Las cadenas de suministros son claves en la actual economía global. Estos implican el sistema de organizaciones, personas, actividades, información y recursos involucrados en mover un producto o servicio desde el punto donde se fabrica hasta donde se consume. Hoy en día se han vuelto determinantes en las economías nacionales y globales, en cuanto a la producción, los costos y el desarrollo, convirtiéndose en un factor primordial a nivel geopolítico. La afectación de las cadenas debido a la pandemia, así como por la invasión de Rusia a Ucrania, pusieron en jaque a muchas economías y empresas que tuvieron que tomar decisiones, en particular a nivel de stocks para hacer frente a la demanda.
Diversos estudios de investigación se han centrado en esta problemática, en particular el FMI destaca que participar en las cadenas de suministro globales durante la pandemia supuso costos y beneficios, existió una adaptación de parte de los países y las empresas de acuerdo a los efectos en la producción y sus posibilidades para salvar la realidad que impuso la pandemia y luego la guerra. Pero de alguna forma el impacto ha sido tal que se viene generando un cambio en el paradigma en que el reconocido “just in time” (justo a tiempo) pasó a ser stock “just in case” (por si acaso).
Ser parte de las cadenas globales por medio del comercio hizo que los países, empresas y personas se vean afectadas por los confinamientos, las crisis y los conflictos que pasan en otros lugares. Por el otro, permitió el suministro de artículos extranjeros en momentos en que la pandemia golpeaba la economía interna. Los participantes de las cadenas de suministro globales se adaptaron de diversa manera ante las dificultades para mantener sus negocios, algunos salieron perdiendo, otros sobrevivieron y otros pudieron configurar estrategias, posicionarse y sacar importantes ganancias. Los de mayores posibilidades sustituyeron a los más golpeados.
La incertidumbre y los costos se siguen sumando y los actores relevantes a nivel de las cadenas de suministros han visto la importancia de la resiliencia, adaptación y capacidad de seguir operando aun cuando se ven afectadas. Para adelante las empresas deben relocalizarse, diversificar y mantener exceso de stock mostrando una nueva forma de gestión. Esto tiene que ver con quienes llevan adelante las políticas públicas y las propias empresas. Vamos a revisar el segundo nivel y ver los nuevos modelos que se vienen adoptando.
Las empresas que dependen de insumos importados fueron las más afectadas al verse afectada la cadena de suministros. En el primer semestre de 2020, la actividad global se paralizó con la pandemia, tanto la producción como el comercio y cuando se reactivó las comunicaciones existieron dificultades, las empresas buscaron alternativas para poder continuar la actividad. De esta forma lo que encontraron fue que la variable clave era el inventario, ya que disponer de un stock de insumos para la producción era fundamental a los efectos de hacer frente a las demandas.
En un trabajo reciente, Hongyong Zhang Thi Thanh Ha Doan analiza el cambio del paradigma de “justo a tiempo” al “por si acaso” mostrando las nuevas estrategias y formas de gestión en lo que hace al abastecimiento global e inventario empresarial después de la pandemia y con la guerra. El analista destaca que estos eventos perturbaron las cadenas de suministro mundiales y provocaron importantes retrasos en las entregas, escasez de insumos y riesgos de desabastecimiento. De esta forma, las empresas expuestas a tales riesgos se han visto obligadas a repensar su producción y su gestión de inventarios. Los datos ya son evidentes y por ejemplo con el estudio de indicadores trimestrales a nivel de empresas japonesas se observa que las empresas que dependen de insumos importados fueron las que tendieron a aumentar sus stocks y a la vez a estar en mejores condiciones y mejorar sus volúmenes de negocios. De esta forma se puede ir viendo, si bien aún no es determinante, que se está dando un cambio de la producción “justo a tiempo” a la producción “por si acaso” como forma de salvar las dificultades.
Diversificarse y almacenar en exceso insumos para la producción son básicamente estrategias de cobertura que vienen tomando las empresas, que tienen un costo y que resulta una mejor opción para poder atender la demanda, en especial cuando dependen en gran medida de insumos importados.
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