Atentos a las dificultades de las pequeñas empresas rurales, se han elaborado planes de ayuda con el fin de impulsar la producción y mantener a las familias rurales en ese medio, produciendo alimentos y evitando su migración a las ciudades.
Diferentes países latinoamericanos han implementado ayudas a las pequeñas empresas, particularmente rurales, con el fin de ayudar su sustento en esta época de crisis y dificultades.
En Perú, Agrobanco planteó un plan de negocios en las microfinanzas rurales cuya asistencia sólo en 2021 involucrará a unos 30.000 pequeños productores por un total de 300 millones de soles (US$ 82 millones); en Colombia el Banco de Bogotá lanzó un microcrédito desde $ 800.000 hasta $ 35 millones (entre US$ 224 y US$ 9.800, respectivamente), con plazos flexibles de hasta 36 meses y tasas preferenciales; y en Paraguay, productores familiares de los departamentos Central y Cordillera recibirán una inversión no reembolsable, la mayoritariamente de los afectados poseen pequeños establecimientos frutihortícola.
El plan de microfinanzas rurales de Perú corresponde a Agrobanco, una casa financiera estatal cuyo objetivo fundamental es facilitar el acceso al crédito a pequeños productores agropecuarios de ese país, y responde a lo planificado por el Ministerio de Desarrollo Agrario (Midagri). La iniciativa va dirigida a 30.000 pequeños productores con una inversión de US$ 82 millones.
Cesar Quispe, presiente de Agrobanco, dijo que se va a incrementar el equipo operativo “para lograr el incremento en las colocaciones”.
“Estamos en una etapa de fortalecimiento patrimonial de Agrobanco, en ese sentido nuestro plan de negocios está orientando a trabajar en las microfinanzas rurales, lo que significa estar cerca de nuestros clientes con asistencia técnica y acompañamiento”, resaltó en declaraciones publicadas en el sitio web de Agrobanco.
El jerarca destacó que como parte del nuevo plan de negocios, Agrobanco juntará fuerzas con los programas adscritos del Midagri, fomentando la articulación entre los servicios financieros y la asistencia técnica.
“Junto al Midagri, se tiene programada una estrategia sostenible y articulada, que consiste en alinear todos sus programas adscritos que benefician al pequeño agricultor”, dijo.
Además el banco implementará oficinas itinerantes para llegar a los lugares más alejados del país y poder brindará información y orientación sobre los productos y servicios que ofrece el banco a los pequeños productores.
El financiamiento tendrá una tasa de interés del 3,5% anual y ofrece al pequeño productor hasta 12 meses para pagar el préstamo con cuotas ajustadas al producto agrícola que se va a cultivar, informó el banco.
Colombia ofrece microcréditos a pequeños establecimientos
En Colombia, el Banco de Bogotá acordó con la agencia estadounidense Usaid una oferta de crédito digital para agro colombiano.
La iniciativa consta de tres líneas de crédito para financiar las necesidades del agro y el aparato productivo colombiano en general, ayudando a las finanzas personales de los pequeños establecimientos.
El microcrédito del Banco de Bogotá se presentó de forma digital a través del cual los microempresarios podrán acceder a créditos desde $ 800.000 hasta $ 35 millones del peso colombiano (entre US$ 224 y US$ 9.800, respectivamente), con plazos flexibles de hasta 36 meses y tasas preferenciales.
Se trata de un producto digital del Banco de Bogotá en alianza con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) a través de su Iniciativa de Finanzas Rurales que busca mejorar la inclusión financiera de poblaciones vulnerables en zonas de conflicto para promover la oferta de servicios financieros adaptados a las necesidades de los productores rurales, así como a micro, pequeños y medianos empresarios, se informó.
Paraguay, fondos no reembolsables para productores frutihortícolas
Otro país que ha implementado programas especiales es Paraguay, que generó fondos de inversión no reembolsables para los productores de los departamentos Central y Cordillera que están registrados en la agricultura familiar.
El Proyecto de Agricultura Sostenible y Desarrollo Rural Saemaul Undong (SMU) en Paraguay, es financiado por la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica) e implementado por la Fundación Capital y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de ese país.
Los productores afectados pertenecen a los departamentos Central y Cordillera. Ambos están ubicados en la región centro oeste del país y la producción agrícola tiene un rol destacado en sus economías.
Los productores familiares beneficiados forman parte de asociaciones de productores y tuvieron que elaborar un proyecto con planes de negocios e inversión para el crecimiento y autofortalecimiento como unidades productivas dentro de la cadena valor.
La mayoría de las organizaciones se dedican exclusivamente a la producción frutihortícola, particularmente al cultivo de frutillas, melones y derivados. Mediante los fondos no reembolsables de este proyecto, las organizaciones planifican invertir mejorar su productividad para aumentar el volumen y mejorar la cadena de comercialización.
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