El subsidio a la creación de empleo para trabajadores de grupos vulnerables, al igual que las pautas salariales diferenciadas para los sectores más afectados, balancean adecuadamente la recuperación del empleo y la protección del poder adquisitivo de los trabajadores. En esta línea, continuar descentralizando las negociaciones salariales podría favorecer la creación de empleo y reducir posibles efectos duraderos de la pandemia. Al mismo tiempo, es necesaria una estrategia multidimensional para abordar problemas estructurales en relación con la pérdida de capital humano, que fueron exacerbados por la crisis. El avance en la digitalización durante la pandemia acentúa la falta de habilidades para este tipo de tareas, lo que pone urgencia en programas de reentrenamiento de la fuerza laboral (en particular trabajadores con bajas habilidades) para facilitar una rápida reinserción en el mercado laboral. También es necesario avanzar rápidamente con una reforma educativa que busque resolver el problema de alta deserción escolar y asegure que la educación formal se adecue a las necesidades de una economía basada cada vez más en las tecnologías de la información.
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