el acceso futuro de esos países a los mercados internacionales y de tal modo reduciría la inversión y el crecimiento…Pero en vez de dar impulso sostenido a la inversión y al crecimiento, el efecto más probable de los flujos financieros internacionales en los mercados emergentes y en las economías en desarrollo es de una mayor volatilidad. Aun así, hace mucho que en los ámbitos académicos y de formulación de políticas se da por sentado que las finanzas internacionales ayudan a las economías a crear instituciones más eficaces, por ejemplo, mediante el desarrollo del sistema bancario y de los mercados bursátiles. Quienes se oponen a condonar deudas también sostienen que los mercados emergentes necesitan la «disciplina» provista por los mercados internacionales de bonos, ya que la amenaza de fuga de capitales restringe el mal gobierno de autócratas y populistas… Pero este relato ya no parece verosímil. En vez de poner coto a los autócratas, las finanzas internacionales les han dado sustento.
Daron Acemoglu, profesor de economía de MIT
FMI insta a países de América Latina a evitar cierres de empresas en el contexto actual
América Latina y el Caribe es el nuevo epicentro internacional de la pandemia de COVID-19. El costo humano ha sido trágico, con más de 100.000 vidas perdidas. El impacto económico también ha sido profundo. Según las últimas estimaciones del FMI, la región se contraerá 9,4% en 2020, cuatro puntos porcentuales más de lo previsto en abril y la peor recesión regional desde que se tienen datos. Para 2021, se prevé una leve recuperación del crecimiento a +3,7%… Las medidas encaminadas a mantener las relaciones de empleo, como apoyo a las nóminas salariales y el financiamiento del capital de trabajo, serán importantes para evitar el cierre de empresas que en ausencia de la pandemia serian viables, reducir el desempleo a largo plazo, apoyar la recuperación y estimular el crecimiento potencial.
Alejandro Werner, Director para el Hemisferio Occidental del FMI
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