Siempre se reconoció como un apasionado del campo, a pesar de ser montevideano y no contar en su origen con muchos lazos que lo unieran con las praderas uruguayas. Fue así que Gerardo Zambrano estudió en la Facultad de Agronomía y, al culminar los cursos, se lanzó a la campaña. Pero al poco tiempo notó que no era lo que había imaginado. Inquieto y proactivo, trató de darle vuelta a la tuerca hasta descubrir que lo que verdaderamente deseaba era dedicarse a la dinámica comercial orientada hacia los negocios rurales.
Fue entonces que comenzó a trabajar en esta área, mucho antes de tener su propio emprendimiento. Corría la década de 1970 cuando se incorporó a la firma Victorica, desarrollándose primeramente en el área de remates y frigoríficos. Unos años más adelante, se orilló hacia el departamento de lanas de la empresa, un sector que se desarrolló de manera exponencial, según recordó en entrevista con La Mañana, y con ese dinamismo continuó creciendo, hasta que en marzo del año 1989 tomó finalmente la decisión y se lanzó al agua.
Ese fue el nacimiento de Zambrano & Cía, que comenzó dedicándose a la lana y luego agregó rubros con una inquietud propia de intentar que la empresa manejara todos los servicios que el productor precisaba. Lo que continuó, fue la transmisión de que el lema es el trabajo. “Yo trabajo, después trabajo, y más tarde trabajo”, dijo Zambrano respecto a los valores que han consolidado la empresa. Sin embargo, no es la única premisa: “lo único permanente es el cambio”, acotó. De esta forma, en el afán de tratar de mejorar y adaptarse a las circunstancias y necesidades de los productores, el foco está puesto en la calidad del servicio por encima del costo. “Algunos prefieren cobrar poco y dar un mal servicio, pero nosotros siempre apostamos a la excelencia y al cumplimiento de los negocios”, aseguró.
Con esta premisa, comentó que el cumplimiento es para ellos la confianza y el patrimonio que tiene la empresa. “Nuestro valor es la calidad del servicio y la seguridad de las operaciones como punto más importante”, mencionó.
Actualmente, los remates son la parte más importante de la firma, un rubro donde tratan de imponer cambios, como las cuotas en los remates de caballos que introdujeron y los remates virtuales de ganado héreford y Plaza Rural, un consorcio creado en plena crisis del año 2001. “Los remates virtuales de inventario y cría han revolucionado el sistema comercial a nivel de los ganados de reposición”, observó.
Por otro lado, en esa inquietud permanente de expandir servicios para los productores, Zambrano & Cía. realizó una ampliación en el área de agroinsumos para la parte forrajera pensando en el mejoramiento del campo para la producción de carne. “Se trata de un área que ha tenido un crecimiento importante al punto de que hemos hecho un proyecto de inversión con un molino eólico dentro de un parque y un centro logístico donde, además de la parte de agroinsumos, tenemos depósitos y realizamos semilleros”, contó.
Por último, hace un año lanzaron una herramienta financiera a la que denominaron Agrobonos y que consiste en negocios genuinos de captación de inversores, comprando ganado que queda a nombre de ellos y realizando el trabajo de compra, venta y manejo. De esta forma se le asegura un tres por ciento anual al inversor de plaza. “Tenemos más inversores que posibilidades de negocios en función de que hay todo un sistema que está atendiendo el tema”, indicó. Los resultados de esta iniciativa han sido mayores a los esperados, confesó y hoy están con más de 15 mil vacunos y más de 30 campos ocupados bajo este sistema, llevando a cabo negocios “con cautela”. Zambrano comentó: “Es una nueva herramienta financiera que hace que se nos acerquen hasta corredores de bolsa que buscan otro esquema de inversión y que ven en Agrobono una herramienta más para ofrecer a sus clientes”.
Pero, en todo este tipo de negocios un factor fundamental es la confianza. Para ello, desde la firma no escatiman en profesionales, de hecho cuentan con más de 40 en Montevideo y más de cien en el Interior.
A futuro, las expectativas están puestas en continuar creciendo en los servicios que ofrecen. Están convencidos, en tanto, que Uruguay es absolutamente agroexportador, donde el campo ocupa la mayor parte del país, cuenta con credibilidad y producciones naturales, así también como un clima adecuado, al tiempo en que cuenta con una población acotada.
A la vez, el contexto internacional y la demanda de países como China son las bases para que Uruguay crezca en su potencial. “Lamentablemente, las condiciones de los gobiernos pasados no le han dado al campo la importancia que realmente tiene y por eso hoy está con dificultades. Hay rubros dentro del sector, como la lechería y el arroz, que están realmente complicados y hay poca inversión”, reconoció.
Por ello, se mostró positivo en cuanto a un cambio de gobierno, aunque también aseguró que el crecimiento puede ser importante en la medida de que el sector agropecuario retome su camino de desarrollo.