Para Cattivelli lo importante es que luego de tantos años de la primer medalla, volver a participar de un evento así y repetir el logro, reafirma la calidad y la permanencia de la misma en uno de sus productos más destacados.
El 17 de febrero de 1958 nació una de las empresas de productos chacinados más conocidas del país, Cattivelli Hnos. S.A., con 62 años de trayectoria y los 200 empleados que trabajan en sus dos plantas, sigue siendo una empresa con reconocimiento internacional ya que acaba de ganar, nuevamente, la Medalla de Oro con sus chorizos Extra Cattivelli.
Fundada por Enrique, Anselmo y Carlos Cattivelli, la empresa ha mantenido su carácter familiar. En diálogo con La Mañana su director Juan Carlos Cattivelli y Leonor Cattivelli, que está a cargo de la gestión humana, segunda y tercera generación de la familia, destacaron el valor del premio logrado, que por ser la segunda vez muestra la permanencia de la calidad por aquello de que es bueno llegar alto, lo difícil es mantenerse.
“Los tres productos más destacados de la empresa son el chorizo Extra, el jamón Cuadrillé y la línea de salames”, dijo Juan Carlos al ser consultado al respecto. Pero el chorizo Extra ha sido causa de grandes satisfacciones al ser reconocido otra vez en un certamen internacional de muy buen nivel y alta exigencia que se realiza anualmente en Alemania y es organizado por la Sociedad Agrícola Alemana (Deutsche Landwirtschafts-Gesellschaft, conocida como DLG), una organización internacional con más de 130 años y unos 30.000 miembros dedicada a la promoción y el avance agroalimentario, además de ser organizadora de exposiciones y ferias de prestigio internacional como Anuga FoodTec, Agritechnica y EuroTier entre otras.
En 1995 Cattivelli Hnos. S.A. se presentó al concurso mundial que DLG organiza anualmente en Alemania. “Participamos con el chorizo Extra y competimos con fábricas de todo el mundo”, destacó.
“DLG es una entidad muy seria que entre otras cosas se ocupa de testear productos con técnicos y pruebas de degustación. Nosotros les enviamos una muestra de nuestros productos y concursamos, fue ahí cuando ganamos la Medalla de Oro en Alemania. Eso fue hace muchos años”, recordó
“El año pasado nos decidimos a hacerlo de nuevo. Nos inscribimos, en febrero mandamos las muestras y en abril nos confirmaron que nuevamente habíamos obtenido la Medalla de Oro en Alemania. La primera fue en los años 90, ya había pasado mucho tiempo y nos planteamos la necesidad de revalidar” ese reconocimiento, contó.
Fue un desafío que “nos dio mucho trabajo porque hay que mandar mercadería a Europa y eso no es fácil, pero con la colaboración del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y otras autoridades logramos enviar la muestra con los chorizos” que resultó en la obtención del premio por segunda vez luego de 25 años.
Es una competencia exigente, destacó: “La cata es a ciegas, se analizan la diferentes categorías con empresas de todo el mundo, de varios países de Europa e incluso de Asia como por ejemplo Japón”. Finalmente la empresa familiar uruguaya fue reconocida con el máximo galardón logrando calificaciones máximas en apariencia, color, composición, consistencia, aroma y sabor.
“Es una primicia porque no lo hemos comunicado debido a que la pandemia ha complicado las cosas. Nosotros tenemos el diploma ganador y para la entrega de la medalla DLG realiza una ceremonia a la que nos hubiera gustado ir, estábamos esperando a ver cómo se arreglaba todo esto…, pero ahora se complicó con la pandemia para peor, hay nuevos brotes en Europa, por eso aún no hemos hecho nada, pero próximamente lo vamos a difundir”, comentó.
La importancia del mercado interno
El centro de atención de la empresa está puesto en el mercado interno, dijo Leonor Cattivelli, aunque sus productos se han colocado fuera del país, por ejemplo en Brasil y Cuba.
“En ese momento no estamos exportando aunque lo hicimos hasta hace unos años básicamente a Brasil y Cuba, en algún momento algo a Chile y llegamos a exportar hamburguesas de cerdo a Hong Kong. O sea que buscar hemos buscado, pero los dos mercados más grandes que tuvimos fueron Cuba y Brasil”, explicaron.
“El problema de Brasil es que en cualquier momento se produce una devaluación y en minutos pasás de cien a cero, cada tanto eso sucede, entonces todo el esfuerzo que se hace para tecnificarse, cumplir y llegar, todo eso se pierde en un momento con una devaluación”, dijo Juan Carlos.
“Es difícil trabajar con productos como los nuestros en Brasil, ellos tienen una producción gigantesca de cerdos, son productores y consumidores en el mercado interno, además de que son muy fuertes en la exportación, entonces tienen una economía de escala muy grande que les permite tener costos muy bajos. No se puede comparar el mercado que tenemos nosotros en Uruguay con lo que puede tener una fábrica de Río Grande del Sur con por lo menos el triple de habitantes. Pero el problema mayor es que es muy inestable”, enfatizó.
“Hasta hace cuatro años Brasil nos compraba de todo: salame, chorizos, salchichas, consumen lo mismo que consumimos nosotros acá, pero quedamos fuera de precio. Teníamos un acuerdo con un par de cadenas de supermercados muy grandes pero llegó un momento en que los números dejaron de funcionar”, explicó.
El caso de Cuba es diferente, se le vendía determinado tipo de carne que por cuestiones del mercado de ese país quedó a un precio que no les servía y dejaron de comprar, desde entonces todo el esfuerzo se pone en el consumo local.
La moda de las hamburguesas gourmet
“La preferencia del uruguayo es por la carne de vacuno pero de a poco va creciendo el cerdo, dijo Juan Carlos. Ahora se ve “un aumento del consumo de carne de cerdo fresca no elaborada”.
En cuanto al crecimiento de las hamburguesas consideró que “es un rubro más”. En “todos los carritos que se ven en la calle hay consumo de hamburguesas y ahí compiten con el chorizo”, sin embargo “en la casa no tanto porque la hamburguesa sustituye más al churrasco que al chorizo. Esa es una tendencia mundial que también llegó acá”.
Lo nuevo en materia de hamburguesas es “la moda de las hamburguesas caseras. Ahora se ven las hamburguesas gourmet. Nosotros tenemos clientes que nos compran hamburguesas para deshacerlas y rehacerlas con diferente composición agregándoles quesos, gustos, condimentos para ofrecer hamburguesas gourmet”.
En otro orden Leonor Cattivelli dijo que en Uruguay “la producción de cerdos ha bajado mucho” con productores que “han salido de la producción porque no les sirve el negocio ya que hay una cantidad enorme de importación y el que produce acá tiene que competir con Brasil”. Eso causó “reducción de la faena”, lo que hizo que la empresa debiera “corregir la distribución” del personal “fue un proceso que se dio a lo largo de los años, no fue algo brusco, y el personal afectado se fue colocando en otras áreas” de trabajo. Además la planta de faena de Cattivelli “no es únicamente de cerdos, también de vacunos y ovinos, y por ese lado no hemos tenido problemas”, porque “si baja la faena de cerdos puede aumentar la de vacunos para el consumo propio o para el abasto”, concluyó.
El efecto pandemia
Como con todas las empresas del país la pandemia también afectó a Cattivelli Hnos. “Nosotros abastecemos muchos hoteles, muchas empresas de catering, muchos salones de fiestas, restaurantes que pasan de un aforo de 80 o 100 mesas a tener menos, somos proveedores de los estadios, todo eso se ha resentido y nos ha afectado”, sin embargo “no dejamos de agradecer que es un sector que no está parado, nunca ha parado”, dijo Leonor Cattivelli sobre el efecto de la pandemia.
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