Las MDBC podrían ofrecer la oportunidad de superar algunas de las barreras que enfrentan quienes no están bancarizados. Los servicios tradicionales tienen costos y requisitos potencialmente prohibitivos, como tarifas por transacción, el mantenimiento de saldos mínimos en las cuentas o la necesidad de demostrar formalmente la identidad. Otros obstáculos adicionales son el bajo nivel de confianza en los pagos digitales y la falta de teléfonos inteligentes en algunos grupos. Aunque las MDBC no son la única forma de superar esas barreras, podrían formar parte de las herramientas que permitan lograr la inclusión. Los bancos centrales ya están coordinando mejoras adicionales para el sector minorista con la adopción de sistemas de pago rápido.
Las Monedas Digitales de los Bancos Centrales representan una extensión natural de esta gama de servicios. Tanto los sistemas de pago rápido como las MDBC pueden alentar a los proveedores que compiten con ellos a ofrecer nuevos servicios, reducir los costos y, en última instancia, ampliar el acceso. Un beneficio adicional de las MDBC es que por su propia naturaleza incluyen las ventajas únicas del dinero de los bancos centrales: seguridad, irrevocabilidad, liquidez e integridad. Las MDBC podrían evitar muchos de los intereses comerciales creados que surgieron alrededor de los sistemas de pago y generaron ineficiencias y costos para los usuarios. También podrían reducir los costos con la eliminación de los riesgos de crédito y liquidez inherentes a otras formas de dinero digital.
Las MDBC podrían mejorar y conectar los sistemas de pago, tanto nacionales como internacionales. Podrían alentar a los países con infraestructuras financieras limitadas a saltar directamente a un esquema de MDBC, creando la oportunidad de conectarse a un sistema de pagos inclusivo, seguro y eficiente.
Reina Máxima de Holanda y Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales, Basilea. En Project Syndicate.
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