La existencia de carteles o los más tradicionalmente llamados oligopolios ha sido un tema de análisis y debate a lo largo de la historia. En los últimos tiempos, con la existencia de altos niveles de inflación e incremento de los márgenes empresariales, se ha reavivado la discusión sobre la necesidad de fortalecer las leyes antimonopolio o la llamada defensa de la competencia. Existe abundantes estudios teóricos en torno a los oligopolios, las razones de su existencia y las implicancias a nivel de los mercados. Interesa conocer estudios recientes que permiten analizar en profundidad la pertinencia de fortalecer la normativa y regulación, más en un mundo cada vez más globalizado, pero donde la geopolítica juega en cada decisión.
El mundo y la economía global
En los últimos dos meses se ha reconocido que el aumento de los márgenes empresariales incide en los niveles récord de inflación a nivel mundial. El mismo Banco Central Europeo manifiesta que se constata una presión “históricamente excepcional” de los beneficios empresariales sobre los precios. Se muestra desde la autoridad monetaria de la zona euro que las ganancias crecen de forma más rápida que los salarios desde comienzos de 2022.
Esta realidad se da en un mundo cada vez más globalizado con corporaciones trasnacionales. Por otro lado, las realidades geopolíticas son cada vez más complejas y conflictivas con nuevos centros de poder y políticas cada vez más proteccionistas y defensoras de sectores nacionales, como soluciones con resultados tangibles.
En este contexto la discusión sobre los efectos de los oligopolios se hace relevante y autores como Arnold C. Harberger, con su aporte Monopolio y la Asignación de Recursos, vuelven al ruedo de la discusión y el análisis económico.
¿Oligopolios benefician o afectan?
Arnold Harberger nació en 1924 en Estados Unidos y fue parte de la Escuela de Chicago siendo un gran conocedor de la realidad latinoamericana. De esta forma sus aportes a las finanzas públicas no solo tomaron un carácter universal, sino que han perdurado a pesar del cambio en el mundo y en la realidad del capital. Un aspecto que remarcaba era que la mayoría de los estudios sobre monopolios se concentraron en industrias concretas, empresas concretas y en precios únicos, cuando lo relevante para la regulación es analizar los efectos de la colusión empresarial a nivel de la economía en su conjunto.
Los monopolios u oligopolios surgen porque existen determinadas condiciones a nivel de los mercados que hacen que las empresas puedan coludir y que haya una correlación de fuerzas y de información que las favorezca. Llamamos “cartel” a una asociación entre empresas, en general que adopta una formalidad para tomar mayor control del mercado. Es decir, coluden a los efectos de sacar una ventaja. En general, son las empresas más grandes o que tienen mayor participación del mercado, sea por ventas, facturación, rentabilidad, empleados. De esta forma pueden aumentar los precios, mejorar los márgenes, disponer de poder de negociación, entre otros. En estas condiciones y sin una regulación adecuada la consecuencia natural al no haber una situación ideal de competencia es que se genere una pérdida de bienestar a nivel social.
Harberger planteada que la existencia de monopolios, si bien atenta contra el bienestar general, desde el punto de vista de la asignación de recursos no era seriamente afectado, sin considerar los efectos sobre la distribución del ingreso.
¿Qué dice la evidencia actual?
Recientes estudios, en particular los de Flavien Moreau y Ludovico Panon, abordan los efectos a nivel agregado de la economía. Se muestra que la existencia de un cartel afecta la productividad a nivel macroeconómico, poco, pero la afecta, y esto depende del poder del cartel y su cuota parte en la economía. Sin dudas las situaciones varían, según el sector, la regulación existente, la realidad nacional, entre otros factores que pueden influir, pero existe evidencia que respalda esta conclusión. Esto se debe a que los carteles están integrados por las principales empresas de su sector siendo agentes de poder que se agregan ganando más poder a nivel de la economía en su conjunto. En general eliminar los carteles tendería a un aumento en los niveles de bienestar general. Mientras que a menor cantidad de carteles caería los márgenes de ganancias pudiendo tener consecuencias sobre el aumento de la producción el consumo.
En este escenario se general desafíos relevantes a nivel de políticas públicas a los efectos de poder regular el poder de mercado, pero en la era que nos toca vivir es un tema que nos trasciende a las economías nacionales porque mucho de este poder es trasnacional por lo que existe un nivel supranacional de coordinación en la regulación.
Disponer de políticas que defiendan la competencia son fundamentales a los efectos de controlar y evitar los comportamientos en los cuales la colusión afecta el bienestar, pero además generan la posibilidad de un verdadero control y regulador a los carteles existentes y de esta forma se atiende a los derechos de los consumidores, el control sobre la posibilidad de márgenes en exceso y la competencia desleal. Uruguay tiene una Comisión de la Competencia como herramienta que tiene un ámbito de funcionamiento y criterios bien definidos, este tipo de instrumentos junto a un conjunto de normativa vinculada y fundamental son claves para mejorar el funcionamiento y la asignación de los mercados y contribuir a las prácticas transparentes y leales que tan importantes son a nivel del mercado. Cuando el mismo mecanismo de mercado no opera o tiene deferencias y da oportunidad al abuso del poder de pocos, se requiere una política y regulación que atienda esta falla y la controle.
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