A través de su programa de formación dual, Ánima Bachillerato Tecnológico impulsa el desarrollo profesional de los jóvenes por medio de la experiencia en el ámbito laboral.
Para conocer más sobre esta iniciativa, La Mañana conversó con María Eugenia Rodríguez, referente de estudiantes de Ánima en Nestlé, quien remarcó que esta modalidad fomenta habilidades técnicas y humanas. Por su parte, Sahira Charlin, estudiante de Ánima que realizó la experiencia en Nestlé, valoró el equilibrio entre estudio y trabajo, destacando su progreso en comunicación y trabajo en equipo.
María Eugenia Rodríguez, gerenta de Comunicación Corporativa y Sustentabilidad de Nestlé
Como referente de estudiantes de Ánima, ¿qué papel juega usted en el desarrollo del programa de Formación Dual?
Mi rol en este programa es ser un puente entre la institución educativa y la empresa, para asegurar que la experiencia del joven sea significativa. En el marco de nuestro programa interno “Iniciativa por los Jóvenes”, fomentamos la formación dual como modelo para hacer que el joven sea más empleable, al contactarlo con la realidad del mundo del trabajo. En este sentido, junto al equipo garantizamos que el estudiante tenga acceso a un entorno de aprendizaje enriquecedor, donde pueda desarrollar sus habilidades tanto técnicas como humanas. También colaboramos estrechamente con los equipos internos para que el programa no solo sea una oportunidad para los jóvenes, sino una fuente de inspiración y renovación para nuestra cultura organizacional.
¿Cómo ha sido la experiencia de acompañar a jóvenes estudiantes en este modelo?
En Nestlé somos empresa formadora desde 2020 y es inspirador ver cómo los jóvenes llegan con entusiasmo y curiosidad, y cómo van ganando confianza y habilidades prácticas, es muy gratificante. Como tenemos las oficinas, la fábrica y el centro de distribución de la compañía en un mismo lugar físico —el Parque Industrial Zona Este—, podemos ofrecer una experiencia integral que les da la posibilidad de aprender de las diferentes áreas de trabajo. Por ejemplo, los estudiantes que nos han acompañado en los últimos años pasaron por el Centro de Distribución, las áreas de Recursos Humanos, Marketing y Comunicación, en resonancia con sus perfiles e intereses.
Los jóvenes se van con una visión de 360 grados del negocio, lo que les puede ayudar, incluso, a la hora de tomar decisiones de carreras terciarias a estudiar. Este tipo de experiencias refuerzan nuestra convicción de que las empresas tenemos un papel clave en el desarrollo de la sociedad.
¿Qué cree que aporta este programa al ambiente laboral de las empresas participantes?
El programa aporta dinamismo, energía y una nueva perspectiva al ambiente laboral. Los jóvenes traen consigo creatividad y una mirada fresca que desafía a los equipos a pensar diferente. Al tener estudiantes trabajando en nuestra planta, los equipos no solo comparten su conocimiento, sino que también renuevan su compromiso con el aprendizaje continuo. Además, la formación dual fomenta una cultura de mentoría, donde todos se ven inspirados a dar lo mejor. Su presencia también fue un recordatorio constante del impacto positivo que nuestra industria nacional tiene en el desarrollo de talento local.
¿Cómo ha observado la evolución de los estudiantes durante las prácticas? ¿Qué resultados destacaría?
La evolución de los estudiantes es notable. Al inicio, suelen estar llenos de preguntas e inquietudes, incluso algunas inseguridades propias del momento en el que están, pero con el tiempo ganan en seguridad y capacidad. Han demostrado una capacidad increíble para adaptarse, aprender y contribuir de manera significativa. Se familiarizan con cada etapa de la cadena de valor, lo que les brinda una perspectiva integral que complementa lo que ven en el aula. Y otro resultado clave es la huella que dejan, no solo en su crecimiento personal, sino también en los equipos que los reciben, quienes suelen destacar cómo esta experiencia los motiva y energiza.
¿Cuál es la importancia de la formación dual en el mercado laboral actual?
Uruguay enfrenta importantes desafíos en términos de empleabilidad juvenil, marcados por la brecha entre las competencias que demanda el mercado laboral y la formación que reciben los jóvenes en los sistemas educativos tradicionales. En este contexto, la formación dual se posiciona como una solución innovadora y efectiva. Este modelo combina la teoría impartida en centros educativos con la práctica en entornos laborales reales, permitiendo que los jóvenes adquieran no solo conocimientos técnicos, sino también habilidades clave como trabajo en equipo, adaptabilidad y resolución de problemas.
Además, fomenta un aprendizaje inmersivo, donde los estudiantes interactúan directamente con las dinámicas y desafíos de la industria. Esto no solo los prepara para el mundo laboral, sino que también genera un impacto positivo en las empresas participantes, al incorporar nuevas perspectivas y energía joven.
Para Uruguay, un país que necesita fortalecer la conexión entre el sistema educativo y las demandas del mercado laboral, la formación dual representa una oportunidad estratégica. Invertir en este tipo de programas no es solo una manera de mejorar la empleabilidad juvenil, sino también de garantizar el desarrollo sostenible del país, promoviendo la generación de talento local y fortaleciendo sectores clave. Por eso, este año lanzamos la iniciativa “Un Café por el Futuro”, un espacio de intercambio entre empresas del eje de la ruta 101 y 102, referentes del sector público tanto nacional como departamental, el Bachillerato Tecnológico Ánima y representantes del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, como forma de trabajar en conjunto y potenciar alianzas en pos de la empleabilidad juvenil de las comunidades donde operan las empresas.
Sahira Charlin, estudiante de Ánima que realizó su práctica en Nestlé
¿Qué la motivó a elegir el programa de Formación Dual de Ánima?
Conocí Ánima de casualidad. La nieta de mi vecina era estudiante y siempre me comentaba lo que hacía. En casa se estaba viviendo una situación un poco difícil y yo, viendo la oportunidad de realizar las prácticas laborales, me sumé a la idea de asistir a Ánima. A medida que fui conociendo la institución me di cuenta de que había cosas más allá de trabajar y me gustó el ambiente, ya que es una institución que apoya a los alumnos y los impulsa, algo que en los lugares en los que estudié no se daba mucho. Supongo que lo primero que me motivó fue la idea de trabajar, pero después me di cuenta de que el ambiente institucional y los profesores que conocí antes de iniciar en Ánima fueron otro motivo más.
¿Cómo logró el equilibrio entre estudiar y trabajar al mismo tiempo?
Creo que el equilibrio fue muy fácil, al menos para mí. En Ánima los profesores no suelen dejar tarea, la regla es siempre hacer los trabajos en horario de clase, así que en casa usualmente estudiaba para algún escrito o si necesitaba repasar algo. En el primer año llegaba a mi casa sobre las 19 y cuando empecé a trabajar llegaba quizá a las 19:45, no fue un gran cambio para mí, tenía casi que el mismo tiempo para estudiar, si lo necesitaba. Además, tanto Ánima como Nestlé me ayudaban a gestionar el equilibrio, lo que lo hizo aún más fácil.
¿Qué habilidades o conocimientos adquirió en el programa y son útiles para su desempeño laboral actual?
Soy firmemente creyente de que, en el proyecto de primer año, aprendí a exponer mis ideas y comunicarme. En Ánima, más que nada en el área de Administración, se aprende exponiendo, haciendo presentaciones, y para la defensa del primer proyecto nos preparamos en Deloitte. Después de esa defensa sentí que era posible hablar con la gente y hacer preguntas sin sentirme tan nerviosa. También se aprende a trabajar en equipo, pero creo que como pilar fundamental, al menos para mí, lo que más trabajé fue la comunicación y eso es algo que recalcaron en la despedida que me hicieron cuando terminé la práctica en Nestlé, resaltaron cómo me desarrollaba con mi entorno y es algo de lo que me siento orgullosa.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en Nestlé? ¿Cómo fue el apoyo por parte de los mentores de la empresa?
Trabajar en Nestlé fue algo muy lindo y realmente agradezco la oportunidad de haber trabajado en más de un área, lo que me dio una visión global de lo que pasa en una empresa. Tuve más de un mentor allí y estuve en cuatro áreas: Logística, Marketing, Recursos Humanos y Comunicación. El apoyo de cada uno fue bastante grande y siempre había alguien en caso de ser necesario.
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