Hay similitudes y diferencias importantes entre lo que está sucediendo ahora y la década de 1980. En ambos casos, los problemas fueron precedidos por un período de crecimiento de la liquidez global que luego se revirtió abruptamente. En la década de 1970, los shocks en el precio del petróleo llevaron a superávits comerciales masivos para los países exportadores de petróleo y déficits para los importadores. Esos superávits fueron la base de los préstamos otorgados a los países con déficit. En 1981, la Reserva Federal de EE.UU. respondió a la inflación aumentando las tasas de interés hasta un pico del 20%. Hoy, la Reserva Federal también ha aumentado abruptamente las tasas, pero no tanto. En ambos casos, las políticas monetarias contractivas en las economías avanzadas crearon problemas en otros lugares.
La primera diferencia clave es que la crisis de la deuda de la década de 1980 incluyó problemas en un grupo diferente de economías de las que vemos ahora. La mayoría de Europa del Este estaba en crisis: primero Polonia, luego Rumania, Hungría y Yugoslavia solicitaron financiamiento del FMI a principios de la década. También afectó a las grandes economías de América Latina, incluidas Brasil y México. Los préstamos del FMI alcanzaron lo que para ese entonces fueron montos récord, y esos fondos se utilizaron para salvatajes a los acreedores privados. La segunda diferencia clave con respecto a la década de 1980 es la composición de los acreedores y el tamaño de su exposición. En aquel entonces, el financiamiento privado internacional a los países soberanos provenía principalmente en forma de préstamos bancarios comerciales. Las exposiciones de los bancos, especialmente de EE.UU. y Japón, eran tan grandes que una ola de impagos soberanos en América Latina habría creado una crisis financiera en esas dos economías avanzadas y casi seguramente se habría convertido en una crisis global. Los bancos estadounidenses estaban tan expuestos que el gobierno de EE.UU. tuvo que usar el peso de su política exterior para la región de modo de asegurarse que no habría una ola de impagos en los países de esa región. Ejercieron una enorme presión política durante toda la década, que fue el tiempo que llevó llegar a un punto en el que aceptar algunas pérdidas no llevaría a la quiebra al sistema bancario.
Los eventos de la década de 1980 cambiaron el sistema financiero internacional y prepararon el escenario para que la deuda en bonos fuera la principal fuente de financiamiento privado internacional para los soberanos. Esto nos lleva a la tercera diferencia clave: el universo de acreedores privados es más fragmentado hoy y más complejo de coordinar. Esto también significa que las relaciones entre deudores, acreedores privados y acreedores oficiales son diferentes. Con la deuda en bonos, las reestructuraciones también pueden involucrar disputas con tenedores de contratos derivados, tenedores de premios de arbitraje y otras categorías de lo que deberíamos llamar “demandantes de recursos estatales” en lugar de acreedores. Durante la última década y media ha ocurrido un aumento significativo en la incidencia de nuevos acreedores bilaterales oficiales, a los que se hace referencia como los ‘acreedores no pertenecientes al Club de París’ en contraposición al grupo establecido de los principales países acreedores bilaterales que han coordinado sus tratos con los países deudores durante casi 70 años, reuniéndose regularmente en París. Este nuevo grupo tiene a China como el principal jugador, pero también incluye a otros acreedores oficiales emergentes, como India, Sudáfrica y Arabia Saudita. Todo esto significa que el grupo de deudores en situaciones de vulnerabilidad, la exposición del sistema financiero internacional y el grupo de acreedores son diferentes ahora que en la década de 1980. Como consecuencia, la crisis actual probablemente será menos sistémica, pero será mala para aquellos países que la sufran. La solución requerirá una distribución de quitas de deuda entre clases de acreedores que interactúan por primera vez en la historia y tienen intereses políticos que compiten.
Ec. Martín Guzmán, entrevistado por Lynn Parramore, Investigadora Senior del Institute for New Economic Thinking (17 de abril de 2023). Exministro de Economía de Argentina, Guzmán es profesor de la Universidad de Columbia y de la Universidad Nacional de La Plata, y copresidente de la Columbia University’s Initiative for Policy Dialogue
TE PUEDE INTERESAR: