Los cambios en la política arancelaria de Estados Unidos generaron cierta incertidumbre en productores y exportadores por los perjuicios que podrían ocasionar a la región. El anuncio de grabar todas las importaciones estadounidenses de acero y aluminio en un 25% fue considerado por el Sr. Washington Durán, presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias del Uruguay, como “una falta de apego a las reglas del comercio internacional”. Por su parte, la presidenta de la Unión de Exportadores, Carmen Porteiro, en nota concedida a La Mañana hizo un análisis de la situación y sus efectos: “Los países que se podrían ver afectados con esto son también destinos importantes para Uruguay”.
¿Cómo analiza la Unión de Exportadores las medidas anunciadas por el presidente Donald Trump de gravar en un 25% las importaciones de productos en Estados Unidos? ¿Cómo afecta su operativa?
Estamos siguiendo muy estrechamente todas las novedades porque cada día van surgiendo nuevas puntas de análisis y nuevos anuncios, así que desde un poco antes de la asunción de Trump, cuando ya se manejaban algunas hipótesis, las venimos siguiendo. Ahora ya estamos bajando a tierra cuestiones más específicas que van saliendo en los sucesivos memorándums. Tenemos a todo el grupo de exportadores bastante activo e intercambiando análisis sobre la situación. Nosotros hoy, a priori, no estamos viendo un impacto directo sobre Uruguay, sino obviamente evaluando lo que podrían ser las consecuencias indirectas que esto generará en la región o en otros países que sí pueden verse más directamente afectados. Así que estamos analizando el día a día.
Desde la Cámara de Industria, por ejemplo, se mencionaba que generaba preocupación la falta de apego de Trump a las normas internacionales. ¿Ustedes lo entienden de esa forma también?
Estamos preocupados en términos generales por estos cambios en las reglas de juego, sin duda. Preocupados por la consecuencia que puede traer a nivel de las tasas de crecimiento global. Entendemos que estas medidas potenciales generan un nivel alto de incertidumbre, vemos mucha volatilidad en la cotización de las monedas, vemos con preocupación determinadas previsiones o incertidumbres que pueden tener los inversores. Entonces realmente hay preocupación. Estados Unidos es un destino muy significativo de las exportaciones de Uruguay, también de las importaciones. Nosotros nos abastecemos de un sinnúmero de productos estadounidenses, es un actor clave en nuestra economía y obviamente es una potencia, por lo cual estamos muy atentos.
¿Los productos que se exportan desde nuestro país pueden ser afectados por estas medidas arancelarias?
A priori entendemos que se está hablando de sectores específicos y no nos implican directamente. Lo que se habla sobre países en particular no nos afecta directamente tampoco. Está siendo muy dinámico y este es el análisis que tenemos hasta ahora. Entendemos que no nos está afectando en forma directa. Ahora bien, el tema es qué pasa con el derrame de estas medidas y con sus consecuencias más allá de que Uruguay no esté en la lista de los países afectados. Obviamente, todo movimiento que genere una caída en el comercio internacional, caídas en el crecimiento de las economías que son también destino primordial de las exportaciones de Uruguay, puede tener consecuencias. Los países que se podrían ver más implicados en esto son también destinos importantes para Uruguay. Se está hablando de China, de Brasil, que son aliados estratégicos de Uruguay a nivel comercial, por lo cual puede ser que no haya un efecto directo, pero sí indirecto.
¿Deberíamos revisar nuestra política arancelaria? Se dice que por colocar las carnes fuera del país se paga un estimado de unos 200 millones de dólares.
Creo que Uruguay tiene mucho trabajo por delante a nivel de inserción internacional. Hay cosas que el país puede hacer en cuanto a la apertura de los mercados, la diferenciación de sus productos, seguir trabajando en la diferenciación en cuanto al origen y marcar el trabajo enorme que hacen las empresas uruguayas en sostenibilidad, que es un factor que diferencia nuestros productos y servicios, sin lugar a duda. Hay bastante para trabajar y todo lo que pueda ampliar la colocación en el mundo de productos uruguayos –por ende, de trabajo uruguayo– va a ser bienvenido.
¿En qué posición está Estados Unidos en el ranking de nuestros socios comerciales y con qué productos?
Al cierre del año pasado, Estados Unidos era el tercer destino en cuanto a bienes de las exportaciones de Uruguay. Es uno de los primeros en recepción de servicios. En cuanto a los productos, uno de los principales es la carne.
¿Se avizoran riesgos de cambios de política tributaria en estos productos por la continuidad de la exportación?
Sin duda, no es que no existan riesgos. Esto está siendo muy dinámico. Esperamos que, justamente, no haya cambios. Entendemos que no habría razones para eso.
Los productores se han reunido con ustedes, han planteado inquietud. ¿Han establecido algún tipo de contacto con las autoridades del gobierno entrante para tener una visión un poco más clara de lo que puede ocurrir?
Precisamente, estamos en reuniones con la nueva administración, hablando de estos y otros temas. Dentro de lo que trabaja la Unión de Exportadores con todo el arco político está la agenda de prioridades del sector exportador, que se basa principalmente en cinco pilares. Y justamente el primero es el tema de la inserción internacional. Después también tenemos temas de costos logísticos y acceso a los mercados. Tenemos temas de costos de producción. Obviamente, el mantenimiento de las reglas de juego y de las condiciones macroeconómicas que destacan a Uruguay. Y también el desarrollo sostenible de nuestras exportaciones. Entendemos que ese es un paquete o un grupo de asuntos que son muy relevantes para el sector exportador. Claro que surgen temas coyunturales a medida que van transcurriendo los días, que hacen que además tengamos que poner otros temas en agenda, como es este de Estados Unidos, que obviamente está dentro de nuestras charlas. Por ahora, con expectativa y con alerta. Pero entendemos que estos temas de coyuntura exterior son cuestiones ante las que quizás Uruguay deba, en cierta forma, adaptarse para convivir. Sobre las decisiones de terceros países podemos tener poca injerencia, pero sí podemos hacer mucho puertas adentro para ser más competitivos, destacar nuestra producción, absorber tecnología que nos permita llegar a más mercados de mejor manera y marcar las cualidades de los productos y los servicios uruguayos.
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