Los productos básicos son determinantes de la realidad geopolítica del mundo y las dificultades en estos mercados suman tensiones haciendo más dificultosa y larga la guerra entre Rusia, Ucrania y su entorno. Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional alertan sobre la situación en el informe de octubre de Perspectivas de la Economía Mundial. Los mercados de commodities se han fragmentado a raíz de la guerra de Ucrania que genera mayor volatilidad y alza de precios afectando de forma diferencial en los diferentes lugares.
La fragmentación de mercados es un proceso que se da desde la oferta y que implica la dificultad para poder concretar la comercialización. La guerra entre Rusia y Ucrania ha sido un factor de fragmentación, agregando a las debilidades dejadas por la pandemia en el mercado de las materias primas que afectó los precios y la disponibilidad de energías, alimentos y fertilizantes. Entre los ejemplos más destacados con efecto global es la dificultad que hoy tiene Ucrania para colocar su producción, lo que viene llevando a tener que venderla a menores precios en zonas cercanas generando tensiones adicionales a las ya existentes en las zonas de conflicto. De esta forma los propios efectos que tiene la guerra sobre el mercado de commodities se agravan y generan problemas adicionales por la importancia estratégica que tienen estos sectores claves que hacen a la seguridad alimentaria y el suministro energético global. Ucrania no puede sacar su producción vía las rutas habituales, tiene sobrestock y quiere colocar a precios menores al costo. Esta situación genera presiones importantes a nivel geopolítico. Es un claro ejemplo de lo que es la fragmentación. De esta forma se dan situaciones diferentes, en determinados lugares falta de granos y precios al alza, y en otros exceso y precios a la baja.
El FMI destaca en su informe que “una mayor fragmentación podría provocar turbulencias en los mercados de productos básicos, provocando grandes oscilaciones de precios”. Los mercados fragmentados generan importantes debilidades ya que ofrecen menos capacidad de disponer de amortiguadores para absorber futuros shocks de materias primas, como malas cosechas o condiciones climáticas extremas y cambian reconfigurar los tradicionales canales de comercialización agudizando las dificultades y tensiones geopolíticas.
La fragmentación de los mercados de productos básicos son fuente de importantes vulnerabilidades y riesgos, donde se pueden conceptualizar al menos cuatro aspectos de relevancia. En primer lugar, las materias primas son particularmente vulnerables a la fragmentación debido a una estructura de mercados en la que existe una producción altamente concentrada, con un consumo difícil de disponer de un sustituto y con un papel fundamental en la alimentación, las energías y las tecnologías. En segundo lugar, cuando la fragmentación se agudiza se generan importantes volatilidades en los precios, agudizando las vulnerabilidades, en particular en los más dependientes tanto del punto de vista de la oferta como de la demanda. Por otra parte, cuando se dan distorsiones a nivel comercial de los commodities se generan efectos de mucha desigualdad entre los países los que se han venido agudizando con el efecto pandemia y sus consecuencias posteriores. Respecto a esta situación, si bien cuando se ven los efectos a nivel global los impactos no son tan grandes. Existen muchas compensaciones y los más débiles se ven más afectados y se retroalimentan las desigualdades. De esta forma para el organismo los países de bajos ingresos soportan una parte desproporcionada del costo económico, debido a su alta dependencia de las importaciones agrícolas. Finalmente, se generan costos en exceso tanto en lo que hace a la alimentación agudizando la crisis alimentaria, como en lo que es la transición verde. La realidad de los mercados de materias primas viene trayendo importantes dificultades en la transición a energías limpias.
Se necesitan nuevos y diferentes acuerdos, pero no está claro que el mundo esté preparado, parece que estamos en un mundo más desigual y con mayores vulnerabilidades. Se necesita un pienso nuevo de acuerdos que facilite la transición verde y que lleve a generar una baja en la tensión geopolítica. Se necesitan estrategias y acuerdos para salvaguardar los objetivos globales y evitar el cambio climático y la inseguridad alimentaria. Acuerdos similares para productos alimenticios esenciales podrían estabilizar los mercados agrícolas, pero se esta lejos de este horizonte. Dichos acuerdos salvaguardarían los objetivos globales de evitar el cambio climático y la inseguridad alimentaria.
Uruguay como productor de materias primas puede verse beneficiado de la posibilidad de suba en los precios de granos, pero a la vez existe un alza en el precio de los fertilizantes que son parte de las mismas dificultades lo que viene afectando los costos de producción siendo que Uruguay es un país con relativa poco apertura y que hoy afronta importantes dificultades en el tema cambiario. Las volatilidades y dificultades de fragmentación terminan concretándose en riesgos para todos.
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