Dentro del Campus Salto de la Universidad Católica del Uruguay, el Observatorio Económico publica todos los meses el Indicador de Precios Fronterizos (IPF), que compara los precios de una canasta representativa de los bienes consumidos por una familia tipo.
Al cierre de enero, este indicador mostraba que era 56,6% más barato adquirir la canasta en Concordia (Entre Ríos, Argentina) que en la ciudad de Salto. Alternativamente, desde el punto de vista de un residente en Concordia, adquirir la canasta en Salto le costaría 130,3% más caro que en su ciudad (esto implica que los precios de Uruguay son 2,3 veces más altos que los de Concordia).
Esta es el guarismo más alto de la serie desde julio de 2015, cuando se comenzó a confeccionar el indicador. En la época los precios en Salto eran 42% más altos. Incluso a fines de 2017, con la apreciación real del peso argentino, los precios estuvieron cerca de la paridad. Pero a partir de 2018 –a raíz de la inestabilidad financiera que reinó en la segunda mitad del gobierno de Macri–, la brecha comenzó a expandirse nuevamente, hasta llegar a los niveles record actuales.